Encuentro entre dos mundos, ni leyenda negra ni leyenda dorada

La llegada del hombre español al Nuevo Mundo fue uno de los hechos más importantes de la historia. Diferentes posturas políticas han querido juzgar el hecho de forma fanática y poco objetiva, desconsiderando el contexto en el que desarrollan estos hechos y mirando aquel acontecimiento con la mentalidad y los valores del presente. No es pretensión de quien escribe justificar los actos del hombre, pero tampoco ser juez de algo que difícilmente podamos entender quienes hoy hablamos de derechos y libertades desde un ordenador, sin intervenir presencialmente en la realidad ni correr mayores riesgos, o por lo menos, no como los de la época. Más que eso, es hablar de los hechos con la menor emocionalidad posible y que nos permita entender ese pasado. La leyenda negra fue una herramienta política para el confrontamiento con ese pasado, así como la leyenda dorada española para tratar de contrarrestarla, pero ambas son posturas sesgadas que buscan defender los intereses de quienes levantan aquellas banderas. Para lograr esto, los invitamos a viajar y ponernos en las pieles de aquellos antiguos hombres, mercenarios, parias, aventureros o hijos de su tiempo, cualquier denominación que desees darle. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El tiempo transcurre más lento Para tener una idea del hombre del siglo XV es necesario pensar en la velocidad que transcurrían las cosas. No había teléfonos celulares ni aviones. La velocidad de la comunicación entre dos regiones podía tomar días, así como el tiempo de traslado era mucho más lento. Entender esto es primordial para comprender las necesidades de la época y cómo se desenvolvía aquel hombre, lleno de sueños, fantasías, rodeado de tantos misterios y tanto por descubrir. En ese hombre todo ocurre más lento y su vida está libre del estrés de nuestros tiempos. La cantidad de información que este recibe está determinada por sus contactos, lecturas, formación, mas no existe el internet y depende de su acceso a los libros, el conocimiento alcanzado para entonces, para poder formar su pensamiento. Eran días de fe Otro elemento que obvian quienes vivimos en esta época es la fe, porque en estos tiempos la religión ya no rige nuestras mentes, no como antes. Y más aún, el catolicismo español que fue uno de los más arraigados y fervientes. El hombre de aquellos días era un hombre de fe, aun siendo un bribón. Para Lope de Aguirre es inevitable atacar o excusarse ante Dios por sus actos, porque aunque estuviese pecando y blasfemara, el conflicto religioso vive dentro de él. Esto también afectaría a los “Reyes Católicos” quienes buscan el beneplácito de Dios y no quieren que sus acciones pudiesen tomarse como anatema. La conciencia toma parte de la acción de los hombres de Estado de aquellos tiempos, quienes se verían afectados, quieran o no, por las creencias de aquella época. La conquista Si tomamos en cuenta los dos factores antes nombrados, el tiempo y la fe, tendremos a un hombre con una visión muy diferente al presente, con miedos diferentes, pero también con una cantidad de conocimientos y acciones que dependerán inevitablemente del tiempo y la distancia. Para ir al Nuevo Mundo era necesario viajar en barcos durante periodos largos, y ese tiempo no solo afectaba a quienes decidían viajar sino a la velocidad en la cual, quienes habitaban en el nuevo continente, recibían información, suministros, apoyo y directrices: una ley aprobada por la corona podía quedar fuera de contexto cuando esta llegaba al Nuevo Mundo, gobernar aquel Imperio no era tarea sencilla. Aquí es donde se encuentran dos fuerzas de gran influencia, los reyes que reciben información de parte de misioneros y hombres que estuvieron en el nuevo mundo, denunciando los abusos y las fechorías que allá se cometen, y mientras estos discuten, reflexionan, debaten; en la América hispana la vida sigue, el comercio no se detiene y los abusos tampoco. Un hecho es, que desde que el hombre existe, la conquista ha ido de su mano. Antes del descubrimiento del nuevo mundo, la conquista funcionó casi sin conciencia, como un derecho de los fuertes sobre los más débiles. La llegada al Nuevo Mundo, por parte del hombre hispano, generó un gran cambio en la forma en que se conquistaba. Interviene una conciencia religiosa que generó un conflicto interno, en el que estos se vieron en la necesidad de reflexionar y justificar sus acciones. ¿Qué otra civilización pasó por un proceso de conciencia como lo fue el de España? Tal vez para el hombre actual aquel conflicto interno sea hipocresía, pero para el de la época significaba algo de gran importancia, era su salvación o su condena. Para el escéptico de hoy, esto no sería un argumento, pero no era eso lo que pensaría Fernando “el católico” o el clero de entonces, para ellos el Nuevo Mundo traía con él una cantidad de problemas teológicos, políticos y económicos que debían ser resueltos. Lo primero que ocurre en 1493 es que los reyes de Castilla y Aragón buscan autorización del Vaticano para conquistar la tierra descubierta. ¿Qué les impedía hacerlo? La conciencia de la época los llevaba a actuar conforme a lo que dictaba la fe. Basado en las “Siete partidas” el Papa dona a través de la bula, el territorio a los reyes castellanos, quienes tenían el deber de evangelizar las nuevas tierras. El padre Montesinos y las leyes de Burgos En 1510, al ver la opresión y el abuso de los españoles que poblaban en La española —Santo Domingo— el padre Montesinos dio un sermón en el cual negó la comunión de quienes gobernaban en aquella tierra, lejanos a los principios cristianos. Dos años tomó desde aquella demanda para que formaran las leyes de Burgos. Entre estas leyes se decretaron una cantidad de cosas que aquellos que esgrimen la leyenda negra han obviado: Los indios son libres y no pueden ser esclavizados El régimen de trabajo pasó a ocho horas Las mujeres embarazadas no podían emplearse Elevaron el jornal Quedaban prohibidos los castigos directos Esto no

El origen de Juan Vicente Gómez «el benemérito»

«Nací en el 1857 en La Mulera, El Salado, en una casita de papá, al pie de una montaña el 24 de julio de 1857 J.V.Gómez» El nombre de Juan Vicente Gómez es inolvidable, su paso por la historia venezolana marcó un antes y un después, siendo el hombre odiado por la generación del 28 pero acompañado siempre por sus seguidores. Con él, empezó a tomar forma el Estado venezolano, y el proceso de neutralización del caudillo como figura regional.  Muchas son las historias alrededor de aquel hombre, que siendo tirano para unos, no dejará de ser una de las figuras más importantes de nuestra República. Remontarnos a su origen nos lleva a viajar a los tiempos de la independencia, donde se originaron muchas de las familias que hoy habitan sobre la Hispanoamérica. Detrás del telón de la vida del «Benemérito» no hay hombre simple ni hechos de poca importancia. En la sangre se hereda el carácter Un grito de guerra retumbaba entre los patriotas, el general neogranadino Custodio García Rovira ante las fuerzas enemigas alzaba la voz y decía «¡Firmes carajo!» , voz que quedará grabada en la historia independentista de Nueva Granada. Sin saberlo, aquel prócer, presidente de Cundinamarca y general de neogranadino, que muere fusilado por las fuerzas de Morillo bajo condena de traición, figurará entre la ascendencia de quien sería luego el presidente de la República de Venezuela. Su hermano, el capitán Eleuterio García Rovira, quien sobrevivió a la magna guerra independentista, por sus servicios, se le concedió una finca en territorio tachirense: «La Mulera». Aquella estaba ubicada entre San Antonio, Rubio y San Cristobal, y permitirá que el neogranadino pueda vivir del comercio entre Venezuela y Nueva Granada. Eleuterio se unirá a María de Jesús Bustamante para crear la rama familiar García Bustamante y de la cual nacerá José Rosario García Bustamante. José Rosario, sobrino del prócer neogranadino, creará un vínculo emocional y físico con una joven de San Cristobal, Ana Dolores Gómez Nieto, sin embargo no contraerán vínculo marital. De esa relación nacerán Pedro, Fernando, Canuto y Silverio, todos con el apellido materno: Gómez. El heredero de «La Mulera» Antaño, los hombres acostumbraban que al hijo legítimo se le proveyera de estudios y al nacido fuera de matrimonio, trabajo.  Bajo esa formación, José Rosario, le hereda a su primer hijo, Pedro, la finca de «La Mulera». Tanto José Rosario se casa con una parienta llamada María Concepción Bustamante, y su primer hijo legítimo  fue bautizado con su nombre, José Rosario García Bustamante. El hijo del capitán le daría, entonces, la educación correspondiente. Pedro Cornelio Gómez, hijo de María Gómez, sería el heredero de La Mulera y el hombre que daría vida al futuro presidente de la República. Nace el «Benemérito» El  24 de julio, día del natalicio del Libertador, de 1857 nace Juan Vicente, hijo de Pedro Cornelio Gómez y Hemergilda Chacón, en la hacienda «La Mulera».  Fue Bautizado en la Villa Heróica, San Antonio del Táchira por el prebistero y bachiller Camilo Otero. Sus padrinos fueron Florencio Chacón y María Carlota Nieto. Juan Vicente tuvo 13 hermanos de los cuales murieron cinco a temprana edad. La familia Gómez Chacón aquel 24 de julio en que nació difícilmente imaginaría en quien se convertiría aquel tachirense, para algunos un tirano, «el bagre» le apodaron; para otros el «Benemérito». Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez

El asesinato de Lorena Márquez de Capriles

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí  A inicio de los noventa Venezuela ya vivía una grave situación de corrupción y drogas, que aunque parezca pequeña a la de este 2021, leer sobre ella podría llevarnos a encontrar muchas similitudes alarmantes. Justamente para poder hablar del caso de Lorena Márquez de Capriles hay que tener en cuenta el contexto en que todo ocurría. Este es un caso claro de corrupción y carteles de narcotráfico donde se vieron involucrados empresarios y políticos, y no se alcanzó la justicia. Seis años de un proceso que culminó con la huída de Manasés y muchas verdades a medias. El cartel de Maracay «La muerte de mi hija, además de la aflicción a la familia, ha puesto al descubierto al cartel de la droga en Aragua, por lo que pido el apoyo de los medios de comunicación social y al Gobierno la protección necesaria ante las amenazas de muerte contra mis otros dos hijos menores».  Andrés Galdó A partir del año 1981 se conoció la existencia operativa de un cartel de la droga en Maracay. El primer  gran golpe que recibió este cartel, fue en el año 1983, cuando la PTJ descubrió al oficial de la aviación Ocando Paz, con un alijo de cocaína. Sin embargo, con el tiempo, este cartel fue penetrando en los hilos del poder. El empresario y editor del periódico «El Siglo» Manasés Capriles; su hermano Tulio Capriles, Presidente del diario; y Manuel Capriles, director del diario;  ayudaron  a financiar la campaña electoral del miembro y cofundador del MAS, Carlos Tablante. Gracias a este apoyo, Tablante logró ganar las elecciones y transformarse en el gobernador y se abrió paso en una larga trayectoria política que lo llevará a ser parte del gobierno de Rafael Caldera y hasta unirse al partido opositor a Hugo Chávez y Nicolás Maduro, Voluntad Popular. Simultáneo a lo que ocurría en Maracay, el 26 de junio de 1991, la jueza Norma Cabrera, quien tendrá un papel determinante en el futuro de este caso, dictaba auto de detención en contra de Adolfo Ramírez Torres, ex gobernador del Distrito Federal y ex viceministro de Relaciones Interiores acusado de manejar una enorme red de mulas. El estado ya estaba contaminado de narcotraficantes y quien sabe desde cuando. Al parecer, los empresarios Capriles probaron suerte en el cartel de Maracay donde empezaron a movilizar grandes cantidades de dinero. Con Tablante en la gobernación, al parecer la familia logró tener carta abierta para operar sin correr mayores riesgos, el gobernador les debía un favor político que llevaría a Manuel Capriles a ocupar el cargo de Secretario General del gobierno de Aragua. El asesinato de Lorena Lorena Márquez de Capriles, con 23 años, contrajo matrimonio con el empresario Manasés Capriles de 48 años, con quien se presume tuvo una relación estable hasta que, según cuentan los familiares, Lorena empezó a sospechar que su esposo estaba involucrado en actividades ilícitas. Vivían solos, en un edificio, propiedad de la familia Capriles, ubicado en la urbanización Calicanto, en las residencias Teo, primer piso, apartamento número uno, en la calle Mariño; los apartamentos vecinos se encontraban deshabitados en su mayoría para entonces. Indica el padre adoptivo de Lorena, el publicista Andrés Galdo,  que esta llamó a su madre, Nancy Márquez de Galdo, para contarle sobre sus sospechas. Ella, venía notando conversaciones que tenía Manasés con sus hermanos, Tulio y Manuel, sobre movimientos de drogas y operaciones por grandes sumas en dólares. En varias oportunidades, notó que Manasés llevaba al apartamento bolsas y cajas de drogas; aunque en otras ocasiones las dejaba en la maleta de su automóvil. El publicista Andrés Galdo fue quien enérgicamente se puso al frente de este caso, en el que su hija adoptiva terminó asesinada.   Lorena intentó disuadir a su esposo para que dejara el narcotráfico pero este solo se alejaba en breves periodos, suponiendo que así fuera. «Es la última vez» le decía Manasés a su esposa para calmarla. Además del tráfico de drogas, Lorena también se dio cuenta que su esposo consumía y este llegó al punto de invitarla a ello, pero ella se negó. Todo empeoró cuando Lorena decidió amenazarlo con revelar lo que hacía a su padre. Al principio Manasés lloraba y le rogaba pero un día, Lorena estalló y le confesó a su madre que no aguantaba más, lo que hizo que esta le pidiera que abandonara a Manasés. Al ver que la separación era inminente, Manasés tomó cartas en el asunto y dejó la actuación de víctima. Despidió al servicio doméstico, posiblemente como parte de su plan de asesinato. Una voz anónima llamó a la residencia de Galdo en Altamira, pero este no estaba. De la misma forma le llegó una llamada a la hermana de Lorena informándole que debían viajar a Maracay porque Lorena había sufrido un accidente y estaba grave. Madre y hermana salieron de inmediato y al llegar, para su sorpresa, se enteraron que estaba muerta y les prohibieron el acceso, por orden de Manuel Capriles. La morgue estaba rodeada de policías con ametralladoras que impidieron el acceso a los familiares de Lorena. Galdo se encontraba en su hacienda del Yaracal, estado Falcón, y se enteró de todo a través de una empleada, cuando llamó a su casa en Caracas. El padre adoptivo movió sus influencias y se comunicó con el Ministro de Interior de entonces, Alejandro Izaguirre, quien le manifestó su apoyo. En otro lado Víctor Amram recibió una llamada de Manuel Capriles donde se le notificaba la muerte de Lorena Márquez, la cual fue encontrada por su esposo y una secretaria a las 6:00pm en el cuarto de servicio. Amram se dirigió al lugar de los hechos, donde familiares del esposo andaban con normalidad por la escena del crimen, mientras que la familia de Lorena tenía impedido el acceso. Alexis Bolívar fue llamado al sitio para realizar el levantamiento topográfico y planimétrico. Al día siguiente, Amram recibe la orden de retirarse del caso sin razón aparente, por lo que viaja a

Breve historia de la DISIP y las policías políticas de Venezuela

  No es habitual que tratemos historias de instituciones u organismos pero no está demás hacerlo al ser estos parte de lo que conforma nuestra nación, y el motivo por el cual nacen tiene una causa así como una consecuencia en nuestro tiempo. No se debe despreciar este tema aunque hay que decir que toca puntos delicados y posiblemente no sean gratos para quienes formaro  n o forman parte de dichas instituciones, cuando estas han tenido un protagonismo controvertido que ha dejado más dolientes que gestas admirables. Por ello se decide tratar la historia de la policía política, su relación con el pasado, que seguramente permitirá al lector comprender mejor su presente y futuro. Las policías políticas Tal vez, para algunos sea atrevido afirmar que el Estado venezolano empezó a tomar forma con Juan Vicente Gómez, pero los cambios históricos no suelen darse de un día para otro y lo que inició en un momento empieza a tener estructura real años más tarde. Podría verse a «La Sagrada» de Gómez como el inicio de un cuerpo de seguridad real dedicado a cuidar los intereses políticos del gobernante, aunque esto empezará a ser de mayor alcance con la Dirección de Seguridad Nacional. La Seguridad Nacional que se hizo famosa durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, aunque fue creada durante el gobierno del Presidente Eleazar López Contreras, pasando así por los gobiernos de Angarita, Betancourt, Gallegos y Pérez Jiménez, por tanto no es exclusiva del período del 48 al 58. De hecho, el reconocido y odiado por muchos, Pedro Estrada, inició su carrera muchos años antes del gobierno de Pérez Jiménez, durante el mandato de Eleazar López Contreras, quien lo llevó a la policía de Maracay, pero desde el gobierno de Angarita y durante el llamado el trienio adeco, Pedro Estrada fue alejado de sus oficios, por haber estado involucrado al frente de la lucha anticomunista que emprendió López Contreras. La historia de la Seguridad Nacional, en Venezuela, no inició con Pedro Estrada y Pérez Jiménez, sino mucho antes y sirvió tanto a la hegemonía andina como a Acción Democrática, quienes durante los años del 45 al 48 ejercieron gran represión sobre aquellos que se le oponían a la denominada «Junta Revolucionaria». Ni los andinos ni los Rómulos fueron ajenos a la represión que ejerció la Seguridad Nacional, aunque podría decirse que Angarita disminuyó la persecusión política.  La Seguridad Nacional tiene influencia de la Doctrina de Seguridad Nacional en la que se busca para luchar contra los enemigos internos de la nación y esta doctrina no solo fue aplicada por la hegemonía andina sino también por los gobiernos democráticos que iniciaron en el año 1958 con la salida de Marcos Pérez Jiménez y sirvieron de igual forma, para reprimir y defender los intereses políticos de quienes gobernaban. La DIGEPOL podría tomarse como uno de los referentes de este tipo de seguridad, un cuerpo de investigación dirigida practicamente por el difunto Carlos Andrés Pérez, cuando fue Ministro de Relaciones Interiores. Con él, la persecusión y represión a los rebeldes, guerrilleros, revolucionarios y militantes comunistas, fue incluso mayor de lo que se había presenciado antes en la historia. Pero estas policías han tenido una característica común, y es que han funcionado de acuerdo a quien las dirige y como sirven a determinados intereses, no nacionales ni de Estado sino de partidos o de gobierno, por lo que se van degenerando y corrompiendo hasta que la institución queda  totalmente viciada.  Con la entrada a la presidencia de Rafael Caldera y de COPEI, se argumentó necesario acabar con  la DIGEPOL para limpiar la institución que había sido vulnerada y desvirtuada. Así aparece la DISIP, cuyo objetivo se decía, era acabar con las estructuras paralelas creadas dentro de la DIGEPOL. La DISIP La Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención se crea, el 19 de marzo de 1969, como una de las primeras medidas del presidente Rafael Caldera y tuvo un funcionamiento estable durante los años 70 y 80, bajo el control estatal. Dos de los directores reconocidos fueron Remberto Uzcátegui Bruzual y Arpad Bango, quienes ejercieron funciones durante el gobierno de Luis Herrera. En ese tiempo la DISIP llegó incluso a ejercer patrullaje y tareas de orden público por la gran cantidad de recursos con que contaba. Sin embargo su descomposición no se hizo esperar sufriendo el mal del personalismo y de intereses personales que suelen corromper todo lo que tiene que ver con el Estado. Se acusa a Porfirio Valera de iniciar dicha descomposición, aunque ya en sus inicios tuvo ciertos problemas. Durante el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, la DISIP sufrió muchos escándalos. Se dice que el, entonces, comisionado Orlando García Vásquez, un cubano críado en Venezuela y cercano a Carlos Andrés, que había conocido a Betancourt en La Habana y a Pérez en Costa Rica cuando pertenecía a la Unión Insurreccional Revolucionaria (UIR), introdujo agentes para tomar el control del cuerpo policial, restándole poder al Estado. García fue prófugo de la justicia por haber estafado a las Fuerzas Armadas y acusado de estar involucrado en el accidente aéreo de un avión de Cubana de aviación que la DISIP investigó bajo su cargo. También se manejaban partidas secretas donde determinados sujetos llegaban a cobrar cantidades alarmantes para entonces. Para los años 90, durante tiempos de rebeliones, llegaron a darse los llamados sobres bombas donde presuntamente estuvieron involucrados funcionarios de la DISIP, el cuerpo de seguridad había sido permeado hasta su área de explosivos. Sin embargo, también estuvieron dedicados a investigar a los conspiradores Hugo Chávez y Arias Cárdenas, quienes participaron en la intentona del 4 de febrero.   Este organismo llegó a mantener relaciones con otros como la CIA, el MI5 (Inteligencia Británica), el Mossad y el Bundes Nachrichten Dienst de Alemania. Para ellos fue asignado el satélite Simón Bolívar, con el control de información a traves de telefonía, transmisión de datos y acceso a internet, así como el Satélite Miranda para el monitoreo territorial. Su disolución dio paso al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) bajo la

La disputa entre don Uslar Pietri y Lord Kenneth Clark

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí En el año 1969, el canal BBC2, dio a luz un programa televisivo llamado Civilización (Civilisation) el cual vendría acompañado de una versión escrita realizada por el mismo presentador, el historiador Lord Kenneth Clark. Esta serie es una de las referencias más importantes en la producción documental y estaba orientada a dar a conocer todos los rasgos de la civilización occidental. La producción tuvo éxito en su época e incluso, personajes lejanos pero no de menor importancia como la de nuestro respetado don Uslar Pietri, quien, en su gran deseo de conocimiento puso su atención en aquel trabajo. De este interés surgió un artículo realizado por don Uslar, producto de una afirmación que realizara Ser Kenneth Clark en su programa y libro: «… cuando se me pregunta ¿qué ha hecho España para ampliar la mente humana unos cuantos pasos hacia arriba?… ¿qué es la civilización? Ruskin decía: » las grandes naciones escriben su autobiografía en tres manuscritos: el libro de sus hechos, el libro de sus palabras y el libro de su arte». Ninguno de esos libros puede ser entendido si no leemos los otros dos». La reacción de Uslar Pietri Don Uslar no pudo contenerse y escribió una respuesta a Kenneth Clark sobre aquello que aseguraba el reconocido inglés. La misma se tituló «Los expulsados de la civilización»  y en ella, don Arturo enumeró un grupo de razones por la cual España era un factor fundamental para occidente y que es «absolutamente imposible escribir la historia de la civilización occidental dejando por fuera a España». Para don Uslar, aquella afirmación es producto del prejuicio creado por la división de occidente, luego de la reforma, entre los luteranos y los católicos. Desde ahí don Arturo nos habla sobre la importancia de España para occidente con breves pinceladas: «Los árabes fueron los que salvaron la herencia griega y todo lo que quedó de Bizancio, luego del declive de Roma, y fue a través de España que se dio el contacto más cercano con el mundo islámico. Euclides, Platón, las matemáticas, la historia y la poesía occidental, volvieron gracias a ese contacto. Entre la guerra y la convivencia entre cristianos y musulmanes se dieron grandes obras de arte y arquitectónicas. Córdoba fue la capital del mundo europeo, con su mesquita se transformó en un punto de encuentro para Europa. En Toledo se formó la escuela de traductores, lugar de conservación y difusión de las culturas, en la Edad Media. Otro punto, posiblemente el más trascendental, fue la empresa de Indias. El descubrimiento fue el paso más grande que se dio para su momento. Se crearon las leyes de Indias, cambiaron las artes, la historia, el pensamiento, la economía. España fue el único Estado en el mundo que se preocupó, perturbó mental y espiritualmente, por su instalación en América y por ello Francisco de Vitoria aparecerá como el creador del derecho internacional, al formular normas donde afirmaba que esos indios tenían derechos naturales y divinos sobre los cuales el Rey de España no tenía autoridad. Por otro lado está la contrarreforma, que no solo es la lucha de luteranos contra cristianos, también es la aparición de la arquitectura y el arte barroco. De los cuatro grandes personajes de la literatura, Hamlet, Fausto, don Quijote y don Juan, dos son españoles. Velásquez nunca es nombrado por Clark, que al omitirlo, expulsa de la historia al creador y su obra «Las meninas», sobre la cual el mismo Foucault llega a analizar. Para Clark, en el libro de las artes no debió existir el impresionismo ni Goya, quien fue estudiado por sus colegas europeos. Omite también a Juan Gris, a Dalí, a Juan Miró y a Picasso.» Es así como don Uslar, bajo estos argumentos, responde que la historia de la civilización, basado en los ters libros de Ruskin, no se puede describir sin nombrar al mundo hispánico. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez Fuente Pietri Uslar, Los expulsados de la civilización. 1973, Embajada de Venezuela en España. 

Guzmán Blanco

Guzmán Blanco y el Esequibo venezolano

«Los que me acusan de traición son los que se conforman con el cabo Nassau, y cuando más, el Pomarón… Patriotas los que ceden el territorio y traidor el que reivindica ese territorio» Guzmán Blanco. Cuando se revisa la historia que gira en torno a nuestro Esequibo, tenemos a un actor que dentro de una gran polémica tuvo cierto protagonismo que la críticos y enemigos transformaron en argumentos para el descrédito. Bajo la revisión hecha por Polanco Alcánta se encuentra que una parte de la labor de Guzmán Blanco sobre aquel territorio fue mantenido en silencio a pesar de la gran presión que sobre él caía. No todas las acciones de gobierno pueden ser divulgada como campaña política, ciertas estrategias deben quedar lejos de la opinión pública por temas de seguridad. Si las decisiones tomadas fueron correctas o erradas, queda de quienes estudien el caso sacar las conclusiones. Revisemos entonces como fue aquella labor del Ilustre Americano, para entonces. Detrás del telón del Libertador El Ministro Plenipotenciario, designado el 16 de mayo de 1884, por el Presidente Joaquín Crespo y por el Consejo Federal, Guzmán Blanco, junto a su familia, habían abordado el vapor «Caracas», el lunes 2 de junio de aquel año, teniendo como destino final Europa, pero pasarían primero por la ciudad de New York. Esta parada muchos la nombran por ser cuando Guzmán Blanco inauguró la estatua de bronce del Libertador en New York. La belleza de Ana Teresa y Tasia no pasaron por alto ante los ojos de los periodistas, así como la abundante barba y el dominio del inglés del diplomático venezolano. Lo que no se decía era que su misión allá trascendía a la simple inauguración y presencia en actos diplomáticos rutinarios, pero esa labor fue de tal confidencialidad que no se encuentra registrada en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela aunque se cree que si era de conocimiento tanto del Presidente como del ministro de relaciones exteriores. Uno de los primeros indicios que tenemos es que el gobierno venezolano informó que el General Guzmán Blanco, ex presidente de Venezuela iría a las Estados Unidos con carácter estrictamente privado. Para entonces, gobernaba el presidente Chester Arthur y el Secretario de Estado era Fred J. Frelinghuysen quien lidiaba con el gobierno Británico quien, según relata Polanco, buscaba disponer del mercado de los Estados Unidos de América para colocar sus productos en sus colonias del Caribe. Al llegar el ministro de Venezuela en los Estados Unidos, Antonio Soteldo, según información encontrada en los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, en el Departamento de Estado, pidió audiencia para Guzmán Blanco con el presidente Arthur para tratar la controversia de Venezuela con Inglaterra y solicitar mediación de los Estados Unidos.  No hay referencia de que el presidente lo haya recibido pero si el secretario de Estado. Ya en 1880 había niniciado Guzmán los contactos con los Estados Unidos informando a través del ministro venezolano, Simón Camacho, sobre las acciones inglesas para controlar las bocas del Orinoco. Guzmán que venía trabajando el tema, conocía la política inglesa y entendía que Venezuela no estaba en la capacidad de usar la fuerza contra el Imperio Británico, pensó en aprovechar la situación de entonces para sacar ventaja consiguiendo de aliado a los Estados Unidos de América. No solo se trató la controversia territorial con Gran Bretaña, también con Francia, así como ciertas denuncias de norteamericanos, sobre la cual, Guzmán logró el apoyo y avances en el caso francés, aunque el tema con Inglaterra era más complejo. Aparentemente el Ilustre Americano ofrecía, tentativamente, un Tratado de Amistad  con los Estados Unidos que permitiera la libre navegación de estos por el Orinoco venezolano. Esto podría verse como la génesis del famoso fraude que favoreció a Gran Bretaña y que tanto el Ministro Fortique como el mismo Guzmán más tarde vieron como un peligro: Venezuela estaba en desventaja ante cualquier arbitraje por no existir un escenario realmente imparcial que permitiera dar lo justo respetando lo que antaño fue de España y que por naturaleza corresponde a Venezuela. Lo dijo Fortique y lo reafirmó Guzmán Guzmán lleva anotado todo en un cuaderno de forma minuciosa y no para de ir de un lado a otro. Este dinamismo diplomático recuerda al Ministro Fortique, quien fuera posiblemente el mejor diplomático que ha tenido la República. Así como Fortique tuvo que enfrentar con pocos recursos y apoyo, las labores para el reconocimiento de Venezuela en el viejo mundo, como república; tuvo que lidiar con el tema Esequibano y conseguir que Inglaterra aceptara comerciar con Venezuela; Guzmán Blanco estaba, sin tratar de exaltarlo, sin los recursos necesarios ni mayor apoyo que un asesor para la larga labor que era tratar las diferencias con Francia y, especialmente, Inglaterra. Dependía de sus capacidades, quedando casi, su labor, de forma personal. Inglaterra vivía un momento difícil con los desaciertos de Gladstone y la entrada de Lord Salisbury, aun mantenía una postura común frente a los reclamos fronterizos y los arbitrajes, la cual era negarse y llegar a un acuerdo entre los gobiernos. Guzmán, por otra parte se apoyaba en las labores de Fortique, defendiendo la constitución de la Federación. En la carta que escribe de parte de la Legación de Venezuela en Londres, el 30 de diciembre de 1884, desde la 194, Queen’s Gate, Guzmán se apoya en el artículo 3° de la constitución de la Federación que establece la delimitación geográfica de Venezuela, que corresponde a la misma de la Capitanía General de Venezuela, adoptada en 1810; y al artículo 4° donde indica que los Estados se obligan a no enagenar a Potencia extranjera parte alguna de su territorio. En dicha carta explica que es imposible para Venezuela tratar el tema fronterizo sin un arbitramiento o un tribunal porque cualquier acción diferente a ellas sería considerado anticonstitucional, ergo, ningún representante podía negociar el territorio con ninguna potencia extranjera. En ese punto Guzmán se encuentra en un intercambio de comunicados donde Inglaterra solo está dispuesta a tratar el problema adoptando

El enciclopedista Andrés bello

«Nosotros, deseosos de cooperar a que se remueva de América la ignorancia, que es causa de toda esclavitud, y fuente perenne de degradación y de miseria; anhelando presentar a aquel pueblo las riquezas intelectuales de los pasados siglos para que él mismo prepare las del siglo futuro» Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Venezolanos insignes han cubierto la esfera con sus ideas y obras, pero entre ellos debemos detenernos en uno muy especial y que a pesar de su fama, ha sido poco estudiado, por lo menos como es debido. Andrés Bello es uno de esos grandes hombres que dio al mundo sus letras dejando en ellas parte de la historia venezolana, así como fue uno de los hombres más influyentes de su época en la nación chilena. Vivió nada menos que los últimos años de la Capitanía General de Venezuela, se mantuvo en Londres durante la Guerra de independencia americana y regresa para ver el final de Colombia, la grande. Un niño poco común En el Valle de Santiago de León de Caracas, nació Andrés de Jesús María y José Bello López, el 29 de noviembre de 1781, hijo de Bartolomé Bello y Ana Antonia López, una unión de familias de blancos pobres de Caracas. Sus primeros estudios los realiza en su hogar, para luego pasar a las manos de Cristobal de Quesada en el convento de Las Mercedes, lugar donde inicia sus estudios humanísticos y aprenderá el latín. Ingresa como laico en el seminario de Santa Rosa y realiza toda su formación hasta egresar, el 14 de junio de 1800, como bachiller en artes —lo que correspondería a Filosofía y Ciencias— y aunque intenta seguir sus estudios de medicina y leyes, no pudo seguir costeándolos. Ya en sus primeros años de edad se evidencia esa llama de aprendizaje en él, y que ante aquella dificultad económica, le permite sostenerse dando clases privadas. Caso a destacar es que llegó a darle clases al Libertador, siendo corta la diferencia entre sus edades, apenas dos años. Vida pública de Andrés Bello Con tan solo 23 años es ingresado a la administración pública como Oficial de Secretaría de la Capitanía General y va ascendiendo, llegando a ser, en 1807, Comisario de Guerra. Al instalarse la primera imprenta en Caracas, traída por Mateo Gallagher y Jaime Lamb de Trinidad, se motivó la creación de la Gazeta de Caracas, lugar en el que Bello participará como redactor. Junto con Isnardi, intenta la creación del periódico el Lucero, pero apenas y salió un piloto. Los pies en Londrés y el alma en América Bello fue distante con respecto a la independencia de la Capitanía. Aunque su corazón estaba en el Nuevo Mundo, como lo demostraron sus obras, y tenía afecto por las ideas de independencia, se mantuvo aparte de la misma. No era un hombre de recursos ni un apasionado hombre de armas, así que pasó los años de la guerra, lejos de su tierra de origen, en Inglaterra. En el viejo mundo logra culminar su formación, donde será un gran consumidor de conocimiento humanístico, y se dedicará al estudio de filosofía, literatura, leyes, historia y geografía. No solo conseguirá en la tierra donde habitaron los bretones el placer del saber, en 1814 forma familia con  Mary Ann Boyland, de la cual tendrá tres hijos, Carlos, Francisco y Juan Pablo. Su vida, sin embargo, estará llena de dificultades al no poder cubrir sus gastos con las clases. En 1815 intenta conseguir un cargo en Cundinamarca, pero la carta es interceptada por Morillo. Igual fracasa en el Río de la Plata. Logró sobrevivir gracias a la ayuda del gobierno británico, entrando a laborar en la biblioteca del Museo Británico. Llega a presenciar la presentación de los mármoles del Partenón, en 1819. Fue colaborador en la transcripción de los manuscritos del filósofo y economista Jeremy Bentham. La tragedia fue parte de su vida en aquellos difíciles tiempos, cuando su esposa y su hijo Juan Pablo, contraen tuberculosis y mueren por esta terrible enfermedad. Es posible que su primer contacto importante con la nación chilena se haya dado en Londrés cuando, en el año 1822, es nombrado como Secretario de la legación chilena en Inglaterra. De aquella saldrá la recomendación para ser contratado posteriormente por la naciente República chilena. Su trabajo es reconocido al punto de llegar a trabajar en dos revistas, lugar donde podría expresar sus ideas. Crea junto a Juan García del Río su primera revista, Biblioteca Americana, financiada por un grupo de americanos entre los cuales estaba el venezolano, Luis López Mendez. y expresa las hermosas palabras para el Nuevo Mundo: «Si esta es, pues, la época de transmitir a la América los tesoros del ingenio y del trabajo, si la difusión de los conocimientos es tan esencial a su gloria y prosperidad; todo el que tenga sentimientos americanos debe consagrar sus vigilias a tan sano objeto, contribuyendo a que se esparza la luz por aquel continente, brille en todos los entendimientos e inflame todos los corazones; a que se refleje en nuestras instituciones sociales y se mezcle en fin con el aire mismo que respiramos» En 1824 contraerá matrimonio con Isabel Antonia Dunn. Su obra de Venezuela para la América hispana Bello era una mente brillante y eso le permitió escalar en influencia durante sus años de madurez, siendo, luego de la legación chilena, Secretario de la Legación y Encargado de Negocios de la unión colombiana. De ahí no se detuvo y en el año 1829 desembarca en Valparaíso. Tan solo a su llegada, su presencia se hizo notar y el gobierno chileno lo nombra Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda y luego pasa con el mismo cargo al Ministerio de Relaciones exteriores. Milita, incluso, en la política chilena, llegando a ser Senador de la República desde el año 37 hasta el 55. Es parte de la creación de la Universidad de Chile, de la cual será su Primer Rector. Es nombrado por la Real Academia Española como miembro honorario

Humberto Fernandez Morán

Breve historia de los inicios del IVNIC

La historia del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC) está ligada, sin lugar a dudas, con el difunto y afamado científico venezolano, Humberto Fernández Morán. El Presidente de entonces, Marcos Pérez Jiménez, en su discurso del 18 octubre de 1955 afirmaba que «Los ideales cuentan unicamente en razón de la capacidad para realizarlos. Solo la finalidad del bien común puede lograr la implantación de principios perdurables», palabras que buscaban respaldo en sus obras y es el IVNIC una de las más trascendentales, junto con las vías de comunicación, vitales para el traslado y la conexión del país como un solo cuerpo. Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales Fue fundado el mes de abril de 1954 como el instituto autónomo de investigaciones más avanzado del país. Este instituto, adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, ubicado en «El Oro» en los «Altos de Pipe», a 1600 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura promedio de 18° centígrados, tuvo entre sus funciones estudiar y desarrollar, en su radio de acción, las aplicaciones pacíficas de la energía atómica. Fue un centro dedicado a las investigaciones médicas fundamentales y para la preparación de personal científico venezolano. Aprobado por el Ejecutivo Nacional, para entonces, Marcos Evangelista Pérez Jiménez, fue desginado el doctor Humberto Fernández Morán como su director. El instituto fue conectado a través de un ramal a la carretera Panamericana, lo que para la época haría que el trayecto en vehículo fuese de apenas unos 20 minutos. Dentro del proyecto inicial, el plan buscó abarcar quince unidades completas, para la investigación basica y aplicada en los campos de ultraestructura nerviosa y la neurofisiología; en el estudio de los virus neurotrópicos; en la biofísica, la bioquímica y las biomatemáticas; en la experimentación y aplicación de la neurofarmacología; en la investigación de la genética experimental y en las aplicaciones médicas de la física nuclear. El 55 fue el año de su desarrollo En 1955, apenas culminada la construcción y organización, se habilitó la Unidad Piloto que era el estudio de la estructura y funciones del sistema nervioso ya sea bajo condiciones normales o patológicas. Contó con los Departamentos de Ultraestructura Nerviosa, Electrofisiolofía, Virus Neurotrópicos, Resonancia Magnética Nuclear, Temperaturas Ultrabajas, Biomatemáticas, Bioquímica y Biofísica. Se construyeron 70 laboratorios cuyas instalaciones fueron hechas especialmente para las funciones que debía cumplir, así como se instalaron los equipos e instrumentos científicos más modernos, muchos por primera vez vistos en la América hispana. Para su construcción se tomaron en cuenta las exigencias especiales que requerían las salas, con referencia de experiencias provenientes de instituciones similares en los Estados Unidos de América, Suecia, Inglaterra y Suiza. Las paredes fueron realizadas con tabiques móviles de aluminio; pisos internos de granito y vinil; los techos con rasos acústicos; muchos de los ambientes blindados contra campos eléctricos; se crearon en el suelo y entresuelo canales cerrados para la conducción de líneas eléctricas y telefónicas, y de tuberías para agua y drenaje, todo los cuales se unen con otros canales verticales por donde corren, libremente accesibles los ductos, tuberías y cables. La unidad piloto ocupó aproximadamente 20 hectáreas, de las 1000 disponibles que tiene el instituto para su desarrollo integral. La idea fue crear una ciudadela científica e inicialmente estuvo compuesta por las construcciones de Laboratorios y Talleres Electromecánicos, en su edificio principal; la Biblioteca, con una sala de recibo y conferencias, además de un moderno restaurante; la planta eléctrica; el sótano de transformadores con una planta reguladora «Amplidyn» de 100 KW; varias casetas de transformadores; una laguna artificial de 6 millones de litros; diversos tanques, bombas, y plantas de bombeo con un pozo artesiano; la carpintería; la casa de animales y un incinerador para destruir cuerpos infectados en los experimentos; siete residencias para técnicos, científicos, personal directivo, estudiantes y obreros; una estación meteorológica; una caseta para la Guardia y la correspondiente alcabala. El instituto, como se verá, inició con un aprovisionamiento, tanto de agua como de corriente eléctrica, con una producción de 1000 kilovatios. Todo esto altamente estabilizado, bajo los requerimientos de los equipos que ahí se manejan. Fueron colocados televisores internos para mejorar la comunicación y el trabajo dentro del instituto tanto a nivel educativo como para la observación a distancia en experimentos peligrosos. Además, se le colocaron líneas telefónicas internas, así como radiofonía a base de ondas ultracortas con conexión a las oficinas de Caracas. Importancia del Instituto Durante el año 1955,  sirvió al país con el estudio de la aplicación de la vacuna antipoliomielítica Salk en un grupo de 1098 niños y ayudó a preparar a Venezuela para el convenio con los Estados Unidos de America sobre los usos pacíficos de la Energía Atómica. Este gran proyecto fue capacitado para el diseño, fabricación y reparación de casi todos los instrumentos científicos y permitió la creación de elementos de trabajo como el ultramicrótomo «Fernández Morán» con cuchilla de diamante, homónimo de quien fuera su fundador y director, al ser su creador. El primer lugar que produjo el cuchillo de diamante para cortes de cienmillonésimas de milímetro y los dispositivos del Departamento de Electrofisiología a nivel mundial fue el IVNIC, utilizando diamantes venezolanos y métodos desarrollados en el Instituto. El instituto formó parte de eventos internacionales como: II Congreso Sudamericano de Electroencefalografía y Neurología Clínica; VI Congreso Latinoamericano de Neurocirugía, Simposium de Tálamo; VI Congreso Latinoamericano de Química; Simposium de la UNESCO sobre Electromicroscopía; VI Congreso Internacional de Neurología; II Congreso Internacional de Neuropatología; VI Congreso Venezolano de Ciencias Médicas. Gracias a su avanzada instalación permitió la formación de personal científico venezolano de diferentes Universidades de la República. Fuente Archivo oficial del periodo del año 1952 al año 1955. Venezuela Bajo el Nuevo Ideal Nacional

La leyenda del díctamo Real o hierba de cierva

En los andes se habla de como se creó una hierba milagrosa, capaz de contener la enfermedad y la muerte. Son tantos los misterios que guardan nuestras montañas, guardados por los nativos; y tan pocos los que dejaron huella escrita sobre aquellas mágicas historias y mitologías americanas, que es necesario preservar este valioso conocimiento sobre nuestra nación. La hija del sol Hubo un tiempo, en las regiones andinas, donde reinaba una hermosa mujer, siempre cuidada por sus súbditos, era llevada cargada en un palanquín de oro por los campos al margen de los ríos con el sonido de la música nativa. No había ser vivo que no gozara de su presencia. Cualquier leve quebranto era visto como una tragedia y debía ser resuelto de forma inmediata. Sus cabellos eran adornados con las bellas flores y hacían contraste con el frío páramo. Danzas, fiestas y felicidad abordaba a los súnbditos de aquella hermosa hija del sol que se erguía imonente al tiempo y emanaba tranquilidad y armonía sobre todo su reino. El sacrificio de la reina Llegó un día en que a la hermosa reina se le entristeció el semblante. Una enfermedad se había apoderado de ella y sus viajes cada vez fueron más escazos. La música la hacía llorar y se negaba al baile o la risa misma; tan grande era el dolor que le producía aquel mal que la embargaba. Toda la nación se estremeció y decidieron hacer «la danza de los flagelantes» para pedir a la máxima deidad, Ches, que sanara a la reina. Aquella terrible danza consistía en sonar una maraca con una mano, mientras que con la otra se iban dando latigazos en la espalda en una procesión danzante; el sonido de aque instrumento se mezclaba con las dolorosas declamaciones y gritos. Los piaches hacían oratorios constantes ante sus ídolos, pero nada que hicieran sanaba a la hermosa señora de las montañas. Sus mejillas rojas y su piel de nieve, cada vez perdía más sus cualidades. Sus formas habían adelgazado y su cuerpo estaba débil. Ante esto, Mistajá, la doncella favorita de la reina, no se apartaba de su lado ni un segundo. El viaje de Mistajá Un día la reina habló a la hermosa doncella, Mistajá. «La muerte se acerca y yo no quiero morir. Toma esta piedra— una joya de oro macizo con forma de águila— mi padre decía que «esta águila es la mensajera de los favores con que el Ches nos ha elevado sobre los otros. Si la pierdes arruinarás tu estirpe.»Antes que el poder, prefiero la vida, así que subirás en secreto al Páramo de los Sacrificios y la ofrenderás al Ches. En alta madrugada debes partir para que al rayar el sol estés en el círculo de piedras que debe existir en la cumbre solitaria. En el centro cavarás un hoyo e invocarás al Ches con tres gritos que deben llegar lejos, muy lejos. Luego enterrarás el águila de oro y espacirás por todo el círculo un puñado de mis cabellos. Luego de esto, esperarás a una señal, de donde venga, cielo aire, tierra o agua». Con miedo, Mistajá aceptó el encargo para poder salvar a su reina y al caer la noche se dirigió al Páramo, decidida a lograr conseguir la cura de su idolatrada reina. El díctamo  Dos horas de subida era el viaje que emprendió para llegar al Páramo de los Sacrificios. Aterrada, Mistajá, en aquella cima encontró que el paso era flanqueado por una especie de espíritus. Luego de observar durante un largo tiempo, vio que aquellos mágicos seres se hacían uno con una gran hilera de piedras blancas en círculo. Superado el miedo, recordó el círculo del que le habló la reina y retomó su viaje hasta descubrir una entrada por la parte del oriente. Estaba en una extensa, gris y simétrica zona circular, era el lugar que buscaba. Se dirigió al centro y sacó un dardo con el cual abrió un agujero. Al terminar, dirigió su mirada al oriente y lanzó tres gritos que retumbaron en el cielo. Su mano, nerviosa, colocó el águila en el centro del lugar, para luego espacir cada uno de los cabellos alrededor del círculo. Trató de conseguir una señal del Ches, pero un profundo sueño le opacó la vista y la derribó. Los primeros rayos del sol descendieron y al percibir el paso de una cierva, Mistajá despertó. El lugar donde había enterrado al águila estaba adornado por una hermosa vegetación donde abundaba una hierba especial que consumía la cierva. Su corazón se llenó de gozo, era aquella la señal que estaba buscando. Tomó la hierba y descendió del Páramo. Al dar la milagrosa hierba a la reina de los Andes, esta recuperó el color de sus mejillas, la suave textura de su piel y la energía que la caracterizaba. Desde aquel día, en los Andes, se encuentra aquel oloroso díctamo que nació de los cabellos de la hija del sol, conocida como hierba de la cierva. Se dice que si algún día alguien sacara el águila del Páramo, el poderoso díctamo desaparecerá. Adaptación de Manuel de Braganza Fuente El díctamo, Tulio Febres Cordero.

Estructura política de la Capitanía General (1810)

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Para poder analizar un periodo histórico es necesario conocer el contexto en que se desarrolla en todas sus aristas. La estructura política de la Capitanía General de Venezuela en el año 1810 nos permite conocer cómo se desencadenaron los hechos que dieron pie al 19 de abril de 1810. El Capitán General  Es la cabeza de la Capitanía, aunque es muy diferente a los que muchos creen. Era quien dirigía las fuerzas militares compuestas por milicias y unas pequeñas tropas. No podía intevenir en la hacienda y estaba bajo el juicio de residencia. Real Audiencia De aquí salían la mayor parte de las decisiones de gobierno, la Real Audiencia cumplía las funciones del ejecutivo, por decirlo de una forma, presidía sin voto deliberativo ni consultivo. El Capitan General debía consultar a esta para los negocios importantes. De ella se aplicaban las leyes judiciales como tribunal de alzada y es la defensora de los derechos de los residentes, con la capacidad de apelar al Rey. El Intendente Es independiente del Capitán General y se encargaba de recaudar las rentas, nombrar a los empleados de ramo y decidir judicialmente. Gobernadores Gozaban de cierta autonomía con excepciones en asuntos militares y de hacienda. Son delegados de la Real Audiencia en las Provincias. Ayuntamientos Eran el centro de la vida pública en la Capitanía General. Se componen, principalmente, de criollos. Aquí es donde aparece el Cabildo, compuesto por regidores y alcaldes de elección. Estaban dedicados a las libertades municipales e integrados por el mantuanaje u oligarquía de la época. Solían defender los derechos de los terratenientes, motivo de su impopularidad entre las castas no criollas que tendían a favor del porder Real. Sobre los hechos posteriores al 19 de abril El Capitán General fue depuesto por ser un enviado del usurpador francés, lo que dio motivo a los criollos de levantarse en contra de él en favor de Fernando VII, a través de la creación de Juntas en defensa de su poder, imitando a la metrópolis y tratando de igualarse a ellas en poder, pero estando acéfalos y con el desprecio de la metropolis, inicia el proceso de la retroversión de la soberanía cayendo en poder de los criollos. La Corona había buscado, en letra muerta, equilibrar las leyes en favor de las demás castas y de los mismos españoles europeos, lo que no agradaba a los criollos, ignorando de facto cualquier intento de igualdad, y al darse la guerra, grandes cantidades de hombres fueron al bando realista por mirar con malos ojos a los patriotas, al ser sus dirigentes, en mayoría, de la casta criolla. Boves sacó provecho de esto para sumar tropas a sus filas. Sin embargo es importante aclarar que muchos de los patriotas, los más jóvenes, tenían su corazón en los ideales que se propagaban y que los grandes poseedores de tierras dieron todos sus recursos por vencer, lo que hace de aquella guerra una verdadera batalla por la soberanía, la libertad y contra la dominación española; no por la mera ambición de poseer como algunos, sobre todo los que se levantan a favor de la razón hispana, obvian en sus argumentos. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez Fuente Historia de la primera República de Venezuela, Caracciolo Parra Pérez.

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