En 1999, Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela, marcando el inicio de uno de los gobiernos más tiránicos y antipatrióticos de su historia. Uno de los momentos más controvertidos y desacertados de su presidencia se produjo en 2004, cuando decidió cambiar radicalmente la postura de Venezuela respecto al Esequibo, un territorio en disputa con Guyana que había sido motivo de tensiones diplomáticas durante décadas.
Hasta 2004, Chávez mantuvo una posición firme de no permitir concesiones dentro del territorio en conflicto. Durante años, había sostenido que Venezuela no cedería ni un centímetro del Esequibo. Sin embargo, ese año, durante una visita a Georgetown, Guyana, Chávez sorprendió a propios y extraños al afirmar que Venezuela no sería un obstáculo para proyectos que beneficiaran a los habitantes del Esequibo. Esta declaración abrió la puerta para que Guyana comenzara a otorgar concesiones en la región.
Chávez llegó incluso llegó a afirmar que el asunto del Esequibo sería eliminado del marco de las relaciones sociales, políticas y económicas entre ambos países. Este giro en la política exterior de Venezuela respecto al Esequibo generó una serie de críticas y cuestionamientos tanto dentro como fuera del país.
En los años posteriores, Guyana aprovechó esta nueva postura de Venezuela para avanzar en sus intereses en el Esequibo. En 2007, el presidente guyanés Bharrat Jagdeo, en un contexto en el que ambos países eran gobernados por líderes socialistas, solicitó a Hugo Chávez que pusiera fin a la reclamación venezolana sobre el territorio en disputa.
La respuesta de Chávez fue una serie de reuniones con Jagdeo y la participación de organizaciones como la Comunidad del Caribe (Caricom) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). En estas reuniones se acordó congelar la disputa con Guyana, lo que generó especulaciones sobre los motivos detrás de esta decisión. Algunos sostuvieron que Venezuela buscaba obtener el apoyo de los países caribeños para asegurar un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El internacionalista David F. Santana nos recordó recientemente las declaraciones de Chávez
Este episodio histórico dejó una marca indeleble en la política exterior venezolana y en la relación con Guyana, y su impacto en la región continúa siendo objeto de análisis y reflexión. La entrega del Esequibo por parte de Chávez en 2004 es un acontecimiento que sigue resonando en la historia territorial de Venezuela.
