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Nogales Méndez, el aventurero venezolano

La historia venezolana está cubierta por héroes y hombres que parecen haber salido de leyendas. Rafael Nogales Méndez, es sin duda, uno de esos personajes que logró dejar una huella en la historia universal tanto con sus acciones en múltiples guerras alrededor del mundo, como con la pluma. De la cuna a la aventura Rafael Ramón Intxauspe Méndez nació en San Cristobal, Táchira, en los andes venezolanos, el 14 de octubre de 1879; bautizado en la iglesia Parroquial San Sebastián, su padre fue Pedro Felipe, dueño de las minas de Cobre de Seboruco, los cultivos de café en El Abejal y uno de los grandes accionistas del Gran Ferrocarril del Táchira. Su apellido Intxauspe, de origen Vasco se castellanizó a Nogales. Fue biznieto materno del coronel Luis de Intxauspe, prócer venezolano y descendiente del capitán español Diego de Méndez. A los 7 años, ya se educaba en el viejo mundo, entre Alemania, Bélgica y España. También creció con llaneros, donde aprendió a cabalgar y a enlazar toros. A 18 años de edad ya era subteniente en el Ejército Español, lo que lo llevó en 1898 a participar en la guerra hispano-estadounidense, donde tuvo su bautizo de fuego, bajo la escuela del General Weyler. Cursó literatura y a su vez, logró ser oficial de Estado Mayor. Hablaba casi como nativo el inglés, y fluido el francés, turco y alemán; también el italiano. Ingresó a su país durante el gobierno de Cipriano pero su paso fue corto, ya que una crítica y su oposición al Presidente le costó una orden de arresto. Al no tolerar al cabito, y volvió a viajar. Intentó derrocar a Cipriano sobre la Goleta Libertad, pero fue derrotado, herido y contrajo malaria, lo que lo hizo viajar a México, protegido por Porfirio Díaz. Fue oficial de inteligencia en China y trabajó como doble agente en la guerra ruso-japonesa. Peleó en Alaska, África, atravesó los Alpes y vivió en Afghanistan. Estuvo como cowboy en Arizona y minero en Nevada, y fue herido en Puerto Arturo. De regreso a la patria Recorría la frontera mexicana bajo el mando del Gral. Ricardo Flores Mogan, cuando se enteró de la salida del poder de Cipriano. Volvió a su tierra natal, pero al ver el gobierno de Gómez, rápidamente pasó a conspirar contra él. En principio, fue gobernador de Apure y se alzó contra Gómez, pero no logró sostener su levantamiento. Sin embargo, según sus propias letras, Nogales Méndez desistió de conspirar contra el benemérito: «Haber seguido hostilizando al Gobierno del Presidente Gómez en tales circunstancias (inicio de la Gran Guerra), hubiera sido hasta antipatriótico de mi parte» Bajo este pensamiento, partió a Bélgica para intentar participar en la primera guerra mundial. Bajo la media luna «En estos días tuvimos el gusto de saludar al intrépido y pundoroso General, Rafael Nogales Méndez, venezolano, quien, procede de Constatinopla, ha venido a pasar una breve temporada en la Metrópoli germánica» Nogales Méndez ingresó a los Ejércitos centrales con el rango de comandante deEstado mayor, y mantuvo su nacionalidad venezolana. Combatió contra los rusos en el caucaso y en el norte de Persia; sofocó la Revolución armenia como director del sitio de Van, desde marzo a abril de 1915. Bajo el mando de von der Goltz Pachá, estuvo en guerra en Mesopotamia, como miembro del Estado Mayor. En Egipto, fue gobernador militar de parte de la costa de Palestina. Participó en la primera y segunda batalla de Gaza, como Jefe de Plana Mayor de la III División de Caballería Imperial, donde fue herido. En mayo de 1917, condujo una expedición independiente detrás del frente enemigo, prediendo fuego a El-Hafir, e hizo volar por los aires al ferrocarril militar inglés en El-Arrish. Fue el último oficial turco que mantuvo la autoridad del Sultán en Egipto. Redujo a cenizas las 2/3 partes de la capital de Armenia. La pluma y la muerte Luego de la Gran Guerra, viaja a centroamérica y conoce a Sandino. luego viaja New York y vuelve a Europa, siendo en Londrés donde dicta conferencias sobre su vida militar. Escribió varios libros, y sus memorias son reconocidas fuentes sobre el exterminio armenio. En sus últimos tiempos, fue nombrado comisionado en Panamá, para estudiar al ejército de dicho país. Muere de parálisis Bulbar y es enviado al Puerto de La Guaira donde estuvo abandonado largo tiempo. Sus restos reposan en el Panteón de los Suboficiales en el Cementerio General del Sur en Caracas. El profesor Mehmet NecatiKutlu, de la Universidad de Ankara, escribió una tesis con el título Nogales Méndez, un caballero andante en Turquía.

La navidad en Venezuela

Diciembre es uno de los meses más intensos en celebración de venezuela. Aunque esto coincide con toda la cultura occidental, las tradiciones criollas se han mezclado con las de otras naciones, haciendo difícil distinguir el resultado del mestizaje y la herencia hispana, con el sincretismo moderno, siendo la navidad en Venezuela, una variación y tradición digna de estudio. Diciembre es una época de unión familiar, de amor y fraternidad. Por ello, dedicamos este artículo dedicado a esta increíble época. La música La navidad en Venezuela amanece con múltiples géneros musicales que abarcan todo el territorio nacional. El aguinaldo Un género de música folclórica venezolana, característico del mes de diciembre. El género deriva del villancico europeo y se divide en aguinaldo de parranda y aguinaldo religioso. La tradición consiste en que los músicos van de pesebre en pesebre, para cantar los aguinaldos. Esto suele darse, hoy en día, en los pueblos, ya que en ellos se conservan más las tradiciones que en las grandes ciudades. Para varios autores la palabra aguinaldo significa «regalo» por lo que explica que los aguinalderos, que van a cantar a los pesebres, reciban regalos como dulces y comida, luego de cantar. Entre el 16 y el 24 se celebran las misas de aguinaldos, que preseden a la misa de Gallo, únicas para Venezuela, ya que la tradición católica no acostumbra cantos alegres durante este periodo. Esta tradición suele culminar con fuegos artificiales, aunque en algunos casos solo se toma chocolate o café. En el caso de las parrandas, se trata de aguinaldos, donde los músicos o parranderos van de calle en calle, interpretando los aguinaldos. Aunque en el caso de la parranda, este género se ha desprendido de la época navideña y suele darse durante todo el año, en ciertas zonas del país. La gaita zuliana Es un género musical característico del estado venezolano, Zulia. Se dice que su nombre significa «cabra» y se relaciona con el género porque de la piel de ella se construye la membrana del furruco. Es un género que toma forma con el mestizaje entre la herencia española y las formas aborígenes, y africanas. Este género se da especialmente en diciembre, junto con las celebraciones decembrinas, pero también durante todo el año en algunas regiones del país. El pesebre o nacimiento Esta es una tradición proveniente de España e Italia, y que en Venezuela perdura, acompañada por el estilo artesanal venezolano. En España, a esta representación se le llama Belén y consta de hacer una interpretación del nacimiento de Jesús. La navidad en Venezuela está principalmente adornada por su pesebre, ubicado en calles, casas, establecimientos e instituciones. Gastronomía navideña Si algo caracteriza la cultura venezolana y a la navidad en Venezuela, son sus platos y en diciembre se visten de gala. La gran esperada durante todo el año es la hallaca venezolana, una torta de harina de maíz rellena de un guiso que mezcla ingredientes como nuestras etnias, aborigen y española. Esta delicia viene vestida de hojas de plátano. El pan de jamón no se queda atrás y acompaña a la hallaca, relleno de jamón, tocineta, pasas y aceitunas. Todo esto junto a la magnífica ensalada de gallina y el pernil de cochino. Como postres, aparece el dulce de lechosa, la torta negra y el panettone. Entre las bebidas destaca el ponche crema, un licor dulce que se prepara, principalmente, durante las fiestas navideñas. Entre sus ingredientes están la leche condensada y el ron venezolano. Fue creada por el venezolano Eliodoro González P. cuya patente fue entregada por el propio Cipriano Castro, ex presidente de Venezuela. La paradura del niño Se trata de una tradición unida al pesebre, ya que consiste en el «robo» y la «búsqueda del Niño». Esta se realiza desde el 1 de enero hasta el 2 de febrero. Es una tradición muy común en las zonas de Mérida, Boconó y Barinitas. En ella se interpreta que el Niño ya puede caminar y se ha levantado del cuidado de sus padres, y nadie sabe donde está. En algunas regiones suelen teatralizar la paradura, como elemento característico de la navidad en Venezuela. La danza de los pastores Esta danza es típica de Aragua y Carabobo, justo en la misa de Gallo, donde un hombre vestido de colores y con cachos en la mano se dirige a la iglesia, danzando seguido por unos pastores y pastorcillas con sombreros de cogollo, el titiriji, el viejo y la vieja. Las pastorcillas son hombres vestidos de mujer. Cuando culmina lamisa, aparece el Ángel Gabriel, representado por una niña, quien saluda al Niño e inicia una danza junto con el hombre de los cachos y los pastores. Al final los pastores entregan un presente, para agradecer por el pago de sus promesas, hasta que el hombre de los cachos entrega los cuernos como ofrenda. Se acompaña con aguinaldos religiosos conocidos como el villano, el entregue y el levante. El día de los inocentes, los locos y las locaínas Estas tradiciones se dan el 28 de diciembre, en Venezuela, se acostumbra hacer «caer por inocente» ese día a los conocidos. Se le engaña con algo que desea y luego al verse la víctima, ilusionada, se le dice «caíste por inocente. Esto va arraigado a los locos y locaínas, una celebración pagana que la iglesia buscó acabar en Europa, cambiándola por el día de los Santos Inocentes. En Venezuela se da principalmente en Carabobo, donde personas se disfrazan de locos y salen a pedir dinero para un hijo enfermo, usando bromas jocosas y vestuarios llamativos. Los hombres suelen vestir de mujer, y las mujeres de hombre. Los Reyes Magos Se celebra el 6 de enero y evoca la llegada de los reyes, quienes traen regalos a niño Jesús. En algunas regiones se suelen hacer representaciones teatrales, pero su forma más simple es la aparición de los reyes en el pesebre. Los niños colocan zapatos en las puertas de sus habitaciones para que los reyes depositen sus presentes. Se realiza una cena donde se invitan a amigos y

El hachador perdido

Los espantos acechan nuestras tierras con sus tormentos como el silbón. Existen aquellos que guardan la tierra del hombre, una conciencia que queda en la narración de nuestros antepasados hasta hoy. No solo son cuentos para aterrar a los más pequeños, nos recuerdan que debemos cuidar de nuestro entorno, actuar bajo códigos morales y mantener las tradiciones; forman parte de nuestra educación. Es muy valioso mantener ese acervo cultural y recordar que en la villa de  San Fernando de Ospino, principalmente durante los días santos, suele deambular el Hachador.  Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El requiem del Hachador «Si por la noche se escucha cabalgar algún lamento en San Casimiro, se pinta la sombra de tu recuerdo, si es que te encuentras penando en las montañas del tiempo, con gusto Hachador Perdido, yo te rezaré tu Credo.» A mediados del siglo XX, un leñador decidió construir su propia urna para el viernes santo y partió hacia las montañas en busca de madera. Antes de salir, una mariposa negra se posó en su puerta, lo que era de mal augurio, ya que donde estas se detienen se acerca la muerte. Sin embargo, era un hombre ambicioso y no creyó en la advertencia de aquellas antiguas creencias. Cuando emprendía a cortar el tronco que usaría, Dios lo castigó quitándole la vida. Su alma quedó condenada a vagar por aquellas tierras donde en vida habitó, acechando a los cazadores y leñadores que se atrevían a ir tras las lapas o la madera. Cazador hachado En los años un ochenta, un grupo de amigos se fueron de cacería en Ospino. Salieron de noche, cuando ya todos dormían. Entre los amigos que se aventuraron, estaba Luis Tavares, que bajo presión social cedió participar, aunque no era muy dado a andar por aquellos lares de noche. El grupo armó un espacio para acampar cerca de un río, y así tener cerca una fuente de agua en caso de necesitarla. El joven Tavares, con el temor de la oscuridad, se armó con una «morocha», una escopeta de dos cañones.  Prepararon la logística para poder tender una trampa a la presa y a Luis ubicaron en un árbol, donde esperaría en lo alto. Cargaba con él una linterna, aunque la mantenía apagada para no ahuyentar a la posible víctima.  Luego de un largo rato de espera, Tavares decidió encender la linterna, y de pronto, entre las ramas, vio unos ojos brillantes, como si se trataran de dos llamaradas que flotaban apuntando hacia su ubicación. Escuchó un ruido de pasos sobre hojas secas y buscó a su alrededor, pero había perdido los ojos de vista. El árbol donde se encontraba tembló desde su base. El sonido de un impacto asustó a Tavares.  Aterrado, el joven cayó del tronco y se le disparó la escopeta, lo que alertó a sus otros compañeros. Ellos fueron hacia donde el se encontraba y lo auxiliaron, aunque todos negaron haber visto a alguien, coincidieron de que se trataba del Hachador.  Al Hachador no le gusta la tala Durante los años 50′, gobernaba la junta militar, quien se dedicaba a realizar obras y proyectos en distintas regiones del país. Nuestra Señora de La paz de Guanarito no pasó desapercibida para el gobierno. Se establecieron cubicadores de madera en las montañas de Guanarito, Turén y Ospino. Mientras trabajaban, muchos reportaron que un hombre los acechaba con un hacha. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí

El Silbón: del hombre a la leyenda

«Dicen que El Silbón nació en El Vijao,y otros que en Guanarito se ha criao;pero lo cierto es que entre Portuguesa y BarinasEl Silbón se ha quedao», Juan Pablo Rojas Hidalgo. Cuando cae el mes de mayo en Portuguesa, sus habitantes saben que es momento de recogerse en sus casas, ya que mayo es el mes de los espantos. Los muertos caminan por las noches, bajo las lluvias y la oscuridad, buscando a aquellos que, obviando las advertencias de sus abuelos, se aventuran en busca de placer y fortuna.  ¿Quién era «El Silbón»? Joaquín Flores nació en El Vijao, en el estado Barinas, hijo de Carolina Flores y de Rosendo Silva. No sé sabe con exactitud cuando nació, pero se presume que fue en el siglo XIX, aunque algunas investigaciones dicen que pudo ser mucho antes. Tenía un hermano llamado Juan Flores y un perro llamado «Tudesco» neologismo de «thiudiska», nombre que recuerda la presencia de los alemanes, primeros en gobernar en territorio venezolano, ya que así denomiban los indígenas al alemán Nikolaus Federmann; quien fuera Teniente de Gobernador de Coro y brevemente Capitán General de la Provincia de Venezuela.  La leyenda El «canilludo», era como apodaban a Joaquín por su estatura. Era un joven de esos a los que se les dice «malcriado» por su comportamiento caprichoso y dado a reacciones iracundas, posiblemente producto de no haber sido reconocido por el padre y ser consentido por la madre. Un día de mayo, junto a su perro Tudesco, salió con su progenitor a cazar, quien buscaba asumir su rol paterno y corregir a su hijo quien había obtenido el vicio de la bebida. Joaquín estaba deseoso por conseguir un venado, pero el «canilludo» era muy poco hábil para la caza y pasaba más tiempo silbando que cazando. Debido a su poca destreza, pidió a su padre que le cazara un venado pero este se negó, para obligarlo a conseguir su propia presa y que parara de silbar.  Resentido, Joaquín desistió de la caza y de regreso, una garúa cayó sobre ellos. A lo lejos una tormenta daba un espectáculo en el cielo, lo que hizo que apuraran el paso. Por el camino, ambos se encontraron un tronco que les impedía avanzar. —Enderéceme ese palo— dijo Joaquín escondiendo una sonrisa burlesca—. —¿Cómo lo voy a enderezar, canilludo, no ves que creció torcido?— respondió el señor Rosendo, molesto—.  —Eso mismo pasó conmigo, me dejaste crecer torcido y ahora pretendes enderezarme. Joaquín agarró a su padre por sorpresa y lo derribó de un golpe, para luego matarlo en el suelo. Agonizándo, su padre lo maldijo a vargar por la eternidad, cargando sus huesos en su espalda como eterno tormento sin poder parar de silbar. Sin embargo, no le bastó con aquel horrendo acto, sino que además le sacó la asadura y se la llevó a su madre para que la salcochara.  Algunos cuentan que al regresar a casa también mató a su madre y que su hermano Juan trató de detenerlo pero apenas y logró sobrevivir.  ¿Viene «El Silbón»? Se dice que cuando su silbido se escucha cerca es porque está lejos y cuando se escucha lejos es porque está cerca. Los relámpagos y la lluvia, anteceden su llegada en las noches de mayo. Va acompañado de su perro Tudesco, quien fielmente le sigue eternamente.  Cuando una familia escucha, durante la noche, a alguien dejar caer un saco, es posible que el silbón esté contando los huesos de su padre. Si se le escucha contar, no ocurre nada, pero si nadie lo escucha, al amanecer un miembro de la familia de la casa morirá. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Adaptación: G.J.Jiménez Notas Esta historia corresponde a una adaptación de la leyenda de «El Silbón», basada en lo que se cuenta sobre él en el Llano venezolano. Aquello que dio vida a la leyenda, posiblemente haya quedado olvidado en el tiempo. Otra historia, cuenta que fue el abuelo quien lo maldijo y que asesinó a su padre porque este insultó y mató a su esposa por ser una mujer de mala vida. 

José Rafael Lovera: Gastronomía e historia

«Lo que la gente llamaba «historia» se limitaba a historia política, historia militar, historia del arte tal vez. Pero historia de la vida cotidiana, prácticamente nada; e historia de la alimentación menos todavía». La gastronomía tiene un lazo estrecho con el folclore y la historia de una nación. Es una característica única de cada cultura, la forma, el cómo y lo que comen, sus platos típicos, en una relación directa con los personajes y los hechos históricos. Por ello, es necesario conocer a José Rafael Lovera, un historiador y especialista en gastronomía que ha dejado obra tangible de su aprendizaje a través del tiempo. Una infancia en el fogón «Era la que cocinaba en casa de mis padres, a quien le dediqué mi primer libro que fue ‘Historia de la Alimentación en Venezuela». ¿De dónde viene el hombre? Ese lugar no es tan solo una ubicación geográfica, también habla de quienes lo rodean, padres, hijos y pareja. José Rafael nació en Caracas, en la parroquia «La candelaria», el 12 de febrero de 1939. Sus padres fueron el Sr. Lovera y la Sra. Perla González León matrimonio que tuvo otros cuatro hijos (Antonio José, Vicente Ignacio, Carmen Margarita y María Isabel). Según el propio José Rafael, su familia proviene de Antonio José Zamora, hermano del Gral. Ezequiel Zamora. Se casó con Maritza Montero, con quien tuvo dos hijas, a las que llamaron María Alexandra y María Gabriela.  Fue en su hogar donde nació su interés por lo culinario, gracias a una señora, que cocinaba en la casa de sus padres, llamada Paula Tovar y Tovar. Con ella se introdujo en los cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo, cuentos de aparecidos y otras historias venezolanas.  Sus primeros estudios los realizó en la antigua sede del Colegio San Ignacio, ubicado entonces, en la esquina de Jesuitas. Ya en la universidad, estudió derecho en la Universidad Central de Venezuela, egresando como abogado en el año 1961. Aquí el camino apenas empezaba a mostrarse. La historia y la gastronomía «Empecé a trabajar en eso como quien empieza a cocinar, buscando un plato que pudiera ser distribuido y eso fue ‘Historia de la Alimentación en Venezuela». Su interés por la historia lo llevó a comprar el libro «Historia Universal» de Cesaré Cantú. Al final de cada época, este libro tenía unos anexos, en los que dio con que algunos tenían información sobre la gastronomía, cosa que le pareció interesante.  Decide estudiar historia y ahí conoce el historiador Carrera Damas, quien era el director de la escuela. Este se transformó en el medio que lo llevaría a conectar con otros historiadores alrededor del mundo.  Este nuevo camino lo llevo a escribir el libro «Historia de la alimentación en Venezuela». Esta investigación, dice que llegó a tener más de 4.000 fichas de datos. El liro fue un éxito, ganador del Premio Municipal de Literatura, Mención Historia.  Lovera intentó que en la UCV se creará la catedra de Historia de la Alimentación en la Escuela de Historia, pero tuvo cierta resistencia.  Su obra no se detuvo, y fue llevada a la academia de la historia, gracias a la invitación que recibió para presentar su investigación que denominó «La política del convite» y recibir su nombramiento como individuo de número en la academia. Su presentación habló sobre Manuel de Guevara Vasconcelos y una estrategia que utilizó el Capitan General para mantener en paz a los mantuanos, convidándolos de vino y comida.  El centro de estudios gastronómicos y otros logros «Tenemos ciento y pico de recetarios; el más antiguo es de 1838 de los manuscritos… y de varias regiones en el país. Para hacer un estudio de lo realmente comido, ahí está» Junto con amistades, Lovera fundó el Centro de estudios gastronómicos (CEGA9, en el cual dio vida a una de las bibliotecas gastronómicas más abundante.  Entre sus obras se encuentran Historia de la Alimentación en Venezuela (1988), Gastronáutica (1989), Gastronomía caribeña (1991), Manuel de Guevara Vasconcelos o La política del convite (1998), El cacao en Venezuela, una historia(2000), Food Culture in South America (2005) y El retablo gastronómico(2009).   Es miembro de la Academia Francaise du Chocolat e de la Confiserie, Invididuo de número de la Academia Nacional de la Historia y miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de España.  Fuente Caracas Chronicles Voz de los creadores

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