Reynaldo Hahn: El músico nacido en Venezuela, con nacionalidad francesa y alemana

«Reynaldo Hahn era un hombre joven, todavía no había cumplido veinte años, discípulo predilecto de Massenet, con quien estudiaba en el Conservatorio, y que ya destacaba como cantante, pianista y compositor. De raza judía, había nacido en Caracas, Venezuela, y vivía en París con sus padres y varias hermanas; tenía los ojos castaños, piel de clara tonalidad morena, facciones de severa belleza y lucía negro bigotillo. Proust lo conoció a principios de verano en las recepciones de los martes en casa de Mme. Lemaire, en la Rue Monceau…» George D. Painter Biógrafo de Marcel Proust Orígenes venezolanos El 9 de agosto de 1874 viene al mundo en la ciudad de Caracas, una de las más conspicuas figuras del ámbito musical durante la Belle époque parisiense: Reynaldo Hahn Echenagucia. Hijo de Carl Hahn, adinerado ingeniero alemán de ascendencia judía y de María Elena Echenagucia, vasca-venezolana nacida en Curazao. Su padre, gran aficionado a las bellas artes, sobre todo a la música, tuvo una gran cercanía y amistad con el presidente Antonio Guzmán Blanco, llegando a desempeñarse como Cónsul General en Bélgica, con su compañía Kenedy & Hahn; junto a otros cuatro empresarios, adquieren un solar. Este era de 83 pies ingleses de ancho por 116 pies de fondo. En él se realizó la construcción del Teatro de Caracas, inaugurado en octubre 1854 en la calle de Margarita entre las esquinas de Veroes a Ibarras.  Carl Hahn contrató desde el exterior presentaciones de ópera italiana en junio de 1854. Su madre organizaba recitales y asistía parte de la élite cultural caraqueña y donde Reynaldo, a sus 3 años, cantaba.   Viaje a la ciudad de París Sale Guzmán Blanco del poder, y la familia Hahn Echenagucia parte a Europa en el barco de vapor Vandalia. Llegaron a la ciudad de Marsella en abril de 1878 y luego a la ciudad de París en abril de 1879. El pequeño niño prodigio de la música que fue Reynaldo Hahn, pronto incursionó en los grandes salones de París, incluyendo recitales de Jacques Offenbach ante la princesa Mathilde Bonaparte, sobrina del ya fallecido emperador Napoleón I. Ya con casi 11 años entra al Conservatorio de Música de Paris para estudiar piano y solfeo, en 1887 se convierte en alumno de composición musical de Jules Massenet, fue alumno igualmente de Camile Saint-Saëns, y compañero de aula de Maurice Ravel en el Conservatorio. Como pianista Reynaldo Hahn comenzó a destacarse como pianista, cantante y compositor; conoció a la pintora Madeleine Lemaire, y gracias a ella se codeó con los círculos de la aristocracia parisina; en su casa conoció al poeta Marcel Proust en una de las tantas recepciones en la calle Monceau del VIII Distrito de París. Posteriormente Reynaldo Hahn y Marcel Proust acudían con asiduidad a las recepciones de Madeleine Lemaire,  en el norte de Francia y en el Castillo de Réveillon en el departamento de Marne a unos 80 kilómetros de Paris. Relación de Reynaldo Hahn con Marcel Proust Desde que Reynaldo Hahn conoció a Marcel Proust en 1894, comenzaron a intercambiar correspondencia con bastante frecuencia; se invitaban mutuamente a cenar, ambos frecuentaban los mismos círculos de la alta sociedad francesa. Poseían gustos parecidos por la literatura y  la pintura, además de un carácter hedonista similar que los llevaba a ambos a apreciar la música de Gabriel Fauré.  Las cartas intercambiadas entre ambos reflejan una clara relación romántica que duró años, de hecho el viaje que realizaron juntos por la costa francesa de Bretaña inspiró a Marcel Proust a escribir la novela autobiográfica “Jean Santeuil”, que sirvió de cimiento a su obra “A la búsqueda del tiempo perdido”, donde narra los encuentros con la alta sociedad y su cercanía sentimental con Reynaldo Hahn. La correspondencia entre ambos continuó incluso después del estallido de la Primera Guerra Mundial; Reynaldo Hahn se alistó en el ejército francés y partió a las trincheras. Marcel Proust deseoso de alistarse en el ejército, no pudo hacerlo dada su quebrantada salud que lo incapacitó. Después de la Primera Guerra Mundial el presidente de la República francesa Gaston Doumergue, condecoró a Reynaldo Hahn con la Legión de Honor de Francia en 1927. Marcel Proust llegó a escribir sobre la música de Hahn: «Nunca después de Schumann la música tuvo trazas de una verdad tan humana, de una belleza tan absoluta, para pintar el dolor, la ternura y la serenidad ante la naturaleza». Carrera Musical La obra musical de Reynaldo Hahn es sumamente extensa; fue un brillante creador de melodías de una obnubilante belleza, organizadas en tres ciclos de melodías: Les  Chansons grisses, Études latines y Les Rondels, en estos ciclos de canciones se encuentra su muy afamada canción Á Chloris, con letra de Théophile de Viau (siglo XVI). Su obra comprende piezas para piano, corales, para órgano, música de cámara, orquestal, música incidental, comedias musicales, operetas, ballet y óperas. Fue director invitado a las temporadas de ópera de Cannes, Paris y Salzburgo. Esto lo catapulta a la cúspide de su carrera musical. Para 1934 fue designado crítico musical en el periódico Le Figaro de Paris. Últimos Días En plena Segunda Guerra Mundial Hahn decidió irse al sur de Francia.  En este trayecto, terminó refugiado en el principado de Mónaco dada su condición de judío; terminada la guerra ingresa a la Academia de Bellas Artes de Francia siendo designado director de la Ópera de Paris; perteneció a ella hasta el 28 de enero de 1947 cuando muere producto de un tumor cerebral. Es enterrado en el antiguo cementerio de Père Lachaise en Paris. En el dintel de su tumba se lee «FAMILLE ECHENAGUCIA», Familia Echenagucia, la familia de su madre venezolana. «… [..] «Instrumento musical de genio» llamado Reynaldo Hahn abrazando todos los corazones, humedece todos los ojos, en la emoción de la admiración que se extiende lejos y nos hace temblar, nos inclinamos uno tras otro, en una silenciosa y solemne ondulación de trigo en el viento». Marcel Proust Le Figaro 11 de mayo de 1903. Estrada Arriens, Mis recuerdos de Reynaldo Hahn: el

Guzmán Blanco

La herencia Guzmán-Blanco

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Antonio Guzmán Blanco fue conocido por ser un hombre que cosechó una gran fortuna, para algunos, gracias al tesoro nacional. No es secreto que viajó por Europa y que en él se generó un gran amor por la Francia de su época. Para que linaje trascendiera en el tiempo, unió sus apellidos y aunque sus herederos fueron numerosos, estos no parecieron tener la misma fertilidad o deseo de procrear que Toñito. El ilustre Americano morirá el 28 de julio de 1899 a las 21:39 y fue enterrado con honores de Gran Oficial de la Legión de Honor. La familia de Guzmán-Blanco Casado con Ana Teresa logró procrear once hijos: Carlota, Mercedes Luisa, Antonio Leocadio (homónimo de su padre), Bernardo Antonio, Simón Antonio, Ana Teresa, Andrés Antonio, Diego Antonio, Roberto Antonio, Vicente Antonio y otra Ana Teresa.  Carlota se casó con el Duque de Morny, transformándose en Duquesa. Con él tuvo tres hijos, Augusto, Anita y Antonio, quienes murieron solteros y sin descendencia. El reconocido escritor, Uslar Pietri llegó a conocerla cuando ella tenía unos sesenta años aproximadamente. Mercedes se casó con el Marqués de Noé y tuvo solo un hijo, el cuál heredó el título de Marqués, murió sin descendencia. Antonio Leocadio se casó con su prima Ana Teresa Ibarra, y de este matrimonio nació Ana Teresa Guzmán-Blanco Ibarra-Ibarra, conocida como la «Muna». Tampoco tuvo descendencia. Bernardo Antonio se casó con Lucía Olavarría Matos, sobrina del General M.A. Matos. Tuvo tres hijos y un nieto, quienes fueron Antonio Guzmán-Blanco Olavarría, Juan de Mata Guzmán-Blanco y Bernado Guzmán-Blanco Olavarría quien tuvo un hijo llamado Antonio Guzmán-Blanco Fenton con Grace Fenton.  Simón Antonio se casó con Dolores Elizondo, pero no tuvo hijos.  Ana Teresa la primera, murió siendo niña. También tuvieron una corta vida Diego, Andrés, Roberto y Vicente.  Ana Teresa, la segunda, se casó con el hijo del General Matos, Manuel Antonio Matos Ibarra y tuvo dos hijos que fueron Ana Teresa Matos Guzmán y Manuel Antonio Matos Guzmán, casado con Ana Boulton Pietri, de quien tuvo dos hijos, Manuel Antonio y Ana Teresa.  También tuvo un hijo fuera de matrimonio en Curazao con Elvira Lobo, llamado Juan Isidoro Guzmán Lobo.  Su testamento Guzmán declaró ser «Católico, apostólico y romano» y dejó su herencia a su esposa e hijos y dispuso la forma en que estos la recibirían: «las casas de residencia para Ana Teresa, las fincas agrarias para los varones, las fincas urbanas para las hijas».  A Tasia, la hermana de su esposa, con quien se dice tuvo amores y hasta que llegó a enamorarse, le dejó doscientos mil bolívares, que debían serle entregado en casas. Sin embargo, Anastasia murió antes que él, noticia que le afectó. A su suegra y cuñados les legó las sumas que le debían.  Juan Isidoro no fue nombrado en el testamento. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuente Alcántara. Biografía de Guzmán Blanco, tragedia de seis partes y un epílogo.

Diez cosas que tal vez no sabías sobre Rómulo Betancourt

“Somos demócratas de izquierda, desvinculados resueltamente de toda tutoría mental o política de importación profunda, resuelta y apasionadamente venezolanista y americanista” Rómulo Betancourt. Rómulo Betancourt representa una de las figuras políticas más polémicas de nuestra historia. Para algunos es el padre de la democracia y para otros el hombre detrás de la penetración comunista de la generación del 28. Tuvo adversarios como Marcos Pérez Jiménez, durante los años 50, así como el recoconocido don Uslar Pietri. Fue fundador del partido Socialdemócrata Acción Democrática y fue uno de los hombres más influyente en la política regional de su época. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí «La revolución contra el gomecismo no puede basarse en la obra exclusiva de la clase obrera, sino auna alianza de clases.» Rómulo Betancourt. Acá diez cosas que tal vez no sabías de él: En su participación en la conspiración contra Gómez casi muere ahogado. Salió exiliado varias veces del país por conspiración, primero durante el gobierno de Gómez, luego con López Contreras, y con Marcos Pérez Jiménez. Cuando López Contreras autorizó su regreso en 1940, los socialistas de Chile le hicieron un homenaje. En su trayecto de regreso pasó por Montevideo y Buenos Aires, donde grupos socialistas, también lo homenajearon. La llamada doctrina Betancourt que aplicó durante su gobierno posterior al 1958 influyó en el cercó que se le aplicó a Cuba. A pesar de que Betancourt y Fidel eran de izquierda, sus liderazgos se vieron enfrentados. Fue fundador y miembro de múltiples partidos de izquierda como: Partido Revolucionario Democrático (PRD), Alianza Revolucionaria de Izquierda (ARDI), Partido Comunista de Costa Rica, Partido Comunista de Venezuela, Movimiento de Organización Revolucionaria Venezolana (ORVE), Partido Democrático Nacional (PDN) y  Acción Democrática. Fue parte del golpe de Estado contra Medina Angarita, en la que también participó Pérez Jiménez Promovió una Asamblea Constituyente que se concretó en 1946. Algunos consideran que fue el autor del asesinato de «Chapita» Trujillo en venganza por el atentado en que casi pierde la vida. Su gobierno tuvo un gran número de levantamientos donde enfrentó a  las agrupaciones comunistas que lo consideraban traidor y a militares considerados «Perezjimenistas» que rechazaban su mandato. Murió en New York el 28 de septiembre de 1981. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí

Mariano Picón Salas, una vida de letras y activismo

«Por más que anduve por muchas tierras, no perdí la costumbre de ser merideño entrañable. Y los cuentos de Mérida, y el olor de sus flores, y la fiesta de aguas y verdura que engalanó el clima, me tienen en permanente trance de retornar a su paisaje.» Mariano Picón Salas. En la «Ciudad de los Caballeros de Mérida» nace, el 26 de enero de 1901, uno de los más importantes prosistas venezolanos del siglo pasado. Fue hijo único de Pío Picón Ruiz y Delia Salas Uzcátegui. Su nombre complero es Mariano Federico Picón Salas, quien de niño sería más apegado a compartir con los libros que con sus contemporáneos.  Formación  Fue formado desde la izquierda desde pequeño, ya para los nueve años su padre le ubicó un tutor francés, monsieur Marchy, quien fue de la Comuna de París. Estudia la secundaria entre Mérida y Valera. Inicia sus estudios universitarios en la Universidad de los Andes, donde empieza a unirse a grandes personalidades de su época. Para 1918, junto con Iragorry, Celis y Spinetti funda la revista Arístides Rojas. Apenas tiene 17 años.  Al cumplir la mayoría de edad tiene que tomar una decisión: dejar las montañas para ir al valle de Santiago de León de Caracas, para seguir su carrera de Leyes en la Universidad Central de Venezuela. En la capital venezolana se reunirá con los hermanos Planchart, Andrés Eloy blanco y Lisandro Alvarado; colaborará junto a su amigo Alberto Adriani para la revista «Cultura venezolana», trabajará para la cancillería y publicará su primera obra literaria «Buscando el camino». Una vida en los zapatos de Bello El joven Mariano, reconocido por su temprana intelectualidad, deberá dejar sus estudios para atender las tierras de su padre, de regreso a los Andes. Esta tarea será un fracaso y decidirá, bajo las precarias condiciones, viajar a Chile, mismo destino de nuestro reconocido Andrés Bello, por motivos económicos y políticos.  Primero se instala en Valparaiso, luego en la Capital, Santiago de Chile, donde trabajará como vendedor de vinos y artículos de escritorio. Participará en el mundo de las ideas políticas y las letras, escribirá en revistas, como Athenea, y se vinculará a grupos socialistas y anarquistas. Escribe tres novelas y para 1928 se gradúa de Filosofía y Letras. Estos pasos le permitirán entrar a las aulas, llevando sus habilidades, conocimientos y la influencia que se le cosechó desde niño de la izquierda latinoamericana.  En 1927 es designado funcionario de la Biblioteca Nacional de Chile. Publica su primer libro de cuentos, Mundo imaginario (1927), gracias a la Editorial Nascimento. Para el año 1928 contrae matrimonio con una chilena llamada Isabel Cento. También inicia correspondencia con uno de los líderes de la izquierda venezolana, Rómulo Betancourt, que impulso su adhesión al Plan de Barranquilla, en oposición al «Benemérito» Juan Vicente Gómez. En plan converge con las siguientes personalidades de la izquierda venezolana: Rómulo Betancourt, Raúl Leon, Pedro Juliac, Valmore Rodríguez. Ricardo Montilla. César Camejo, Pedro Rodríguez Barroeta, Simón Betancourt, Rafael Ángel Castillo, Juan J. Palacios, Carlos Peña Uslar, Mario Plaza Ponte, Carlos D’ Ascoli, Jóvito Villalba, Gonzalo Carnevali. Alberto Ravell, Luis Villalba Villalba. Germán Herrera Umérez, Herman Nass, Carlos Irazábal, Joaquín Gabaldón Márquez, J.C. Sotillo Picornell, Antonio García, Manuel Felipe Rugeles, Isaac Pardo Soublett, Héctor de León y Francisco Rivas Lázaro. Durante aquellos días realiza ensayos, basados en su percepción del hispanoamericano y del chileno. De vuelta a Venezuela Al morir Juan Vicente Gómez, muchos de los exiliados, y auto exiliados, deciden volver a la nación venezolana. Mariano decide unirse a aquella ola para trabajar en la nueva etapa de la República. En este camino de vuelta a su nación, se une a los líderes de izquierda venezolanos para formar el movimiento Organización Revolucionaria Venezolana (ORVE) del cual será secretario general. Es también superintendente de educación y encargador de la creación del Instituto Pedagógico Nacional.  En ORVE se encontró con diferencias con quienes le acompañaban, que fueron suficientes para que Mariano se deslindara del movimiento. Entonces, será enviado por López Contreras a Checoslovaquia como encargado de negocios en el año 1937. De este movimiento nacerá Acción Democrática y el Partido Comunista de Venezuela.  Su labor en Checoslovaquia no durará mucho, será destituido y se devolverá a Chile, donde verá nacer a su única hija, Delia Isabel. Para su sorpresa, será llamado de nuevo a Venezuela para participar como director de Cultura y Bellas Artes del Ministerio de Educación. Esto le da la oportunidad de fundar la Revista Nacional de Cultura. Su permanencia en Venezuela será por periodos, trabajará como docente en la UCV, viajará y dará ponencias en universidades norteamericanas, fundará la Facultad de Filosofía y Letras de la UCV, y escribirá una obra estudiada en el mundo conocida como «De la conquista a la Independencia: tres siglos de historia cultural hispanoamericana».  En el año 1947 da su discurso de incorporación a la Academia de la Historia y, separado de Isabel, contrae matrimonio con la venezolana Beatriz Ordoñez. En 1948 es enviado como embajador en Colombia. Sin embargo, aquello es realizado durante el llamado «Trienio Adeco» y al ser depuesto Rómulo Gallegos, renuncia y se va a México.  Junta de Gobierno y Pérez Jiménez Mariano se mantiene varios años fuera de Venezuela, pero para 1951 regresa al país y se dedica a la docencia, teniendo una tímida postura política. En esta etapa dirige El Papel Literario para El Nacional.  Últimos años de Mariano Con la salida del poder de Marcos Pérez Jiménez y la entrada de la Junta cívico-militar, es nombrado embajador en Brasil. Se instala en Río de Janeiro hasta que es llamado para ser representante en la UNESCO. Ahí trabajará en un proyecto contra el analfabetismo en los países subdesarrollados. Sigue publicando obras y para 1963 es nombrado Embajador de México, donde presentará una crisis asmático-cardíaca que casi le cuesta la vida.  Su salud lo obliga a regresar al país, aunque esto no impide su nombramiento como Secretario General, al lado de Betancourt. Para sus últimos años, es comisionado para crear el Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes, pero muere antes de culminar su tarea. 

El hijo de Lope de Vega murió en Margarita

«Atada al mar Andrómeda lloraba los nácares abriéndose al rocíoque en sus conchas cuajado el cristal frío en cándidos aljófares trocaba»Lope de Vega Cubagua y Margarita fueron centros de atención de muchos aventureros que iban tras las perlas, codiciadas en el viejo mundo. Los aborígenes, hábiles buzos, eran usados para extraer el tesoro de las profundidades. En ocasiones corrían con la mala fortuna y un tiburón se encargaba de teñir de sangre nativa el agua. Aquella fama atrajo a muchos españoles y es posible que sea la razón que entusiasmó a Lopillo, hijo de Lope de Vega. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí La tragedia del padre «…pedí favor al llanto, porque hay penas, que matan vidas de no ser lloradas» Lope de Vega La vida de Lope de Vega debió estar llena de frustraciones. Todas las mujeres que amó murieron. Se cuenta en solo cuatro de sus amores —dos por matrimonio— llegó a tener unos catorce hijos.   Fue desterrado de la corte entre el 1588 y el 1595 por sus escritos contra Elena Osorio. En el 1595 es indultado pero al año siguiente es procesado por amancebamiento con Antonia de Trillo —vivía con ella sin estar casados—.   A pesar de todo eso, el genial escritor exploró cada uno de los géneros de la época y sus letras siguen plasmadas en múltiples ediciones. Tras la muerte de su último hijo, escribe una obra en su honor y recuerdo, imaginando su pérdida en el Nuevo mundo. Su vida quedó despedazada y antes de bajar el telón de su tiempo, muere Antonia Clara, «su ojito derecho». Ha quedado el hombre bajo las sombras de sus últimos días.  Tarde, cuando el dolor no podía ser mayor, llega la noticia de la pérdida de Lopillo, ahogado meses atrás, sin lograr su destino. La muerte de Lopillo «¡Oh perezoza muerte! contraria del estilo sucesivo de la Naturaleza,  pues para más rigor de tu fiereza lo que debe morir perdonas vivo,pues muere quien tan tierna edad vivía…» Lope de Vega Lope Félix del Carpio y Luján es el último hijo de Lope de Vega. El joven aventurero se embarcó con destino al Nuevo Mundo, donde espera encontrar los grandes tesoros de aquel lugar desconocido. Heredó de su padre lo aventurero, pero en la pluma no logró cosechar éxito alguno. Alzó las armas desde muy pequeño y luchó contra moros y piratas. En esta descripción no sería extraña la decisión de viajar a la tierra que descubriera Colón.  En aquel trayecto, llegando a las costas neoespartanas una nube negra cubrió a los viajeros. La tempestad cayó y lanzó las naves de un lado a otro. El mar destruía las embarcaciones con cada impacto y arrastraban a los hombres a sus profundidades. Entre aquellos aventureros estaba un joven de apenas 27 años, que ya soñaba con alcanzar sus deseos, cuando fue arrebatado de la tierra.  De este suceso, Lope de Vega escribirá una égloga donde explayará su dolor de haber perdido a su último hijo, a su «Felicio»  en aquella «Arabia Margarita». Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí  

La ignota vida de Carlos Brandt

La vida y obra de este ilustre venezolano, hijo de alemanes y hermano del compositor Augusto Brandt continúa siendo poco conocida, de hecho hasta hace poco la única biografía disponible en Wikipedia estaba en inglés, lo que me hace pensar que es más conocido en el extranjero que en la tierra que le vio nacer, caso que se repite en muchos intelectuales de nuestra historia, que han pasado desapercibido a través del tiempo, debido al poco interés para desempolvarlos, desde Hechos Criollos nos preocupamos por rescatar a notables venezolanos de la talla de Carlos Brandt. Carlos Augusto Brandt Tortolero nace en Miranda, estado Carabobo el 11 de Octubre de 1875. Fue un escritor, ensayista, historiador, doctor en Filosofía, novelista, musicólogo, polígrafo, poliglota, médico naturalista y para muchos el primer promotor del vegetarianismo en Venezuela. Sus padres le brindan la oportunidad de rodarlo de intelectualidad y cultura, a la edad de 12 años es enviado a estudiar en Alemania pasando luego a Bélgica. Regresa a Puerto Cabello a la edad de 20 años con total dominio del inglés, francés, alemán, griego y latín, idiomas que le abren las puertas a textos que no habían sido traducidos al castellano. Comienza a ocuparse de hacerles a sus padres traducciones de artículos extranjeros y en cierto modo ayudar a la redacción de artículos que su padre publicaba en periódicos venezolanos. «Yo no quería ser escritor. Me parecía más sencillo dedicarme al comercio. Sin embargo ya usted ve…» –comenta en una entrevista años después—. Travesía y reconocimiento intelectual A consecuencia de la dictadura Gomecista Carlos Brandt pasa la mayor parte de su vida en el exilio junto a su esposa Cristina Hernández.  Durante los primeros años, recorre parte de Europa (España, Italia, Bélgica, Holanda)  para, finalmente establecerse por largo tiempo en Nueva York. En dicha ciudad se mantiene con trabajos derivados de su facultad de políglota. Por otra parte, con Ilya Tolstoi –hijo del escritor ruso- funda la «Vegetarian Society» y participa en la Sociedad Naturista Hispana de la ciudad. Sus artículos publicados en Barcelona por el grupo editor de la revista «Generación Consciente» gozan desde entonces y en posteriores décadas de una amplia aceptación en toda la prensa vegetariana naturista ibérica, lo cual le vale el sobrenombre de «el filósofo del vegetarianismo» Mirla Alcibíades, escritora especializada en el siglo XIX venezolano ha construido una excelente biografía de Carlos Brandt. Alcibíades cuenta que su encuentro con Brandt fue casual: revisaba viejos libros en una feria de libreros populares y encontró un ejemplar de Frases Célebres editado en Perú. Al revisarlo le llamó la atención encontrar el modesto nombre de un venezolano junto a Andrés Bello, José Martí, Benjamín Franklin, William Shakespeare, Mahatma Gandhi y Amado Nervo. No en balde Intelectuales de reconocimiento internacional como el biólogo y filósofo alemán Ernst Haeckel, el crítico Max Nordau, la exquisita Gabriela Mistral, Bernard Shaw, Alfred Rusell Wallace entre otros, expresaron su admiración e identificación con su pensamiento. Humberto Fernández Moran dice sobre su obra «Siluetas Luminosas»: «…En el estilo de Carlos Brandt hay esa serenidad, esa continuidad “cisterna,” y ante sus obras experimento esa admiración que nos invade cuando el estilo y el contenido se funden en una creación… Carlos Brandt escribe para contados sudamericanos que están todavía por nacer…»  Su innata vocación de escritor configurada paulatinamente desde la infancia, lo motiva a escribirle a León Tolstoi y el eximio pacifista contesta a su admirador venezolano. Tolstoi le pide que traduzca y le escriba un prólogo de su obra «Serias consideraciones sobre el Estado y la Iglesia» apareciendo publicada en 1901, cuatro años después publica «La Belleza de la mujer» un estudio sobre la perfección del cuerpo humano y su importancia con respecto a la ciencia, las artes y la filosofía. Al año siguiente publica «El Modernismo» y en 1909 aparece «El Vegetarismo»una reflexión que se convierte en el centro de sus indagaciones en la búsqueda de la conservación de la vida; obra clave en las propuestas del vegetarianismo y la fundamentación de la Moral, publicado en 1913 y traducida al inglés con el título de «The Vital Problem»,  le valió el título de Doctor Honoris Causa en Filosofía, concedido por la «American School of’ Naturopathy», de Nueva York, mereciendo el elogio de Albert Einstein, quien dijo: «La ley de la Conservación de la Vida expuesto por Brandt, es al mundo moral lo que mi teoría de la velocidad de la luz es al mundo físico». En una entrevista realizada el 14 de octubre de 1955, con motivo a celebrar sus 80 años, menciona: «Mi amistad con Einstein fue casual. Realmente yo deseaba conversar con el sabio, pero no en grupo, como lo hacían muchos escritores. Deseaba lograr intercambio de ideas. Cuando una vez estuve hablando con su esposa sobre Nordau, surgió el hecho de que Einstein era un ferviente admirador de Nordeau. Entonces la esposa me llevó hasta el sabio. Eso ocurrió en New York, allá por el año 19 o 20». Legado de Carlos Brandt Fueron varias las causas que abrazó Carlos Brandt y por las cuales luchó consecuente y coherentemente mediante su verbo y su escritura, el naturismo, como sistema de vida y de sana alimentación, el pacifismo, como elevada expresión de amor a la humanidad y búsqueda de la libertad, la justicia, la fraternidad y la igualdad, el librepensamiento, que coloca a la razón como brújula que orienta al hombre y le preserva de dogmas y sectarismos, el espiritualismo, como guía filosófica que invita a la comprensión de Dios y su omnipresencia universal, y al reconocimiento de la existencia y supervivencia del alma y su continuidad evolutiva. Buena parte de su tiempo y esfuerzo lo dedicó a escribir estudios biográficos de grandes protagonistas de la historia, y merced al garbo de su pluma y de su ingenio, fueron brotando auténticas obras maestras que ilustran y recrean las vidas de Beethoven, Cervantes, Pitágoras, Diógenes, Jesús, Leonardo Da Vinci, Colón y muchos más. Obras de análisis y de exégesis, que le han consagrado como biógrafo de primera

El origen de Juan Vicente Gómez «el benemérito»

«Nací en el 1857 en La Mulera, El Salado, en una casita de papá, al pie de una montaña el 24 de julio de 1857 J.V.Gómez» El nombre de Juan Vicente Gómez es inolvidable, su paso por la historia venezolana marcó un antes y un después, siendo el hombre odiado por la generación del 28 pero acompañado siempre por sus seguidores. Con él, empezó a tomar forma el Estado venezolano, y el proceso de neutralización del caudillo como figura regional.  Muchas son las historias alrededor de aquel hombre, que siendo tirano para unos, no dejará de ser una de las figuras más importantes de nuestra República. Remontarnos a su origen nos lleva a viajar a los tiempos de la independencia, donde se originaron muchas de las familias que hoy habitan sobre la Hispanoamérica. Detrás del telón de la vida del «Benemérito» no hay hombre simple ni hechos de poca importancia. En la sangre se hereda el carácter Un grito de guerra retumbaba entre los patriotas, el general neogranadino Custodio García Rovira ante las fuerzas enemigas alzaba la voz y decía «¡Firmes carajo!» , voz que quedará grabada en la historia independentista de Nueva Granada. Sin saberlo, aquel prócer, presidente de Cundinamarca y general de neogranadino, que muere fusilado por las fuerzas de Morillo bajo condena de traición, figurará entre la ascendencia de quien sería luego el presidente de la República de Venezuela. Su hermano, el capitán Eleuterio García Rovira, quien sobrevivió a la magna guerra independentista, por sus servicios, se le concedió una finca en territorio tachirense: «La Mulera». Aquella estaba ubicada entre San Antonio, Rubio y San Cristobal, y permitirá que el neogranadino pueda vivir del comercio entre Venezuela y Nueva Granada. Eleuterio se unirá a María de Jesús Bustamante para crear la rama familiar García Bustamante y de la cual nacerá José Rosario García Bustamante. José Rosario, sobrino del prócer neogranadino, creará un vínculo emocional y físico con una joven de San Cristobal, Ana Dolores Gómez Nieto, sin embargo no contraerán vínculo marital. De esa relación nacerán Pedro, Fernando, Canuto y Silverio, todos con el apellido materno: Gómez. El heredero de «La Mulera» Antaño, los hombres acostumbraban que al hijo legítimo se le proveyera de estudios y al nacido fuera de matrimonio, trabajo.  Bajo esa formación, José Rosario, le hereda a su primer hijo, Pedro, la finca de «La Mulera». Tanto José Rosario se casa con una parienta llamada María Concepción Bustamante, y su primer hijo legítimo  fue bautizado con su nombre, José Rosario García Bustamante. El hijo del capitán le daría, entonces, la educación correspondiente. Pedro Cornelio Gómez, hijo de María Gómez, sería el heredero de La Mulera y el hombre que daría vida al futuro presidente de la República. Nace el «Benemérito» El  24 de julio, día del natalicio del Libertador, de 1857 nace Juan Vicente, hijo de Pedro Cornelio Gómez y Hemergilda Chacón, en la hacienda «La Mulera».  Fue Bautizado en la Villa Heróica, San Antonio del Táchira por el prebistero y bachiller Camilo Otero. Sus padrinos fueron Florencio Chacón y María Carlota Nieto. Juan Vicente tuvo 13 hermanos de los cuales murieron cinco a temprana edad. La familia Gómez Chacón aquel 24 de julio en que nació difícilmente imaginaría en quien se convertiría aquel tachirense, para algunos un tirano, «el bagre» le apodaron; para otros el «Benemérito». Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez

La disputa entre don Uslar Pietri y Lord Kenneth Clark

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí En el año 1969, el canal BBC2, dio a luz un programa televisivo llamado Civilización (Civilisation) el cual vendría acompañado de una versión escrita realizada por el mismo presentador, el historiador Lord Kenneth Clark. Esta serie es una de las referencias más importantes en la producción documental y estaba orientada a dar a conocer todos los rasgos de la civilización occidental. La producción tuvo éxito en su época e incluso, personajes lejanos pero no de menor importancia como la de nuestro respetado don Uslar Pietri, quien, en su gran deseo de conocimiento puso su atención en aquel trabajo. De este interés surgió un artículo realizado por don Uslar, producto de una afirmación que realizara Ser Kenneth Clark en su programa y libro: «… cuando se me pregunta ¿qué ha hecho España para ampliar la mente humana unos cuantos pasos hacia arriba?… ¿qué es la civilización? Ruskin decía: » las grandes naciones escriben su autobiografía en tres manuscritos: el libro de sus hechos, el libro de sus palabras y el libro de su arte». Ninguno de esos libros puede ser entendido si no leemos los otros dos». La reacción de Uslar Pietri Don Uslar no pudo contenerse y escribió una respuesta a Kenneth Clark sobre aquello que aseguraba el reconocido inglés. La misma se tituló «Los expulsados de la civilización»  y en ella, don Arturo enumeró un grupo de razones por la cual España era un factor fundamental para occidente y que es «absolutamente imposible escribir la historia de la civilización occidental dejando por fuera a España». Para don Uslar, aquella afirmación es producto del prejuicio creado por la división de occidente, luego de la reforma, entre los luteranos y los católicos. Desde ahí don Arturo nos habla sobre la importancia de España para occidente con breves pinceladas: «Los árabes fueron los que salvaron la herencia griega y todo lo que quedó de Bizancio, luego del declive de Roma, y fue a través de España que se dio el contacto más cercano con el mundo islámico. Euclides, Platón, las matemáticas, la historia y la poesía occidental, volvieron gracias a ese contacto. Entre la guerra y la convivencia entre cristianos y musulmanes se dieron grandes obras de arte y arquitectónicas. Córdoba fue la capital del mundo europeo, con su mesquita se transformó en un punto de encuentro para Europa. En Toledo se formó la escuela de traductores, lugar de conservación y difusión de las culturas, en la Edad Media. Otro punto, posiblemente el más trascendental, fue la empresa de Indias. El descubrimiento fue el paso más grande que se dio para su momento. Se crearon las leyes de Indias, cambiaron las artes, la historia, el pensamiento, la economía. España fue el único Estado en el mundo que se preocupó, perturbó mental y espiritualmente, por su instalación en América y por ello Francisco de Vitoria aparecerá como el creador del derecho internacional, al formular normas donde afirmaba que esos indios tenían derechos naturales y divinos sobre los cuales el Rey de España no tenía autoridad. Por otro lado está la contrarreforma, que no solo es la lucha de luteranos contra cristianos, también es la aparición de la arquitectura y el arte barroco. De los cuatro grandes personajes de la literatura, Hamlet, Fausto, don Quijote y don Juan, dos son españoles. Velásquez nunca es nombrado por Clark, que al omitirlo, expulsa de la historia al creador y su obra «Las meninas», sobre la cual el mismo Foucault llega a analizar. Para Clark, en el libro de las artes no debió existir el impresionismo ni Goya, quien fue estudiado por sus colegas europeos. Omite también a Juan Gris, a Dalí, a Juan Miró y a Picasso.» Es así como don Uslar, bajo estos argumentos, responde que la historia de la civilización, basado en los ters libros de Ruskin, no se puede describir sin nombrar al mundo hispánico. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez Fuente Pietri Uslar, Los expulsados de la civilización. 1973, Embajada de Venezuela en España. 

Guzmán Blanco

Guzmán Blanco y el Esequibo venezolano

«Los que me acusan de traición son los que se conforman con el cabo Nassau, y cuando más, el Pomarón… Patriotas los que ceden el territorio y traidor el que reivindica ese territorio» Guzmán Blanco. Cuando se revisa la historia que gira en torno a nuestro Esequibo, tenemos a un actor que dentro de una gran polémica tuvo cierto protagonismo que la críticos y enemigos transformaron en argumentos para el descrédito. Bajo la revisión hecha por Polanco Alcánta se encuentra que una parte de la labor de Guzmán Blanco sobre aquel territorio fue mantenido en silencio a pesar de la gran presión que sobre él caía. No todas las acciones de gobierno pueden ser divulgada como campaña política, ciertas estrategias deben quedar lejos de la opinión pública por temas de seguridad. Si las decisiones tomadas fueron correctas o erradas, queda de quienes estudien el caso sacar las conclusiones. Revisemos entonces como fue aquella labor del Ilustre Americano, para entonces. Detrás del telón del Libertador El Ministro Plenipotenciario, designado el 16 de mayo de 1884, por el Presidente Joaquín Crespo y por el Consejo Federal, Guzmán Blanco, junto a su familia, habían abordado el vapor «Caracas», el lunes 2 de junio de aquel año, teniendo como destino final Europa, pero pasarían primero por la ciudad de New York. Esta parada muchos la nombran por ser cuando Guzmán Blanco inauguró la estatua de bronce del Libertador en New York. La belleza de Ana Teresa y Tasia no pasaron por alto ante los ojos de los periodistas, así como la abundante barba y el dominio del inglés del diplomático venezolano. Lo que no se decía era que su misión allá trascendía a la simple inauguración y presencia en actos diplomáticos rutinarios, pero esa labor fue de tal confidencialidad que no se encuentra registrada en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela aunque se cree que si era de conocimiento tanto del Presidente como del ministro de relaciones exteriores. Uno de los primeros indicios que tenemos es que el gobierno venezolano informó que el General Guzmán Blanco, ex presidente de Venezuela iría a las Estados Unidos con carácter estrictamente privado. Para entonces, gobernaba el presidente Chester Arthur y el Secretario de Estado era Fred J. Frelinghuysen quien lidiaba con el gobierno Británico quien, según relata Polanco, buscaba disponer del mercado de los Estados Unidos de América para colocar sus productos en sus colonias del Caribe. Al llegar el ministro de Venezuela en los Estados Unidos, Antonio Soteldo, según información encontrada en los Archivos Nacionales de los Estados Unidos, en el Departamento de Estado, pidió audiencia para Guzmán Blanco con el presidente Arthur para tratar la controversia de Venezuela con Inglaterra y solicitar mediación de los Estados Unidos.  No hay referencia de que el presidente lo haya recibido pero si el secretario de Estado. Ya en 1880 había niniciado Guzmán los contactos con los Estados Unidos informando a través del ministro venezolano, Simón Camacho, sobre las acciones inglesas para controlar las bocas del Orinoco. Guzmán que venía trabajando el tema, conocía la política inglesa y entendía que Venezuela no estaba en la capacidad de usar la fuerza contra el Imperio Británico, pensó en aprovechar la situación de entonces para sacar ventaja consiguiendo de aliado a los Estados Unidos de América. No solo se trató la controversia territorial con Gran Bretaña, también con Francia, así como ciertas denuncias de norteamericanos, sobre la cual, Guzmán logró el apoyo y avances en el caso francés, aunque el tema con Inglaterra era más complejo. Aparentemente el Ilustre Americano ofrecía, tentativamente, un Tratado de Amistad  con los Estados Unidos que permitiera la libre navegación de estos por el Orinoco venezolano. Esto podría verse como la génesis del famoso fraude que favoreció a Gran Bretaña y que tanto el Ministro Fortique como el mismo Guzmán más tarde vieron como un peligro: Venezuela estaba en desventaja ante cualquier arbitraje por no existir un escenario realmente imparcial que permitiera dar lo justo respetando lo que antaño fue de España y que por naturaleza corresponde a Venezuela. Lo dijo Fortique y lo reafirmó Guzmán Guzmán lleva anotado todo en un cuaderno de forma minuciosa y no para de ir de un lado a otro. Este dinamismo diplomático recuerda al Ministro Fortique, quien fuera posiblemente el mejor diplomático que ha tenido la República. Así como Fortique tuvo que enfrentar con pocos recursos y apoyo, las labores para el reconocimiento de Venezuela en el viejo mundo, como república; tuvo que lidiar con el tema Esequibano y conseguir que Inglaterra aceptara comerciar con Venezuela; Guzmán Blanco estaba, sin tratar de exaltarlo, sin los recursos necesarios ni mayor apoyo que un asesor para la larga labor que era tratar las diferencias con Francia y, especialmente, Inglaterra. Dependía de sus capacidades, quedando casi, su labor, de forma personal. Inglaterra vivía un momento difícil con los desaciertos de Gladstone y la entrada de Lord Salisbury, aun mantenía una postura común frente a los reclamos fronterizos y los arbitrajes, la cual era negarse y llegar a un acuerdo entre los gobiernos. Guzmán, por otra parte se apoyaba en las labores de Fortique, defendiendo la constitución de la Federación. En la carta que escribe de parte de la Legación de Venezuela en Londres, el 30 de diciembre de 1884, desde la 194, Queen’s Gate, Guzmán se apoya en el artículo 3° de la constitución de la Federación que establece la delimitación geográfica de Venezuela, que corresponde a la misma de la Capitanía General de Venezuela, adoptada en 1810; y al artículo 4° donde indica que los Estados se obligan a no enagenar a Potencia extranjera parte alguna de su territorio. En dicha carta explica que es imposible para Venezuela tratar el tema fronterizo sin un arbitramiento o un tribunal porque cualquier acción diferente a ellas sería considerado anticonstitucional, ergo, ningún representante podía negociar el territorio con ninguna potencia extranjera. En ese punto Guzmán se encuentra en un intercambio de comunicados donde Inglaterra solo está dispuesta a tratar el problema adoptando

El enciclopedista Andrés bello

«Nosotros, deseosos de cooperar a que se remueva de América la ignorancia, que es causa de toda esclavitud, y fuente perenne de degradación y de miseria; anhelando presentar a aquel pueblo las riquezas intelectuales de los pasados siglos para que él mismo prepare las del siglo futuro» Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Venezolanos insignes han cubierto la esfera con sus ideas y obras, pero entre ellos debemos detenernos en uno muy especial y que a pesar de su fama, ha sido poco estudiado, por lo menos como es debido. Andrés Bello es uno de esos grandes hombres que dio al mundo sus letras dejando en ellas parte de la historia venezolana, así como fue uno de los hombres más influyentes de su época en la nación chilena. Vivió nada menos que los últimos años de la Capitanía General de Venezuela, se mantuvo en Londres durante la Guerra de independencia americana y regresa para ver el final de Colombia, la grande. Un niño poco común En el Valle de Santiago de León de Caracas, nació Andrés de Jesús María y José Bello López, el 29 de noviembre de 1781, hijo de Bartolomé Bello y Ana Antonia López, una unión de familias de blancos pobres de Caracas. Sus primeros estudios los realiza en su hogar, para luego pasar a las manos de Cristobal de Quesada en el convento de Las Mercedes, lugar donde inicia sus estudios humanísticos y aprenderá el latín. Ingresa como laico en el seminario de Santa Rosa y realiza toda su formación hasta egresar, el 14 de junio de 1800, como bachiller en artes —lo que correspondería a Filosofía y Ciencias— y aunque intenta seguir sus estudios de medicina y leyes, no pudo seguir costeándolos. Ya en sus primeros años de edad se evidencia esa llama de aprendizaje en él, y que ante aquella dificultad económica, le permite sostenerse dando clases privadas. Caso a destacar es que llegó a darle clases al Libertador, siendo corta la diferencia entre sus edades, apenas dos años. Vida pública de Andrés Bello Con tan solo 23 años es ingresado a la administración pública como Oficial de Secretaría de la Capitanía General y va ascendiendo, llegando a ser, en 1807, Comisario de Guerra. Al instalarse la primera imprenta en Caracas, traída por Mateo Gallagher y Jaime Lamb de Trinidad, se motivó la creación de la Gazeta de Caracas, lugar en el que Bello participará como redactor. Junto con Isnardi, intenta la creación del periódico el Lucero, pero apenas y salió un piloto. Los pies en Londrés y el alma en América Bello fue distante con respecto a la independencia de la Capitanía. Aunque su corazón estaba en el Nuevo Mundo, como lo demostraron sus obras, y tenía afecto por las ideas de independencia, se mantuvo aparte de la misma. No era un hombre de recursos ni un apasionado hombre de armas, así que pasó los años de la guerra, lejos de su tierra de origen, en Inglaterra. En el viejo mundo logra culminar su formación, donde será un gran consumidor de conocimiento humanístico, y se dedicará al estudio de filosofía, literatura, leyes, historia y geografía. No solo conseguirá en la tierra donde habitaron los bretones el placer del saber, en 1814 forma familia con  Mary Ann Boyland, de la cual tendrá tres hijos, Carlos, Francisco y Juan Pablo. Su vida, sin embargo, estará llena de dificultades al no poder cubrir sus gastos con las clases. En 1815 intenta conseguir un cargo en Cundinamarca, pero la carta es interceptada por Morillo. Igual fracasa en el Río de la Plata. Logró sobrevivir gracias a la ayuda del gobierno británico, entrando a laborar en la biblioteca del Museo Británico. Llega a presenciar la presentación de los mármoles del Partenón, en 1819. Fue colaborador en la transcripción de los manuscritos del filósofo y economista Jeremy Bentham. La tragedia fue parte de su vida en aquellos difíciles tiempos, cuando su esposa y su hijo Juan Pablo, contraen tuberculosis y mueren por esta terrible enfermedad. Es posible que su primer contacto importante con la nación chilena se haya dado en Londrés cuando, en el año 1822, es nombrado como Secretario de la legación chilena en Inglaterra. De aquella saldrá la recomendación para ser contratado posteriormente por la naciente República chilena. Su trabajo es reconocido al punto de llegar a trabajar en dos revistas, lugar donde podría expresar sus ideas. Crea junto a Juan García del Río su primera revista, Biblioteca Americana, financiada por un grupo de americanos entre los cuales estaba el venezolano, Luis López Mendez. y expresa las hermosas palabras para el Nuevo Mundo: «Si esta es, pues, la época de transmitir a la América los tesoros del ingenio y del trabajo, si la difusión de los conocimientos es tan esencial a su gloria y prosperidad; todo el que tenga sentimientos americanos debe consagrar sus vigilias a tan sano objeto, contribuyendo a que se esparza la luz por aquel continente, brille en todos los entendimientos e inflame todos los corazones; a que se refleje en nuestras instituciones sociales y se mezcle en fin con el aire mismo que respiramos» En 1824 contraerá matrimonio con Isabel Antonia Dunn. Su obra de Venezuela para la América hispana Bello era una mente brillante y eso le permitió escalar en influencia durante sus años de madurez, siendo, luego de la legación chilena, Secretario de la Legación y Encargado de Negocios de la unión colombiana. De ahí no se detuvo y en el año 1829 desembarca en Valparaíso. Tan solo a su llegada, su presencia se hizo notar y el gobierno chileno lo nombra Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda y luego pasa con el mismo cargo al Ministerio de Relaciones exteriores. Milita, incluso, en la política chilena, llegando a ser Senador de la República desde el año 37 hasta el 55. Es parte de la creación de la Universidad de Chile, de la cual será su Primer Rector. Es nombrado por la Real Academia Española como miembro honorario

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