El teleférico más largo del mundo
Ahora nos vemos obligados a algo más que enlazar el proyecto teleférico:tenemos que defenderlo. Puesto que noticias procedentes de Mérida señalan la posibilidad de que se abandone por completo la construcción del mismo, y de que los materiales ya adquiridos de Europa a firma especializada Germano-Suiza, sean vendidos a México, tal vez para el proyectado escalamiento del Popocatepetl. Periódico EL VIGILANTE 28 de junio de 1958 El TELEFÉRICO MÁS LARGO DEL MUNDO En el año 1952, siendo presidente Germán Suárez Flamerich, fue aprobada la creación del teleférico de Mérida a Pico Espejo, idea promovida por el, desaparecido, Club Andino Venezolano desde 1950. La idea fue bien recibida por el Gobierno de entonces y para el año 55, ya con Marcos Pérez Jiménez, se daba el inicio de su materialización. Como ocurre en casi todo proceso de innovación y cambio, existen sectores o grupos que muestran resistencia y esto no faltó entonces. La crítica de quienes se oponían a la construcción argumentaban que el teleférico haría perder a los Andes su encanto y emoción, otros consideraban que el dinero debía invertirse en otras cosas, pero estos no solo carecían de influencia, eran mucho menos que los que veían con entusiasmo la oportunidad de tener un medio de transporte en la Sierra Nevada. El Teleférico de pasajeros fue construido, principalmente, en Francia por 25 casas diferentes, subcontratadas por la famosa empresa Applevage, especialista en Teleféricos. Los estudios topográficos se realizaron por José Guaitero y Vladimir de Bertrend, siendo el último uno de los grandes protagonistas de la época. Bertrend no solo hizo las tareas que se le asignaron, también propuso la construcción del Humboldt en el Ávila, idea que le presentó al ministro Bacalao Lara. Fueron enviadas comisiones a Europa, para visualizar modelos y fábricas; así, para el año 1957 debía iniciar la ejecución de la obra. El ingeniero Víctor Silva Bermúdez fue elegido como el encargado de la obra, la compañía Egecca de la electrificación y Sucre-Barret de obras civiles; la Egecom, montó las estructuras metálicas; el teleférico de carga, en sus tres primeros tramos, fue construido por las compañía Heckel y culminado por Habbeger. El Ing. Silva Bermúdez era un hombre estricto y de mal genio, lo que le ocasionó muchos problemas con sus subordinados. Contrató, en su mayoría, personal andino que al ser de la zona estaban mejor adaptados al clima nevado. Los materiales fueron trasportados con mulas; muchas no aguantaron la dureza del trabajo y perecieron. El montaje del teleférico fue dirigido por Maurice Comte, la colocación de guayas estuvo a cargo de el ing. Oswaldo Gómez. El martes, 9 de abril de 1957, mientras se realizaba la apertura de picas, mueren 7 personas entre las cuales destaca el joven ingeniero Ítalo de Filippis, quien dirigía las obras de la Iglesia Belén, la capilla San José de Obreros y la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Este trágico suceso dejó una sombra ante la gran labor que se realizaba. La ralentización de la obra El 18 de enero de 1958 la obra iba a un ritmo acelerado con miras a culminar para octubre de ese año, pero los sucesos del 23 de enero interrumpieron con el trabajo. La instalación del nuevo gobierno y la oposición a las construcciones, que algunos consideraron suntuosas, generaron la paralización de la misma. Al mes, la obra fue reasignada al Ing. Francisco Díaz Chávez y subdirector el Ing. Guillermo Mac Quhae, mientras que Víctor Silva Bermúdez retirado de la obra se fue del país al año siguiente. Los rumores de paralización de la obra e incluso su venta generaron que el Club de Andinos Venezolanos se movilizara para presionar a que se culminara la obra. El ritmo disminuyó a tal punto, que en diciembre del año 1959, aún faltaban Loma Redonda y Pico Espejo, aunque para el 26 de ese mes, se empezó a utilizar con costo de Bs. 16 por persona. El accidente de 1991 El 24 de noviembre de 1991 uno de los vagones cayó al vacío al reventarse la guaya en el último tramo del sistema estrellándose contra la pared norte del Pico Espejo. En el vagón viajaba un cabinero y un escalador. A las 9:15 de la mañana, mientras la cabina subía de la estación Loma Redonda hacia el Pico Espejo, y el otro funicular que venía en sentido contrario, donde viajaban 35 personas en su mayoría alemanes, quedó desnivelado paralizándose el traslado. Se realizaron acciones de rescate complicadas, para poder evacuar a las 35 personas. Como resultado, el teleférico estuvo detenido hasta el año 1996. Cese de operaciones 2008 El teleférico tuvo muchas interrupciones de mantenimiento y actualización pero fue hasta el año 2008, cuando la obra fue inspeccionada por Hily Manz, informó que los cables portadores de los vagones estaban a punto de cumplir su vida útil y una de las torres tenía una fisura. Por esta razón fueron suspendidas las operaciones por la Ministra del Turismo de entonces, Titina Azuaje. La paralización del teleférico generó la disyuntiva sobre si se actualizaba o si cambiaba, hasta que el Gobierno decidió optar por la segunda. Ocho años tomó ejecutar este cambio, tiempo mayor a lo que se tomaron durante el Nuevo Ideal Nacional y, posteriormente, los Gobiernos de Betancourt y Larrazabal.
Antonio José Sucre, el sacerdote guerrero. (Parte1)
La herencia del Mariscal de Ayacucho dejó una huella en la historia que se formó con su sobrino, homónimo, quien heredó el fuego guerrero del Mariscal.
Origen de la reclamación por el Esequibo
La disputa por el Esequibo es de vieja data y en toda nuestra historia, se han cometido muchos errores en su lucha y reclamo. Viajemos al inicio del siglo XIX y conozcamos como inició el conflicto fronterizo.
Proclama del 19 de abril de 1820 del Libertador
Después de una década de luchas, el Libertador, estando en San Cristobal en el año 20, realiza un discurso celebrando el 19 de abril de 1810 en la Plaza Pública, actual plaza Juan Maldonado. La Proclama se conserva en el Tomo XVII de Los escritos del Libertador, o en el tomo III de las Obras Completas. A los soldados del Ejército Libertador. ¡Diez años de libertad se solemnizan este día. Diez años consagrados a los combates, a los sacrificios heroicos, a una muerte gloriosa! Pero diez años que han librado del oprobio, del infortunio, de las cadenas, la mitad del Universo. ¡Soldados! El género humano gemía por la ruina de su más bella porción: era esclava y ya es libre. El mundo desconocía al Pueblo Americano, vosotros lo habéis sacado del silencio, del olvido, de la muerte, de la nada. Cuando antes era el ludibrio de los tiranos; lo habéis hecho admirar por vuestras virtudes; lo habéis hecho respetar por vuestras hazañas, y lo habéis consagrado a la inmortalidad por vuestra gloria. ¡Soldados! El 19 de abril nació Colombia: desde entonces contáis diez años de vida. Cuartel General Libertador de San Cristóbal, 19 de abril de 1820. Bolívar Fuente: Discurso de Bolívar a los soldados del ejército Libertador Fechado en San Cristobal el 19 de abril de 1820 Alusivo a los diez años que se cumplen ese día del nacimiento de la Libertad Simón Bolívar, Obras Completas. Archivo del Libertador. Colaboración realizada por Abdiel Santiakob
Fanny, amor eterno del Libertador.
Cuando se piensa sobre la vida amorosa del Libertador, suele ser común que el primer nombre que se hile sea el de Manuelita Saenz, seguido por Pepita Machado, pero rara vez se nombra o se habla de Fanny Du Villars. Pasa que cuando nos introducimos más en este episodio de la historia del Libertador terminamos en una inevitable ucronía ¿Qué sería del Libertador si no hubiese conocido a Fanny? Esta mujer representa uno de los elementos determinantes entre el hombre entregado al placer ante el dolor de la pérdida y aquel que alcanzó la máxima gloria del siglo XIX. Regreso a Europa Tras la dolorosa pérdida que significó la muerte de su esposa, María Teresa del Toro, viaja el joven Simón a España donde se encuentra con su suegro, Bernardo Rodríguez del Toro, para entregarle las pertenencias de su única hija. El futuro Libertador se encontraba en Madrid, ignorante de su futuro y aturdido por el presente. Desconsolado como estaba tuvo que enfrentar, al poco tiempo, otra situación inesperada: debía salir de España inmediatamente. Por decreto de la Corona, “…a todas las personas forasteras y extranjeras de cualquier estado y condición que fuesen, si no tenían domicilio verdadero de precisa residencia” tenían que irse de la ciudad por el peligro de hambruna debido a una fuerte escasez de trigo y víveres. Simón Bolívar, huérfano y viudo, viaja a Francia para terminar hospedado en París, lugar donde se están dando los cambios más importantes de la época. En aquella París, Simón se entrega a los placeres y el azar; derrocha el dinero en el juego, paga 500 francos mensuales en el Hotel de los Extranjeros provistos de caballeriza, se dice que llega a gastar hasta 100 mil francos en una noche. Vive de los placeres para dejar atrás los recuerdos hasta que sus días se ven interrumpidos por su antiguo maestros, Simón Rodríguez, quien lo alienta a dejar aquella clase de vida. Este cambio lo lleva matricularse en la Escuela Politécnica, y en la Normal Superior como pasante, y dar con el salón Du Villars. Louise Jeanne Nicole Arnalde Denis de Trobriand (Fanny Du Villars) Fanny, quien nació en Bretaña el 29 de junio de 1775, se casó a los 16 años con el Conde Du Villars con el que tuvo tres hijos. Algunos historiadores dicen que Simón la conoció en Bilbao, otros que fue en París, aunque sea cual sea la verdad, fue en el último donde se fraguó aquel romance. Hay que tomar en cuenta que, además, existe una discusión sobre el parentesco entre el Libertador y Fanny, sobre el cual no existe acuerdo; era común que la llamaran como su prima, pero el origen del parentesco no ha sido aclarado, donde algunos afirman que era una Aristeguieta, hasta decir que era una de las 7 musas caraqueñas; tantas variantes dejan abierto el misterio sobre este particular. Fanny se caracterizaba por tener un cutis de porcelana, una elegancia inusual, cabello negro, ojos azules con fina cejas y senos firmes, su belleza era indudable. Aquellas cualidades debieron llamar la atención del joven Simón, lo que hizo que empezara a visitarla constantemente, enviarle cartas y hasta alquilar un palco en el teatro para ellos. Esto para el Conde y Coronel Du Villars, pasaba sin cuidado, hacía poco caso de las aventuras sociales de su esposa. Fanny fue fundamental para que se profundizara el cambio en Bolívar, la unión y pasión de ellos le permitió mejorar su francés, dedicar más tiempo a sus estudios y alejarse, en lo posible del juego; se dice que en más de una vez, Fanny tuvo que pagar con los fracasos de su vicio. Es conocido, también, que el joven Simón era bastante dado a las discusiones y retos, lo que llevaron a ciertos roces con Eugène de Beauharnais, quien fuera un hijo adoptivo de Napoleón, Príncipe de Francia, entre otros títulos. En estos casos tuvo que intervenir Fanny para que no pasara a mayores, sobre todo en el último, donde ella era el objeto del inconveniente, Beauharnais había estado cotejando a Fanny por lo que Bolívar decidió retarlo a un duelo; por obra de su amada, este duelo no ocurrió. Libertador o nada Aquel idilio apasionado que solo los grandes literatos hubiesen podido medir con palabras su magnitud y ardor, fue apagándose en el corazón del joven Simón. Otro llama, una imperecedera, había cobrado fuerza llevando sus ojos al horizonte americano. Nada podía evitar que volviera a su tierra, ni siquiera la belleza embriagadora de Fanny podía hacerlo. Cuando, Simón, decide decirle su decisión de volver, Fanny se derrumba en sollozos y le ruega quedarse, había intentado de todo, trató de generarle celos, de llenarlo de placeres, nada había funcionado y ya estaba resuelto a volver. Simón le entrega un anillo de oro con la fecha grabada del 6 de abril de 1805. Muchas cartas salieron desde entonces dirigidas al Libertador por la bella Fanny, pero la respuestas del máximo hombre de América fueron más que escasas. Un dato curioso es sobre uno de los hijos de Fanny, de quien ha quedado la duda de pertenecer al Libertador a pesar de su supuesta esterilidad; polémica afirmación que no ha sido confirmada hasta hoy. El Libertador fue un hombre de grandes pasiones y si hubiese que hablar de un verdadero amor en su vida, sería errar en el intento. Mejor sería tomar a aquellos amores como un símbolo de una época de su vida, y si hubiese que medirlos entre ellos, sería el de Fanny el más feliz, tranquilo y nostálgico. ¿Quién sería el Libertador si no fuese por Louise Jeanne Nicole Arnalde Denis de Trobriand? ¿Qué sería de nuestra Nación si este no hubiese pisado Francia? Fuentes Dávila-Pesta Vergara, Jorge. Pasión en París. Marcano, Alecia. El verdadero amor del Libertador Blanco Fombona, Rufino. Mocedades de Bolívar.
19 de abril de 1810
Esta fecha es conocida por ser el paso que marcó nuestro camino hacia la independencia de España, aunque la conocida declaración de independencia tuvo un trasfondo de mayor profundidad en el que no todo es como se cuenta comúnmente. Antes de abordar esta fecha debemos entender la realidad histórica que se vivía; debemos trasladarnos a aquel antaño lugar y ver de cerca, en la antigua Caracas, quienes eran nuestros antepasados, como pensaban y que ocurría alrededor de esos años en toda España. Para aquel entonces no podías hablas de venezolanos como lo hacemos hoy en día, éramos una Capitanía General de España, y por lo tanto, todos los que nacían en ella eran españoles. Al entender esto es evidente que todo lo que ocurriese en la península tenía un efecto sobre la América española y es de ahí donde debemos partir para analizar esta fecha de forma puntual, iniciando en el año 1808 con la desintegración de la monarquía española. Crisis en España Producto de las abdicaciones reales españolas la monarquía se desintegró y las provincias, españolas y americanas, reaccionaron ante aquel suceso rechazando al invasor francés que tomaba el trono. Se crearon juntas de gobierno locales y en América, que no eran neófitos del todo de lo que ocurría, abogaron al derecho de retroversión de la soberanía que indicaba que al estar acéfalo el poder, este regresaba a su origen, los pueblos. Para enfrentar aquel desastre se creó la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino reconociendo los derechos de las provincias, pero esta junta fracasó y ante el avance de los franceses se creó el Consejo de Regencia a principios de 1810. El Consejo fue rechazado por la mayoría de las provincias americanas, estas crearon sus propias juntas en defensa de los derechos de Fernando VII y decidieron asumir el poder hasta el retorno del monarca. El Trasfondo de las juntas americanas Hubo un rechazo ante la propuesta de los cabildos de crear las juntas, inclusive cuando estas levantaban la bandera de la lealtad hacia Fernando VII. Se sospechaba que aquellas juntas tenían intenciones más radicales y autonomista, siendo aquel discurso de fidelidad una máscara para aprovechar el momento. La Junta Suprema Central dio los primeros pasos en 1809 cuando en un decreto, inicia un proceso de igualdad política entre los españoles peninsulares y los americanos, pero esto no hizo más que promover el fuego independentista, siendo la población española americana mayor a la peninsular era inaceptable para ellos que aun al proclamar una supuesta igualdad, era inferior la influencia política de los americanos ante los peninsulares; el distanciamiento entre España y América era inevitable. En un inicio los españoles americanos mostraron su lealtad al rey y a sus tradiciones, pero ya las ideas provenientes de la Revolución Francesa habían influenciado a muchos muchos americanos, lo que generaría un bando más radical que miraba hacia la separación absoluta de España. La homogeneidad inicial que hubo en las provincias americanas evidenció la fortaleza del imperio español, pero esto se fue perdiendo con el tiempo, entre los múltiples debates y la escasa autonomía de las provincias. Hacia el 19 de abril de 1810 A finales de febrero de 1810 llegó a la Guaira la goleta Rosa trayendo las noticias de los últimos sucesos en la península, lo que generó un rumor en la Capitanía. En la Gaceta de Caracas se anunció la reunión de las Cortes Generales y extraordinarias del Reino donde se entregarían las instrucciones. Los primeros días de abril Emparan hacía un llamado de calma ante la intriga y las habladurías que se estaban dando: «Esperemos tranquilos ver la suerte que tiene destinada a nuestro amado Fernando, y a la Madre Patria, que no dudo será favorable, pues por lo que hemos experimentado vamos bien que obra la mano del Todo Poderoso”. Ya para el 14 de abril había llegado a Puerto Cabello el bergantín Palomo, con las noticias de la toma de Sevilla y del nuevo Consejo de Regencia que suplantaba a la disuelta junta. La tensión caraqueña era cada vez mayor y el 18 de abril, con la llegada de dos emisarios del Consejo de Regencia se terminó por impulsar una sesión extraordinaria para el día siguiente. Ante la presión de los criollos. Martín Tovar y Ponte y Nicolás Anzola, pidieron a José de las Llamozas, vicepresidente del Cabildo, que organizara la sesión. El Consejo de Regencia representaba la desigualdad que venían rechazando los criollos y esto provocó la discordia que se venía a debatir, luego que habían aceptado la junta, no podían ahora aceptar al Consejo de Regencia como el depositario de la soberanía de Fernando VII. Las principales familias apoyaron la creación de la junta, entre ellos Martín Tovar, Anzola, Del Toro, López, Palacios, Mendez, entre otros; las oficialidad dio su apoyo y algunos representantes eclesiásticos como el Padre Madariaga y Francisco José Ribas, presbítero y hermano de nuestro Padre Fundador y tío del Libertador, José Félix Ribas. Emparan, el Capitán General, fue llamado a un Cabildo extraordinario el cual solo él podía convocar. La mayoría negaba la autoridad de la Regencia, ellos reconocían a Fernando VII pero no aceptaban que la soberanía cayera sobre el Consejo de Regencia, mientras estuviera acéfala la corona este debería volver a su lugar de origen. Es importante entender este apartado sobre aquel momento histórico; el poder, para entonces, lo tenía el pueblo y este lo entregaba al rey, quien era elegido por Dios para ejercerlo, al no haber rey, el poder debía volver a su origen: el pueblo. Emparan no aceptó aquello y decidió cortar el debate, era Semana Santa y debía volver a sus oficios. Emparan se dirigió a la Catedral seguido por una multitud enardecida que empezó a gritar: ¡A Cabildo! ¡A Cabildo! Francisco Salias, primera autoridad civil y militar detuvo a Emparan y le exigió volver al Cabildo. Los granaderos apretaron sus armas, pero Luis de Ponte les señaló mantenerse firmes. Aquel desacato ante Emparan demostraba que no reconocían su autoridad y que no podía ejercer más resistencia; decidió volver. Hombres
Funes, la pesadilla del Amazonas
Tomás Funes nació en 1855, en Río Chico. Fue conocido como un déspota cruel y asesino. Su terror llegó hasta Nueva Granada e inspiró la novela «La vorágine».
Caracas, desde Pérez Jiménez a Hugo Chávez. Entrevista a Agustín Blanco Muñoz
Entrevista realizada al historiador, Agustín Blanco Muñoz, sobre la ciudad de Santiago de León de Caracas.
Caribay y las cinco águilas blancas
HIJA DEL SOL Y LA LUNA En nuestro territorio andino, mucho antes que los ibéricos tocaran nuestras tierras, nació la primera mujer de los Mirripuyes. Hija de Zuhé y Chía, el sol y la luna, dotada con la voz más hermosa que había conocido la tierra. Viajaba por los bosques, cantando con las aves, imitando sus sonidos, oliendo las flores y jugando entre los árborles. Nada era inalcanzable para Caribay, todo a su alrededor era parte de ella y ella era parte de todo. LAS CINCO ÁGUILAS Un día, Caribay, vio en el cielo cinco águilas blancas, de extenso plumaje y de gran tamaño. Hasta entonces, no había visto belleza que les igualara ni había conocido historia alguna de su existencia, sintiendo un deseo, fuerte, por obtener las plumas de aquellas aves para adornar su belleza, llevándola a seguirlas hasta lo más alto. Atravesó valles y escaló montañas, siguiendo la silueta que se reflejaba en el suelo, llegando a la cima de uno de los riscos más altos donde las vio alejarse hasta perderse de vista. Al no poder alcanzarlas, Caribay entonó, triste, su canto, invocando a Chía, quien al caer la noche se levantó sobre las montañas imponente, con un brillo inigualable. El triste canto de Caribay se escuchó en todos los lugares, lo que llamó la atención de todos los animales y plantas. Las cinco águilas no pudieron hacer caso omiso ante aquel lamento y de pronto, fueron divisadas en el cielo, con su hermoso plumaje, descendiendo cada una a un risco y quedando inmóviles ante el canto. La hermosa mujer se dirigió a la cima más cercana, sin dejar de cantar, y cuando estuvo frente a una de ellas al acercar su mano se dio cuenta que esta se había congelado. Caribay se sintió culpable, había hecho todo por volverlas a ver y ahora ellas estaban petrificadas, cada una en un risco. Ella huyó, no soportó aquella imagen y corrió aterrorizada. EL DESPERTAR Mientras Caribay corría, Chía se oscureció, ocultándose tras las nubes. Fue entonces cuando las águilas despertaron, sacudiendo sus alas con fuerza. Caribay que apenas se había alejado vio como las plumas blancas, caían por toda la cima, cubriendo su cabello y la tierra. Las águilas volaban y gritaban alrededor sacudiendo el hielo que las había petrificado. La brisa cegó la vista de Caribay; los gritos de las águilas se hicieron eco por toda la sierra; el viento se hizo más frío. Acostada en el suelo, temblando y cubriendo su cabeza con los brazos, estaba Caribay. Al dejar de escuchar los chillidos de las águilas, calmó su respiración, tomó la fuerza necesaria y se puso de pie. Al levantar la mirada hacia el cielo vio los cinco picos, cubiertos de un hermoso manto blanco. Desde entonces, las cinco águilas blancas son el símbolo de nuestros cinco picos, nuestras sierras nevadas. Cada cierto tiempo, el despertar de las águilas cubre nuestras cumbres, y el canto de Caribay, melancólico y dulce, viaja como un silbido en el viento. FuenteTulio Febres Cordero.
Del Tapial español al Bahareque del Nuevo Mundo
Las tapias o tapial, son uno de los sistemas más antiguos de para la construcción de muros. En Asiria y Cártago, antes de cristo, se encontraron murallas con prisma de arcilla apisonada y secada al sol. Cuando el dominio de Roma estaba sobre España, desde antes de Cristo hasta el 418 d.C., en la provincia de Gerona, aún se veían construcciones de tapial, levantadas sobre zócalos de piedra. También se puede ver esta construcción en la villa visigoda o en la Alhambra de Granada, al norte de áfrica y al sur de Europa. Su etimología Se dice que la palabra viene de Tepe (del latín teppa), una palabra castellana que significa «pedazo de tierra cubierta de césped, con las raíces muy trabadas, y que cortado prismáticamente se emplea para hacer paredes y malecones». Los caraqueños llamaban cospe y lo usaban para los jardines. La palabra Tapia parece derivar de tepe, significando «Cada uno de los trozos de pared que se hacen de una sola vez con tierra amasada y apisonada en un encofrado», y también, «tierra amasada y apisonada con la que se hace una tapia». En el último caso, tenemos el tapial que es un «encofrado de dos tableros paralelos con los que se construyen las tapias«. Al modo venezolano Según lo que nos legaron don Juan Pimentel y José Oviedo y Baños, las casas de Caracas, para entonces, eran en su mayoría de tapia. Para 1870 aún era común ver como, gracias a la corriente del río Guaire, ver como traían los troncos para construir las paredes de muchas de las casas de Caracas, la antigua. También, los hacheros, traían maderos de las faldas del Ávila. La región andina es una de las que tuvo más construcciones de tapia, aunque también fueron usuales en la zona central. La forma andina era generalmente construida sobre cepas de piedra, sobresalientes de la superficie del suelo, y que alcanza una profundidad de tres cuartos de metro; evitando que la humedad suba y dañe los muros. Para el mortero se usan toda clase de tierra que se apelmazan, pero sacando la arcilla pura y la arenisca. En la zona central, tenía su variante, eran secciones de muro hecho de piedra que se intercalaban con tapia para asegurar resistencia y duración. El Nuevo Mundo siempre tuvo complicaciones con respecto a los recursos y avances que se le daban, por lo que se generó una versión más económica del tapial, el bahareque. Este consiste en una doble valla de cañas horizontales y sujetas de un lado a otro de los pilares u horcones clavados a tierra. Por dentro van rellenas de barro mezclado con paja y al final, luego de secar, ambos muros son embarrados, para ser pintado o encalado. Este tipo de construcciones las podremos ver en los maquiritares, los tamanacos y en la Guajira. Algunas curiosidades es que estas construcciones son parecidas a las barracas valencianas, y en el caso de las andinas, hay gran parecido a las utilizadas en el Monte Atlas, las de origen árabe. Fuente Revisar la obra de Lisandro Alvarado, la de Oviedo y Baños y la del padre Filippo Salvatore Gilij.