Marcos Pérez Jiménez, el presidente que gobernó para Venezuela

Germán Jiménez

Autor

Foto de Pérez Jiménez

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Un 20 de septiembre de 2001, muere Marcos Pérez Jiménez, en el exilio e inhabilitado hasta su último aliento para ejercer algún cargo público en Venezuela. Con el pasar de su vida, su obra y su leyenda siguió viva en la memoria de los venezolanos. Su huella, hoy, pesa en la conciencia de quienes, bajo argumentos desesperados, tratan de justificar su salida del poder.

La gran aldea publicó un tweet, basado en un artículo del historiador Rafael Arraiz Lucca, donde indica que la obra de Pérez Jiménez es menor de lo que cree el imaginario, donde se habla de la violación de los derechos humanos y su corrupción. Lamentablemente, Rafael, la historia que cuentas, es más propaganda que hechos y eso tiene un fin político evidente, tratar de mantener la narrativa del «pacto de punto fijo».

Analicemos los diferentes puntos.

Marcos Pérez Jiménez, y la violación de los DDHH

No existieron pruebas de que Marcos Pérez Jiménez, hubiese sido el autor intelectual de las muertes de las que se le acusaron. Sin duda, durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, hubo violación de los derechos humanos. Sin embargo, ¿quién violó esos derechos?, ¿cuál era el contexto?, es importante recordar que Venezuela venía de ser totalmente rural, a vivir el inicio de una transformación. Eso aplica también para las fuerzas de seguridad.

No existía la tecnificación de los oficiales, muchas veces, quienes ejercían el rol de seguridad, carecían de la formación necesaria. Había pocas opciones en la época. Pedro Estrada, en entrevista con Blanco Muñoz, reconoce que aunque esto era su responsabilidad, él no podía estar en todo el país, supervisando que hacía cada oficial. ¿Y qué pasa cuando una persona sin la formación suficiente le das la autoridad y el arma? Se prestaba para el abuso, sin duda.

Aun así, como conversamos en el panel «¿Qué pasó en el juicio contra Marcos Pérez Jiménez?», junto a la Venezuela Inmortal y La Nueva Enciclopedia, hasta los Estados Unidos de América, desestimaron que se le pudiese juzgar por este tipo de casos.

Ni siquiera podían utilizar el archivo de la Seguridad Nacional, porque, contrario a lo que dijeron, de que se quemó, fue clasificado y escondido, dado el tipo de información que contenía, entre ellas, la cantidad de delaciones de miembros de Acción Democrática. Si quieren saber más, pueden escuchar el panel.

Por otro lado, no podemos negar la historia testimonial, donde hubo quienes aseguraron tener un familiar torturado. Incluso tuve uno, que lo fue. Esa familia se dedicaba al tráfico de armas, para Acción Democrática. Les pregunto, ¿Qué haría un gobierno democrático si tiene un grupo sublevado que trafica con armas y explosivos? ¿Qué hicieron los Estados Unidos con los terroristas?

En una ocasión, entrevistando a Agustín Blanco Muñoz, nos cuenta que la persecución fue selectiva, para aquellos que estaban en política. Eso nos deja, que tenemos dos tipos de testimonios, la de los dolientes y la de los simpatizantes. La historia testimonial de los simpatizantes, habla de una Venezuela que nunca habían visto, habla de un país en desarrollo, seguro, y con trabajo. Muy lejos de lo que había luego con la democracia.

La democracia vio en ella, más muertes, más desaparecidos, más violencia; más arbitrariedades. ¿La diferencia? Que todo valía por la democracia, y dentro del pacto de Punto Fijo, nada fuera de ello. Incluso, Acción democrática dio el primer antecedente del siglo pasado a esos grupos mercenarios, de fuerzas de choque, que fueron los cabilleros. El chavismo lo transformó en círculos bolivarianos, y luego colectivos. ¿Coincidencia?

Incluso no pueden negar la persecución, como ocurrió con Hebert Faull, quien terminó con síndrome de persecución, la censura a Renny Ottolina, o como fue tratado Humberto Fernández-Morán.

Marcos Pérez Jiménez y la corrupción

En el panel hablamos de este tema, y uno de los puntos que más resuena es el de la maleta. La leyenda dice que Marcos Pérez Jiménez dejó una maleta donde encontraron una fortuna. Esa maleta, realmente tenía prendas personales y bonos al portador. Podría pensarse si era una buena práctica que un presidente tuviese bonos, pero fuera de eso, no había tal fortuna. La Venezuela Inmortal tiene una foto publicada de la maleta abierta.

Marcos Pérez Jiménez fue juzgado por peculado, pero no pudo probarse que este hubiese robado dinero de la nación. Incluso, en práctica, al estilo de la tiranía actual, hasta se acusó a su padre teniendo 40 años de muerto.

Sobre las comisiones, que no tiene ningún sentido negarlas y mucho menos justificarlas. Pero quienes menos tienen autoridad moral para juzgar esto son los partidos, quienes no solo cobraban comisiones, favores y otras prácticas, también innovaron en la práctica de la corrupción.

Para cerrar, la democracia hizo de la corrupción el día a día, incluso podrían darse el paseo de leer el diccionario de la corrupción en Venezuela. Se sorprenderían de la cantidad de nombres que aparecen.

Marcos Pérez Jiménez y las obras

Es un error contextual, comparar las obras de la democracia, que duró 40 años, frente a los 5 años de gobierno de Marcos Pérez Jiménez, entendiendo que los primeros años, la llamada dictablanda, el presidente fue Delgado Chalbaud y Suárez Flamerich.

Ahora, si aun así, se insiste en esta comparación, es importante tomar en cuenta la calidad de las obras, la planificación y la proyección en el tiempo. Las obras del gobierno de Marcos Pérez Jiménez, fueron pensadas para perdurar en el tiempo, siguiendo normas de seguridad y ordenanzas que se aplicaron en la época. Sin fines partidistas o electorales, estaban hechas para atacar diferentes necesidades de la población y de la nación.

Es un error, quien dice que solo fueron en Caracas, las obras fueron a nivel nacional, lo que ocurre es que en Caracas se siguió la línea del plan Rotival y ya existía una planificación previa, para el interior se empezaba a proyectar. Solo el hecho de construir comunicaciones terrestres, era un paso enorme, sin esas carreteras y autopistas, los gobiernos denominados democráticos hubiesen tardado mucho más en poder lograr realizar cualquier tipo de obras. Se podría decir que para la época, las carreteras y las autopistas, son el equivalente al internet de hoy, sin ellas, un país está incomunicado, tanto para las personas como para el traslado de productos necesarios para abastecer al país, para el comercio y para la unificación nacional.

Hay un caso curioso, que es el del Teleférico de Mérida, el cuál fue tratado de frenar, a la salida de Pérez Jiménez del poder. Pueden leer el artículo donde contamos sobre ello.

Ocurre en los años del bipartidismo, que la construcción dejó de ser planificada con fines de atacar necesidades, y se orientó a la búsqueda de resultados electorales. Por tanto, la calidad empezó a ser desplazada por la cantidad, inflar los números para decir que se hizo mucho, y compararse entre ellos con el pasado.

Con el chavismo hemos visto en mayor proporción que esto es un error. Expropiar, para crear colegios y universidades, construir sea como sea y donde sea, sin seguir ordenanzas y leyes, solo deja consecuencias terribles. El bipartidismo sembró estas bases, la de la demagogia, la del populismo y la de números sin contexto, para justificarse.

Marcos Pérez Jiménez y la expansión del rancho

Otro tema, no menor, es la expansión de las viviendas marginales. Si bien, no se va a negar su existencia previa, su expansión vino de la mano con el mismo Larrazabal y su Plan de Obras Extraordinarias, donde se ofrecía trabajo a quienes fueran a la capital. En realidad, lo que dieron fue un sueldo por ocio a cambio de votos. Y estas personas no volvieron a su lugar de origen, se quedaron y empezaron a expandirse en viviendas marginales.

Artículo sobre el Plan de Obras Extraordinarias de Larrazabal

Posterior a ello, vino la entrega de identidad falsa a extranjeros, que huían de su país o se venían desplazados a Venezuela, y se asentaban en los ranchos. ¿Con qué fin? Político y electoral. ¿Sorprende enterarse de que esto no empezó con el chavismo?

Marcos Pérez Jiménez, en cambio, obró con la intención de reducirlo, siendo honesto, no puedes desaparecer nada al 100%, pero si puedes reducirlo y ese fue el objetivo. Mientras el bipartidismo les dio tanques de agua, les mejoro las condiciones ilegales de vida, les dio la posibilidad de expandirse, solo bajo un breve intento, fracasado de movilizarlos, con, si mal no recuerdo, Diego Arria.

No hace mucho, llegué a entrevistar a uno de los dueños de Telecaribe, ex diputado de Acción Democrática, Julio Camino, quien me dijo sin dudar lo siguiente:

«En Acción Democrática entendimos que Venezuela se podía gobernar de dos formas, una como Pérez Jiménez y otra como Betancourt. La primera no genera votos, la segunda sí, por eso elegimos la segunda».

22 años de su muerte

Dicho todo esto, es triste que la mejor gestión de gobierno date de un momento en la historia ocurrido hace más de 60 años, y que sea tan fuerte que, aún hoy, los partidos viven luchando contra ese fantasma. ¿Quieren cambiar esa realidad? Dejen de jugar a la democracia y a la política, y empiecen a actuar en consecuencia a la época en que vivimos y a dejar obras tangibles. Dejen en la memoria de los venezolanos una obra indiscutible y superen al pasado creando un mejor futuro. Mientras el fantasma los aterrorizará mientras duermen.

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