Los aborígenes del Lago
El hachador perdido
Los espantos acechan nuestras tierras con sus tormentos como el silbón. Existen aquellos que guardan la tierra del hombre, una conciencia que queda en la narración de nuestros antepasados hasta hoy. No solo son cuentos para aterrar a los más pequeños, nos recuerdan que debemos cuidar de nuestro entorno, actuar bajo códigos morales y mantener las tradiciones; forman parte de nuestra educación. Es muy valioso mantener ese acervo cultural y recordar que en la villa de San Fernando de Ospino, principalmente durante los días santos, suele deambular el Hachador. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El requiem del Hachador «Si por la noche se escucha cabalgar algún lamento en San Casimiro, se pinta la sombra de tu recuerdo, si es que te encuentras penando en las montañas del tiempo, con gusto Hachador Perdido, yo te rezaré tu Credo.» A mediados del siglo XX, un leñador decidió construir su propia urna para el viernes santo y partió hacia las montañas en busca de madera. Antes de salir, una mariposa negra se posó en su puerta, lo que era de mal augurio, ya que donde estas se detienen se acerca la muerte. Sin embargo, era un hombre ambicioso y no creyó en la advertencia de aquellas antiguas creencias. Cuando emprendía a cortar el tronco que usaría, Dios lo castigó quitándole la vida. Su alma quedó condenada a vagar por aquellas tierras donde en vida habitó, acechando a los cazadores y leñadores que se atrevían a ir tras las lapas o la madera. Cazador hachado En los años un ochenta, un grupo de amigos se fueron de cacería en Ospino. Salieron de noche, cuando ya todos dormían. Entre los amigos que se aventuraron, estaba Luis Tavares, que bajo presión social cedió participar, aunque no era muy dado a andar por aquellos lares de noche. El grupo armó un espacio para acampar cerca de un río, y así tener cerca una fuente de agua en caso de necesitarla. El joven Tavares, con el temor de la oscuridad, se armó con una «morocha», una escopeta de dos cañones. Prepararon la logística para poder tender una trampa a la presa y a Luis ubicaron en un árbol, donde esperaría en lo alto. Cargaba con él una linterna, aunque la mantenía apagada para no ahuyentar a la posible víctima. Luego de un largo rato de espera, Tavares decidió encender la linterna, y de pronto, entre las ramas, vio unos ojos brillantes, como si se trataran de dos llamaradas que flotaban apuntando hacia su ubicación. Escuchó un ruido de pasos sobre hojas secas y buscó a su alrededor, pero había perdido los ojos de vista. El árbol donde se encontraba tembló desde su base. El sonido de un impacto asustó a Tavares. Aterrado, el joven cayó del tronco y se le disparó la escopeta, lo que alertó a sus otros compañeros. Ellos fueron hacia donde el se encontraba y lo auxiliaron, aunque todos negaron haber visto a alguien, coincidieron de que se trataba del Hachador. Al Hachador no le gusta la tala Durante los años 50′, gobernaba la junta militar, quien se dedicaba a realizar obras y proyectos en distintas regiones del país. Nuestra Señora de La paz de Guanarito no pasó desapercibida para el gobierno. Se establecieron cubicadores de madera en las montañas de Guanarito, Turén y Ospino. Mientras trabajaban, muchos reportaron que un hombre los acechaba con un hacha. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí
Cipriano Castro frente a la invasión extranjera
Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Para el inicio del siglo XX, Venezuela pasó por momentos críticos que, de no ser por la actuación de diferentes actores políticos, pudieron comprometer su soberanía e independencia. En aquella época la industrialización estaba al frente del desarrollo mundial, las naciones que la encabezan son Alemania, Francia, Japón, Inglaterra y los Estados Unidos de América; seguidas por Rusia, Bélgica, Italia y Holanda. Todas ellas han logrado un nivel de influencia en el mundo, al margen de la América Hispana. El viejo continente no descarta penetrar aquellas Repúblicas, pero se encuentran con un actor que, con su postura, los mantiene a raya: los Estados Unidos de América y su doctrina Monroe. Todos los elementos que confluyen entonces, llevan a la pretensión de Alemania de crear una base naval en Margarita, que desembocará en un conflicto internacional para la pequeña República Hispana. La base naval alemana «Si algún “gran poder civilizado”, por ejemplo Rusia o Alemania, hubieran tenido para con nosotros la conducta que tuvo la Venezuela de Castro, nosotros hubiéramos ido a la guerra. Pero no podíamos ir a la guerra contra Venezuela, porque nuestro pueblo no aceptaba ser irritado por las acciones de un oponente débil, y tomamos una actitud que quizás no fue la más sabia, la de rechazar el combate con ese débil oponente aunque probablemente no fue esa la que debíamos haber adoptado». Theodore Roosevelt La posición geográfica venezolana siempre ha sido de interés para las grandes potencias mundiales. El no haber cancelado el contrato del ferrocarril Caracas-Valencia, deuda contraída durante el gobierno de Guzmán Blanco quien cedió una concesión a Alfred Krupp, sirvió de argumento a los alemanes para dar un paso hacia la búsqueda de una posición estratégica en hispanoamérica: instalar una base naval en Margarita. Al parecer, ya para 1901, Alemania había realizado estudios cerca de la Isla de Margarita, y fue descubierta por los EEUU. Además, buscaban una concesión para operar una estación de carbón en la isla por 99 años. El reclamo de la deuda fue la herramienta que les dio fuerza para avanzar con sus pretensiones, ante las cuales, los EEUU dieron carta abierta, por no tratarse de «una pretensión territorial» directamente sino como castigo por la mora en pagos. A su vez, la Venezuela de Cipriano se encontraba bajo la presión por los reclamos de deudas con Inglaterra. Mismo caso con Italia. Las tres naciones aprovecharon la oportunidad para aliarse y realizar un bloqueo, el 9 de diciembre de 1902, utilizando 15 unidades navales de Inglaterra y Alemania para tomar el puerto de La Guaira, mientras que Italia bloqueó el puerto de La Vela de Coro. Posteriormente se unieron buques de España, Holanda, Bélgica y México. En este hecho fueron capturados, y en algunos casos derribados, barcos venezolanos, los cuales no estaban preparados para enfrentar ataques foráneos y eran, en gran parte de ellos, barcos civiles apenas adaptados para la guerra. Cipriano, en respuesta, reaccionó contra diplomáticos y civiles alemanes, ingleses e italianos que habitaban en el país. Aquel movido año de 1902, tendría un gran dinamismo y una multiplicidad de conflictos para Venezuela. Cipriano y la doctrina Drago “La planta insolente del extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria» Cipriano Castro. La proclama de Cipriano hizo eco entre los habitantes del país y seguidores de su gobierno, que hasta entonces, gozaba de cierta popularidad a pesar de su oposición. Esta proclama toma respaldo con base en la doctrina Drago, del Argentino José María Drago, quien reaccionó ante la negativa de los EEUU de aplicar la Doctrina Monroe en defensa de Venezuela. Los Estados Unidos de América se negaron a intervenir, porque afirmaban que su doctrina solo iba dirigida a impedir que potencias extranjeras volvieran a tomar territorio en suelo americano y no para aquellos casos que se trataran de reclamos por deudas. «La Doctrina Monroe es una declaración de principios que se refiere a que no debe haber ningún engrandecimiento territorial en suelo americano de ningún otro poder que no sea Estados Unidos. Nosotros no garantizamos a ningún Estado que no será castigado si su mala conducta lo merece, si se determina que dicho castigo no tomará la forma de la adquisición de territorio». Secretario de Estado de EEUU, John Hay. La doctrina Drago, anunciada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, José María Drago, estaba fundamentada en la teoría de Carlos Calvo. Esta proponía «prohibir la intervención diplomática cuando hubiera pleitos entre partes de distintos países, hasta que no estuvieran agotados los recursos locales». Diría entonces el memorandum de Drago a los EEUU: «…es una condición inherente a la soberanía que procedimientos ejecutivos no pueden ser expedidos o cumplidos, cuando esa forma de pago comprometa su misma existencia, haciendo desaparecer su independencia… la recuperación del préstamo por métodos militares supone una ocupación territorial para hacerlo efectivo; y esto significa la supresión o subordinación del gobierno local en los países en los cuales sea extendido». …Es decir; el principio que me gustaría ver reconocido es que una deuda pública no pueda dar origen al derecho de intervención y mucho menos a la ocupación de territorio de cualquier potencia europea». Sin embargo, la propuesta norteamericana fue un arbitraje. La América hispana reaccionó ante aquellos sucesos, pero solo el gobierno Argentino dio su apoyo abiertamente a Venezuela. Roosevelt se negó a ser árbitro, a pesar de la petición de apoyo del «Cabito». «No actuaré como árbitro de ese país porque mi país tiene que cobrar dinero a Venezuela», fueron las palabras con las que Roosevelt se negó a participar. Empero, dio permiso a su embajador Herbert Bowen, para que representara a Venezuela en aquel conflicto. A pesar de todo, si Alemania intentaba tomar el territorio, para él se «habría amenazado la propuesta para el proyecto “Canal de Panamá»», como lo escribió en una carta a William Thayer. La Cañonera En pleno bloqueo, un buque venezolano logra burlar a los europeos, pero sus tripulantes terminan en el Fuerte
La trágica muerte de Mamacuri el cazador
Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Nuestros nativos tuvieron grandes guerreros y los relatos sobre ellos tienen sus propias enseñanzas. Tal es la historia de Mamacuri, una que destaca por la relación directa que existe en la destreza y el orgullo, que puede llevar al hombre, incluso hasta su muerte, pero también la lealtad a la amistad y el no dejarla ceder ante la adversidad. Camino a la tragedia En las proximidades del bajo Orinoco, vivió un hombre cuyas habilidades se transformarán en leyenda. Dicen que su nombre puede encontrarse en la fundación de Nueva Andalucía, hoy Cumaná. Creció dedicado a la caza y su habilidad para la misma los transformó en uno de los mejores cazadores entre los caribes. Su nombre pudiese indicar que tuvo algún tipo de origen o nexo con los Incas, así que pudo haber viajado desde el Sur. El vocablo «Mama», entre los Incas, se relacionaba a madre, padre o creador; y curi pertenecía a la lengua caribe o chaima. Así, su nombre sería algo cercano a «Padre del acure». En aquella época, cuando vivía Mamacuri, un misionero viajó a aquel lugar donde el Orinoco desemboca en el mar. Ahí lo conoció, donde apunto de ser víctima de una pantera parda, una flecha cruzó en el aire para dar con aquella bestia y salvar al hombre de fé. Se trataba de un Cacique y Piache, amigo de Queipa, otro Cacique, a quien se le destacaban grandes habilidades sobrenaturales. Fue llevado a su tribu, la cuál conoció de cerca y pudo notar que Mamacuri no solo era un hábil cazador, sino también tenía la capacidad de domesticar a los animales salvajes. El aborigen era respetado por todos los demás, manejaba el arco y la flecha, así como la jabalina, la cual utilizaba para la pesca. Principalmente, Mamacuri era seguido por un Papagayo (una especie de loro), muy parecido a Guacamayo quien también los domesticaba; y un morrocoy, quienes lo acompañaban en sus caminos por la selva. Incluso se podían ver distintas aves y conejos realizar trucos poco usuales, que Mamacuri les había enseñado. En su espalda, llevaba como trofeo, la piel de algún felino o bestia que hubiese vencido, por lo que solía variar su vestimenta, ya que eran muchos los trofeos que este había logrado. El misionero llegó a evidenciar como los animales, ante su mirada, se volvían sumisos. La tragedia de Mamacuri Mamacuri era orgulloso, y aunque solía ser tranquilo, poco dado a la violencia, le enfurecía que dudaran de sus habilidades. Tarai o Tacuarai, el Gran Cacique, también conocido como Guaratari, sin embargo, no titubeó en poner en duda y burlarse del temido cazador. En su condición, no le debía respeto a quien estaba por debajo de él. La leyenda cuenta que esto ocurrió como resultado de una disputa entre el cacique Queipa y Guaratari. Queipa había realizado una alianza con los españoles, en la que estaba relacionada su hija Tibaire, una nativa de los Jirajara. Guaratari, quien deseaba a la hija de Queipa envió al piache Tiznado para que este consiguiera a Tibaire para él, en petición a Queipa, pero este se negó. Esto terminó de enfurecer a Guaratari. Queipa pide ayuda de Mamacuri, para enfrentar la ira del Gran Cacique, y este buscó intervenir entre ambos, pero lo único que logró fue conseguir la burla y el desprecio de Guaratari. Aquello enfureció a Mamacuri, quien decidió enfrentarse al Gran Cacique, junto a Queipa. En respuesta, Guaratari decidió cazarlo. Mamacuri fue seguido y capturado, ante el poderío de aquel líder nativo. En castigo, fue amarrado en medio de la selva a un árbol, donde se le dejó para que las bestias que él había cazado le dieran muerte. Al tiempo, apenas quedó rastro de la existencia de aquel poderoso nativo, que murió humillado, producto de su orgullo. Muerte trae más muerte Queipa murió a manos de Tiznados y Guaratari siguió en su lucha, hasta que se encontró con el español Juan Fernández de Alderete, quien tenía prometida a Tibaire, la Jirajara. Fernández se enfrentó a Guaratari y en el camino fue asesinado el piache Tiznados, a quien debía parte de su suerte por sus habilidades místicas. De esta lucha, sale muerto Guaratari, mientras que Fernández terminó casado con la hermosa Tibaire, quien luego será bautizada como Irene. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí FuenteReyes, Antonio. Caciques de Venezuela. Wikipedia. Nota: Gran Cacique era aquel que dominaba varias tribus de una lengua común. Cada tribu tenía su cacique, y de todas, se seleccionaba a un Gran Cacique, como lo fueron Guaicaipuro y Guaratari.
¿Cómo Guzmán Blanco venció al Centauro?
El Tratado de Coche, fue la reunión en la cual, se puso fin a la Guerra Federal, con el triunfo de Falcón sobre José Antonio Páez. En esta victoria, tuvo gran influencia Guzmán Blanco, que gracias a lo aprendido durante la guerra, logró entender las fallas del Centauro y como poner el escenario a su favor. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El plan para vencer a Páez Guzmán Blanco, quien era un hombre instruido, se dedicó a analizar al líder de los Conservadores, y primera lanza venezolana, José Antonio Páez. En aquella tarea entendió que Páez estaba sosteniendo la guerra con base a su personalidad y que este, al pensar de esa forma, atacaría directamente al líder de los federales, Juan Crisótomo Falcón. De esa forma, Páez usó a todos sus ejércitos para acabar con aquella guerra pero según Blanco, se encontró con un escenario diferente: «El Gral Falcón sabe que la Revolución no es él, sino la Federación, ni de él sino del pueblo… seis batallas han sido necesarias y las hemos dado y hemos triunfado…» La debilidad que aún tenían los liberales era la marítima. Esto les restaba velocidad de respuesta frente a los conservadores. Por ello, todo giró en buscar privarlos del «dominio del mar». De ahí Guzmán trazó el siguiente plan: Cercar Caracas, ostigando desde Villa de Cura, Turmero, Cagua y Maracay y luego completar y cerrar su línea entrando por Barlovento y los Valles del Tuy hacia Petare. Reunieron municiones y ganado e hicieron funcionar los ataques para cofundir al enemigo para que este no supiera cuál era el ataque principal. Hacia el tratado Al verse imposibilitado de ganar la guerra, Páez se convenció de que había que buscar la paz. Todo terminaría con el Tratado de Coche, Paéz entregaría el poder a la Asamblea, esta a Falcón y Guzmán Blanco quedaría como Vice-Presidente. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuente Alcántara Polanco. Biografía de Guzmán Blanco. G.J.Jiménez
Guacamayo, el cacique y el papagayo.
Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Entre los aborígenes que habitaron nuestra tierra, se cuenta que hubo al que se conoció como Guacamayo. Este nativo tenía una cualidad única, y era la capacidad para que las aves lo siguieran a donde iba. Fue un importan cacique y piache de Tacarigua. Su dominio de las aves le daban su poderosa reputación. Vivía en la Laguna de Tacarigua dedicado a la caza y la pesca. La guerra contra España Guacamayo combatió contra los españoles, a quienes consideró sus enemigos. Frente a la Laguna, gritó de desesperación y lanzó todos sus instrumentos de caza al agua para luego jurar: «Mientras esta tierra no vuelva a ser libre jamás volveré a ocuparme de otra cosa que no sea luchar por lanzar a los intrusos blancos hasta más allá del mar». Papagayos Se dice que no solo las aves lo seguían, sino también un ejambre de papagayos, conocido actualmente como una artesanía tradicional venezolana que vuela por los aires sostenida por un pabilo a su dueño. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuente Reyes, Antonio. Aborígenes de Venezuela.
El asesinato de Alberto Lovera
Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Alberto Lovera, conocido como el «cojo Lovera» por su forma de caminar, producto de un accidente, fue una figura del Partido Comunista de Venezuela (PCV), nacido en Margarita, cuya historia forma parte de las múltiples muertes ocurridas en Venezuela durante el periodo denominado democrático. No se pretende con este artículo favorecer a una postura política o juzgar los motivos de las acciones realizadas por los grupos de seguridad, sino reseñar el hecho. ¿Quién fue Lovera? Fue el fundador de la juventud comunista del PCV, razón por la cual llegó a viajar hasta Polonia en representación del partido. Fue líder sindical, obrero, y uno de los diputados electos del partido URD, en el cual participó al no poder hacerlo con el PCV, pero renunció a su condición de diputado en protesta a la actitud sumisa que asegura que tuvo Jóvito Villalba frente a lo que consideraba un fraude electoral por parte de la Junta Militar. Es importante destacar que a Villalba se le desconoció la victoria por haber utilizado maquinaria de partidos que estaban ilegalizados como el PCV. Lovera pudiese considerarse parte de esa maquinaria. Lovera, durante los años 60, fue parte de la lucha guerrillera comunista en Venezuela, vinculado a la revolución cubana, razón por la cual era buscado por los organismos de seguridad. La detención El 17 de octubre de 1965, al final de la tarde, Lovera es detenido por la Digepol, en su Mercedes azul, y trasladado a las instalaciones ubicadas en «Los Chaguaramos». Lovera había salido del edificio «San José» de Las Acacias, donde estará ubicada la plaza «Las tres gracias», en la ciudad de Santiago de León de Caracas. A los días, Lovera fue enviado al retén «Planchart» y posteriormente al campo antiguerrillero de «Cachipo» en el estado Monagas. Al llegar a ese campo, los militares se negaron a recibirlo por el estado en que se encontraba Lovera. Se presume que fue torturado durante nueve días continuos. Luego de un tiempo, el cuerpo de Lovera es conseguido en una playa de Lecherías del estado Anzoátegui. Un pescador lo descubrió luego de que se enredara a su atarraya. El cuerpo estaba desnudo, inflado y sin cabello. Su cara, pies y manos estaban destrozados, lo que daba indicios de tortura. Alrededor del cuello tenía una cadena gruesa, un pico y un candado, para que el cuerpo no pudiese flotar. Los forenses tuvieron un arduo trabajo para lograr confirmar la identidad del cuerpo, por el estado en que lo habían recibido. Su esposa realizó un duro trabajo en dar con su esposo y fue la PTJ que le tocó lograr dar con la identidad del que llamaron «el ahogado». No tenía yemas en los dedos, habían destruido gran parte de su dentadura y de la cervical. El rostro era irreconocible. La PTJ confirmó que las huellas dactilares, en medio de lo que se podía, eran de Alberto Lovera; y su esposa María del Mar Álvarez reconoció un trabajo que se había hecho en Beijing en la dentadura. Cinco meses le tomó a María del Mar confirmar que se trataba de su esposo. El juicio José Vicente Rangel y la esposa de Lovera, fueron quienes realizaron la investigación para hallar con los culpables. El gobierno no encontró culpable pero la investigación de Rangel dieron que estaban vinculados los funcionarios de la DIGEPOL, conocidos como «Los muchachos de Carlos Andrés», los cuales fueron preparados por el cubano Orlando García Vásquez: Director General DIGEPOL José Jesús Patiño González, comisarios Carlos Vegas Delgado Alias «El Capitán», Alberto Ochoa, Roberto Romero, Miguel Aguilar, Pedro Cisneros, , Carlos Ferrara, Douglas Rodríguez, Eduardo Armenteros González, Mario Segundo Leal Acuña, José Ramón Antúnez y Carlos Quintero. Durante todos estos sucesos, gobernaba Raúl Leoni, con Gonzalo Barrios como Ministro de Interior. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuenteshttps://es.wikipedia.org/wiki/Alberto_Lovera Foto e información extraída de AVN Prensa, año 1965.
La Galipanada
«Discurriremos sobre este hecho, en nuestro concepto, de mucha gravedad. Se necesita de nada menos que las fuerzas de Hércules para refrenar con una mano el Poder y con la otra la Revolución que nos amenaza» Guzmán Blanco. «La Revolución de marzo» derrocó a José Tadeo Monagas e impuso a Julián Castro como nuevo Presidente. José Tadeo renunció y pidió asilo, pero ante la impopularidad del nuevo gobierno y la actividad de los «liberales», se puso en marcha una conspiración que luego se denominó en burla la Galipanada, por el fracaso que significó. Esto ocurre antes de la Guerra Federal. La captura Carlos Soublette, hábilmente colocó tropas en Catia la Mar y La Guaira, para capturar a los conspiradores, que habían cruzado el Ávila y se habían asentado en Galipán. Por este hecho, fue decretada la expulsión de Guzmán Blanco, pero este siempre negó su participación y dijo que aquello fue realizado por algunos liberales que se unieron a los oligarcas y terminaron traicionados. La operación estuvo dirigida por el general José Vicente Aguado y coronel Ayes Terán. Fueron detenidos el el 17 de agosto de 1858. También fue partícipe el abogado Agostini, Carlos Sanabria y Ramón Suárez. Existe una cruz en el sitio donde falleció uno de los soldados caídos en combate, en el área de Boca´e Tigre, en la subida hacia Galipán. G.J.Jiménez
Leocadio Guzmán tras el millón de Perú
«Me ha nombrado Padre y Salvador del Perú; me ha decretado los honores de Presidente perpetuo; ha mandado grabar mi busto en una medalla; me ha llamado Libertador y me ha obligado a encargarme del mando del Perú; y después me señala una enorme fortuna. Yo he aceptado todo con gozo, menos lo último; porque las leyes de mi patria y las de mi corazón me lo prohiben». El Libertador. El Libertador rechazó un millón de pesos que se le fue obsequiado por el gobierno de Perú el 12 de febrero de 1825. Solo recibió una medalla con su busto. A pesar de ello, el gobierno peruano insistió. Al ver que este seguía negándose, decidieron destinar aquella ofrenda «al pueblo que lo vio nacer». Posterior a esto, el Libertador solo llegó a dar uso a aquel dinero para dar 20 mil pesos al educador Lancaster, aunque la letra fue protestada en Londrés. Desde entonces los documentos oficiales mostraron, no un millón sino, 980.000 pesos. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El camino de la vergüenza En el año 1842, las autoridades municipales de Caracas iniciaron el trámite para conseguir el millón de pesos. Dicho trámite fue reiterado en el año 46, donde se inició su estudio para que en el año 48 fuese presentado ante la cámara la petición de solicitar aquel dinero para Caracas. Leocadio Guzmán, vicepresidente de José Gregorio Monagas, fue designado en 1851 para reclamar a las «Repúblicas del Perú y Bolivia» el millón de pesos. A Leocadio se le entregaría el 10% del millón como honorarios, otro 10% para gastos y un auxilio reintegrable de cuatro mil pesos. Pero este fue desplazado por José Ponce. Leocadio, al ver lo que ocurría, decidió separarse de la vicepresidencia temporalmente, alegando males y cansancio, para luego partir al Perú. Se movilizó para conseguir un documento que lo autorizaba de «cobrar o liquidar cualquier dinero» de los herederos del Libertador. En dicho documento estaba la firma de cada uno de los herederos. El truco era que en vez de cobrar el 10% para la municipalidad, cobraría el 50%, por realizar el trámite en nombre de los herederos del Libertador. Ante el Presidente peruano, Leocadio justifica la razón de aquella petición en nombre de los herederos, quienes vivían de forma muy precaria al no tener herencia sobre la cual sostenerse. Usó como excusa el sufrimiento de aquellos que carecían de recursos y debieron heredar del Libertador lo suficiente para vivir. Al final, ante el debate peruano, Guzmán logra que se realice el pago, pero este fue realizado en bonos a la deuda pública exterior de Perú. A partir de ahí, conseguir aquel dinero pasará por varias etapas que implican el enfrentamiento de las diferentes partes, Leocadio Guzmán contra los herederos del Libertador, con quienes tiene diferencias; de la misma forma con la municipalidad de Caracas. Al final acordó 200.000 pesos para la municipalidad. ¿Qué ocurrió? Se dice que Leocadio Guzmán negoció repartir el millón con el Presidente del Perú, José Rufino Echenique. Al regresar, dijo a los herederos y a la municipalidad que Perú no quiso realizar el pago. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí
Los uniformes escolares en Venezuela
«Si en mi Patria fueren a erigirse estatuas a los hombres eminentes, yo votaría porque se levantara una al hombre que después de las fatigas de la guerra, de los desengaños de una vida agitadísima, tuvo aún fuerza de ánimo para luchar con una juventud indócil, cuyos padres no comprendía el valor del servicio que él se proponía hacerles a ellos y a la Patria» José Antonio Páez sobre Feliciano Montenegro. En el año 1839, don Feliciano Montenegro y Colón, un educador y autor de obras didácticas y militares, quien fuese participante en la Independencia de Venezuela, creó el Colegió de la Independencia. Acababa de ser electo, el centauro, Páez, como presidente de la República. Aquel colegio fue donde asistió Guzmán Blanco y otros hombres de su época, inscrito por su padre, Leocadio Guzmán, quien fuese defensor de Montenegro. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí La aparición del uniforme escolar El colegio Independencia innovó con el uniforme escolar, el cual era una especie de casaca. El objetivo de dicho uniforme quedó descrito por Montenegro: «…por los malos hábitos que los niños adquieren por la libertad que disfrutan a toda hora en las calles, plazas y pulperías… nunca será superfluo, que si es posible, se haga presentar a los niños en público con alguna prenda de ropa o divisa que indique pertenecer a la escuela». Dicho uniforme permitía vigilar y tener control sobre las costumbres, buenas prácticas y el comportamiento de los jóvenes. Daba identidad a los estudiantes y era fácil identificar que aquel joven uniformado pertenecía al colegio, donde debería encontrarse. Fuente Alcántara Polanco. Biografía de Guzmán Blanco. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí