Con la salida del general de división Marcos Pérez Jiménez, el vicealmirante, Wolfgang Lazarrabal asume el gobierno de transición como parte de una junta de gobierno. Una de las primeras medidas que realiza la junta es lo que se podría llamar el origen de la doctrina de «borrón y cuenta nueva», con la que se caracterizó todo el Pacto de Punto Fijo. Esta famosa práctica está relacionada con el abandono de los proyectos de un gobierno anterior, para calificar todo lo realizado como negativo, e iniciar proyectos de cero que favorecen a los nuevos gobernantes y sus aliados. Posterior a esta medida, aparece el tema a tratar: el POE.
El origen de la crisis
El bipartido siempre se ha defendido sobre los problemas económicos que tuvieron que asumir a partir del gobierno de Rómulo Betancourt, diciendo que fue el resultado de la dictadura. Es la estrategia de compararse con el anterior para exaltar la obra porvenir. Sin embargo, hay un silencio sobre lo que ocurrió durante la transición.
La junta de gobierno decidió detener las obras públicas de la anterior administración, lo que trajo como consecuencia, una crisis de productividad y desempleo. Para contrarrestar los daños, se creó un plan de Emergencia llamado Plan de obras extraordinarias (POE).
El POE
Aunque se toma como un plan para enfrentar la crisis de la transición, en realidad, trajo graves consecuencias. Entre una de ellas, fue una oleada de ranchificación. El plan de obras extraordinarias creó un sistema que se pintó de un programa de emergencia para crear empleo y obras. El resultado fue un salario para la improductividad. Muchos del interior viajaron a las grandes ciudades para obtener un salario fácil, sin trabajar mucho; trayendo con ello la instalación de viviendas marginales y el aumento del delito, al no existir un cuerpo de seguridad efectivo como la Seguridad Nacional.
En teoría, el POE fue diseñado para hacer frente «al desempleo existente y para apoyar mediante obras de construcción, refacción y equipamiento a los hogares humildes y para que el hombre sin recursos económicos pudiese llevar algún pan hasta su hogar», pero los activistas comunistas infiltrados dentro del gobierno aprovecharon para hacer que sus partidos recibieran recursos monetarios. Más de un militante se encontraba nominado en cuatro o más sitios de empleo, siendo residentes de lugares alejados a los barrios afectados del programa de obras y estaban registrados como militantes de izquierda. A este mecanimos subversión se le conoce como dislocación.
Las movilizaciones a la capital no fueron inocentes, y solo por conseguir trabajo fácil. Movilizaban campesinos en transportes hasta las ciudades y promovían manifestaciones, bajo la apariencia de apoyar el gobierno en las decisiones, mientras creaban sensación de inseguridad.
Sin embargo, Larrazabal en ese año logró cierta popularidad gracias al pago de pensiones por desempleo que se realizaron durante el POE. La migración del interior a la ciudad fue tal que aumentaban un promedio de 100 ranchos diarios solo en Caracas, como resultado de la política de subsidio del POE.
Los resultados del POE
El gobierno anterior había disminuido el desempleo al 7,4%, pero durante el año de la transición, este aumentó a 9,6%. El PIB se desplomó en ese año de un crecimiento de 11,6% a uno de 1,3%. Aumentó el gasto público y los índices de precios subieron. Lamentablemente para los venezolanos, el gobierno de Larrazabal marcó como serían sus siguientes 60 años. El accionar político imperante fue replicado por los siguientes gobiernos desde entonces.
Lazarrabal emprendió la aventura política apoyado por el Partido Comunista de Venezuela (PCV), Unión Republicana Democrática (URD) y Movimiento Electoral Nacional Independiente (MENI). Perdió contra Rómulo Betancourt en el 1959. En 1963 volvió a intentar ir por la presidencia, donde perdió frente a Raúl Leoni, Pietri, Caldera y Villalba.
Fuentes
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Aguirre, A. (2003). Economía, instituciones financieras y dinero: Teoría y Política en Venezuela. Caracas: Universidad Católica Andrés Bello.
Crazut, R., & Soublette, F. (1990). Manuel R. Egaña, obras y ensayos. Caracas: Banco Central de Venezuela.
Ray, T. F. (1969). The Politics of the Barrios of Venezuela. Berkeley and Los Ángeles, California: University of California Press.
Tellez, S. G. (1998). El oficio de urbanista según Víctor Fossi. Relatos de práctica urbanística. Municipio Baruta, Estado Miranda: Ediciones de la Universidad Simón Bolívar.
