Los llaneros venezolanos

Germán Jiménez

Autor

Llaneros-venezolanos

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Entre Venezuela y Nueva Granada se forjaron los Llaneros, hombres que fueron determinantes para la guerra de independencia hispanoamericana. Los Llaneros venezolanos eran seminómadas, solían habitar los Llanos venezolanos, donde realizaban trabajos, que pocos querían realizar, para los diferentes hatos. Se adaptaron a un territorio hostil, andando desnudos hasta la cintura y con lanza en manos. Domaban a las bestias, marcando a aquellas que no tenían propietario con hierro caliente. Casi siempre expuestos al sol, alimentados por carne seca y desabrida, acompañados por sus caballos con quienes llegaban a compartir el alimento.

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«Siempre sobre la silla, creen que no pueden hacer el menor camino a pie» Humboldt


Territorio

El llano venezolano abarca más de 200.000 km cuadrados —la actual Región de los Llanos es de 142900 km cuadrados—,y está delimitado al Sur y al Este por el Orinoco, al Oeste por la cordillera de los Andes y al Norte por la cordillera interior de la costa. Suele hablarse de Llanos orientales, que abarcarían los actuales estados Anzoátegui y Monagas, y de Llanos centrales y occidentales, formados por los estados Guárico, Apure, Barinas, Portuguesa y Cojedes.

Este territorio esta expuesto a cambios climáticos radicales, entre dos temporadas de lluvia a sequía, y con cambios de temperaturas de 32° hasta bajar a los 15° en algunas noches. La fauna corresponde a todo tipo de aves marinas, caimanes, anacondas, peces caribes (pirañas), ganado y caballos —tras el ingreso de los españoles—, entre otras.

Son habituales los desbordamientos de los ríos, que luego, dejan ciénagas que hacen difícil el tránsito por aquellas tierras.

Usando las vías fluviales trasladaban, no solo las reses, también cacao, tabaco, azúcar, pesca, e incluso armas. De esta forma aprovechaban el difícil entorno llanero.

Saqueadores, mercenarios o guerreros


«Los llaneros son del tamaño de los compromisos que se les presente» Dicho popular


Las condiciones geográficas del llano venezolano, y el ganado cimarrón, favorecieron la aparición de los llaneros. En principio, ofreciendo servicios para los hatos y en paralelo saqueando y formándose como cuatreros, resultado del descuido de los dueños de las tierras, quienes delegaban el trabajo a los pardos, considerando que aquello no era lugar para las altas castas.

Lugar de fugitivos y pardos

Los negros fueron los que mejor se adaptaron a aquellas llanuras y de ellos se dieron los cimarrones, negros fugitivos de sus antiguos patrones. 

Sin embargo, en el llano no se diferenciaban los blancos de orillas, de pardos y negros. Incluso, José Antonio Páez, huyendo de la justicia por haber enfrentado a unos asaltantes, terminó en el llano sirviendo a un negro, que fue su capataz. El prestigio en aquellas tierras era poseer tierras o ganado. 

Históricamente, el llano ha sido siempre refugio, donde los más desesperados logran sobrevivir o encuentran la muerte. Los aborígenes que huían de los Caribes, se adentraban en él; sin embargo, poco lograron hacer en aquel territorio. Los negros, que huyendo de sus amos, o de la justicia española, empezaron a habitar el territorio, fueron las manos usadas para poder aprovechar aquel lugar.

Llaneros


«Dadme cien mil llaneros y me paseo por Europa en nombre del Rey de España» Pablo Morillo según Andrés Revezs


Hablar de ellos, es hablar de personas que se adaptaron a un entorno, y no se dieron la tarea de adaptar el entorno a ellos. Para ellos «sólo hay «ganado y cielo»», se consideran peones de la naturaleza, sobre la cual no buscaban entender el porqué de las cosas sino obedecerle.

Para lograr conseguir trabajo era necesario demostrar ser un buen jinete. Los que iban eran puestos a prueba sin previo aviso, al hacerles montar un potro salvaje.

Vestían descalzos, con pantalones blancos a media pierna, a veces con una camisa. Llevan casi siempre un sombrero de cogollo, por lo que se denota que la vestimenta usual era escasa. Cargaban con ellos una ruana que los protegía tanto del sol como de la lluvia, así como un chinchorro para conseguir el descanso en su paso.

El caballo lo montan con o sin silla, al pelo o con algún arnés sencillo. Su equipaje eran dos cañoneras, dos pequeñas alforjas para cargar las hilazas, cera, lezna, aguja y otros enseres para guarnición; sobre estas alforjas va la ruana. En la silla iban dos pequeños lazos de rejo para atar el chinchorro, la soga para enlazar, un cuerno que usaban de vaso y alimento.


«[…] vivían y morían como hombres a quienes no cupo otro destino que luchar con los elementos y las fieras» José Antonio Páez


La soga la hacían con la piel de una res y en algunos casos, poco comunes, de piel de anaconda. Cuando el lazo se utilizaba para cazar animales se sujetaba en la cola del caballo, entrenado para esto. Normalmente llevaban armas, entre ellas la lanza. En época de inundaciones, utilizaban piraguas, canoas y bongos.

Originalmente eran nómadas, y normalmente cambiaban de sitio durante las inundaciones. Con la llegada de los españoles, los fugitivos mantenían la práctica, mientras que los que habitaban en los hatos dormían en el caney, dormitorio de los peones. El techo era de palma con columnas hechas con troncos y tenían estantes hechos de bambú. Ahí se dormía en época de lluvias, mientras que durante la sequía, colocaban el chinchorro a la intemperie.

La carne, el plátano y el queso han sido los alimentos contantes durante su historia. Para conservar la carne se ponía en tasajo, y se secaba al sol. Cuando se iba a consumir se colocaba en remojo previamente.

Vegueros

Entre los llaneros están los llamados vegueros, término aplicado a aquellos que viven o trabajan en vegas. Estaban dedicados a la agricultura y se dice que también se diferenciaban porque se quedaban con sus madres y hermanas en vez de dejar el hogar para agarrar sabana.

La música

Los llaneros dan gran importancia a la música y las leyendas. Sus instrumentos musicales principales son las maracas, las totumas, el arpa de 32 cuerdas y el cuatro.

Principios llaneros

Estos principios realmente son una recopilación del conocimiento de muchos de aquellos investigadores, historiadores e intelectuales que dedicaron tiempo al estudio de la idiosincrasia venezolana.


«Nunca por amor al dinero se les ha visto prostituirse, como raza proscrita, a villanos oficios(…) (…)tal género de vida hace que el llanero sea por demás astuto y cauteloso, enemigo de toda sujeción y servidumbre» Baralt.


Evitan la servidumbre. Rechazan la crueldad a menos que sea por influencia de un caudillo de turno. Son leales y hospitalarios.

Los guerreros de la independencia


«…y a caballo como las hordas de Atila, como los tártaros y los árabes nómadas, llevan por todas partes el terror y la devastación, arrastrados por sus instintos depredadores a las órdenes de cabecillas tan bárbaros como ellos mismos, para convertirse más tarde en los más esforzados defensores de la Independencia» Vallenilla Lanz


Aunque para algunos parezca exagerado, los llaneros en la guerra fueron el tipo de soldados que parecen solo verse en el cine o la historia de las antiguas civilizaciones, tomando tanto lo bueno como lo malo. La poca vestimenta y equipamiento, les permitía tener una gran movilidad. El terreno donde les toco combatir era hostil, pero ellos a diferencia de las tropas realistas, estaban adaptados al terreno, y acostumbrados a sus dificultades. Las sufrían, pero eran parte de él.

La caballería llanera atosigó al ejército de Morillo, sin entablar batalla formal. Les impedían movilizarse e ir en busca de alimentos. Rompían sus comunicaciones, obligándolos a alimentarse de sus propias monturas —caballos y mulas—, afectando enormemente a los realistas. Hacían la guerra de guerrillas. Mantenían largas marchas para evitar verse obligado a dar una batalla formal, lo que resultaba agotador para los realistas. antes de la batalla de El Yagual (1816) marcharon toda la noche a través de tierras pantanosas y pasaron la noche dentro de un estero. 

Según los legionarios ingleses «La única virtud que estos oficiales criollos tenían era que eran valientes, firmes y decididos patriotas […]», lo cual les
permitía sufrir «[…] alegremente, con la mayor paciencia penalidades y privaciones de toda clase, por el bien del servicio […]». 

También eran desorganizados, indisciplinados y sin comprensión sobre las ideas que se decían defender, siendo uno de los motivos por los que pasaron de seguir a Boves—un realista— a seguir a Páez —un patriota—.

Con esas virtudes y defectos, necesitaban un guía, líder o caudillo, que los entendiera y supiera encauzar, tal como fueron Páez y Boves. Ellos no hubiesen arrojado los resultados sin un Páez que supiese canalizar aquella masa, y fue con él que lograron acciones como la Toma de las Flecheras en 1818, las Queseras del medio en 1819 y la participación en la Batalla de Carabobo en 1821. Algunos se han atrevido a disminuir la importancia del caudillo en este proceso, pero sin este no se habría logrado cosa alguna. 

Miranda, por ejemplo, no pudo dirigir a aquellos hombres ya que su estilo europeo no era respetado por ellos. Bolívar tuvo muchas dificultades y solo luego de su exilio fue que entendió la importancia de aquellos pardos para lograr alcanzar victorias. Páez, por ejemplo, le decía al Libertador:


«Yo conozco estos hombres, y sé cuanto importa no llevarlos con severidad para sacar de ellos ventajas»


Sin embargo, Páez también supo cuando castigar, como a Felipe Alzuru. También, en determinados casos, retaba en duelo mano a mano si lo veía necesario. Con él, durante la batalla, las órdenes las seguían a cabalidad, pero luego de la misma, volvían a la indisciplina y el desorden. 


«Cuando alguno comete una falta grave, Páez lo invita a una especie de duelo, y esta invitación puede decirse que es una orden, ya que si el invitado no acudiera sus otros compañeros le arrojarían del cuerpo por cobarde» Relato de un oficial inglés sobre la guerra a muerte


Una prueba de la lealtad de aquellos hombres fue cuando, en la batalla de Mata de la Miel vengaron la muerte del caballo de Páez. Aquella descripción de que no eran crueles a menos que así lo fuese el caudillo, se puede ver cuando en nombre de Boves hiceron atrocidades, pero con Páez se solía perdonar a los vencidos. 

Al final de la guerra, lo que se entendió por parte de los generales patriotas, es que no podían intentar hacer un ejército como los de Europa, sino al estilo venezolano. 


«Una infinidad de ríos caudalosos, y decaños profundos que atravesar, practicable sólo a los llaneros, sin cuyo auxilio no puede hacerse; el inmenso desierto por donde se camina, el pasto de la sabana, que deteriora y concluye con lascaballerías del Reino»


El paso del tiempo

Al culminar la guerra, la adaptación a una República y a la vida civil, no se hizo sencilla. Lo que generó que hubiese muchos levantamientos y guerras civiles. Fue entonces con la llegada de Juan Vicente Gómez, que aquellos guerreros vivieron sus últimos momentos y terminaron desapareciendo, como hombres de guerra.

Sin embargo, otras costumbres, las que no corresponden a la guerra se mantienen hoy. En el llano siguen habitando las leyendas, los bandidos y los llaneros que doman la tierra y a las bestias.

Fuentes

Ni cuatreros, ni montoneros, Llaneros. Izard, Miguel.
Cesarismo Democrático. Vallenilla Lanz, Laureano. 
Entre la necesidad y el miedo: los llaneros en la Independencia. Correa, Pedro.
Región de los Llanos. Wikipedia

G.J.Jiménez

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