El Libertador ¿no murió masón?

Germán Jiménez

Autor

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La masonería ha generado tanto rechazo como curiosidad a lo largo de la historia. De sus practicantes, se cree que controlan los hilos el mundo, para otros, no influyen más allá de sus casas y para algunos son un mal que debe ser erradicado. Sin duda, sea cual sea la verdad, los Padres Fundadores de la nación fueron en su mayoría parte de la masonería. Sobre esto tuvo gran influencia el Generalísimo Francisco de Miranda.

Un caso curioso, y muy discutido sobre la masonería, fue el de la participación de el Libertador, Simón Bolívar, uno de los hombres más importantes de la historia mundial, el cuál perteneció a la misma. Las dificultades de la época, la búsqueda de aliados para combatir contra el Imperio Español, la guerra de los masones, Morillo y Bolívar, cuyo final se sentencia con aquel abrazo que dio paso al declive de la guerra y el inicio de las repúblicas hispanoamericanas. El Libertador, ya para el año 28 no era masón, ¿qué hay de cierto?

En el diario de Bucaramanga DelaCroix afirma que el Libertador le había expresado su rechazo por las logias a las que llamó «niños grandes jugando con señas, morisquetas, palabras hebraicas, cintas y cordones…»  Para el año 1828 el Libertador plasmaba su posición al respecto con el decreto ejecutado luego de la Conspiración Septembrina, en la que se ve involucrado, Santander:


«Decreto

Artículo 1º

Se prohíben en Colombia todas las sociedades o confraternidades secretas, sea cual fuere la denominación de cada una.

Artículo 2°

Los Gobernadores de las Provincias, por sí y por medio de los Jefes de Policía de los Cantones, disolverán e impedirán las reuniones de las sociedades secretas, averiguando cuidadosamente si existen algunas en sus respectivas provincias.

Artículo 3°

Cualquiera que diere o arrendare su casa o local para una sociedad secreta incurrirá en la multa de 200 pesos, y cada uno de los que concurran, en la de 100 pesos por la primera y segunda vez; por la tercera y demás será doble la multa; los que no pudieren satisfacer la multa sufrirán por la primera y segunda vez dos meses de prisión, y por la tercera y demás será doble la pena.

Parágrafo 1°: Los Gobernadores y Jefes de Policía aplicarán la pena a los contraventores haciéndolo breve y sumariamente, sin que ninguno pueda alegar fuero Cero en contrario.
Parágrafo 2°: Las multas se destinan para gastos de policía, bajo la Dirección de los Gobernadores de las Provincias. El Ministro Secretario de Estado del Despacho del Interior queda encargado de la ejecución de este decreto.

Dado en Bogotá a 8 de noviembre de 1828. Simón Bolívar.»


¿Por qué se opone a la masonería?

Muchas pudieron ser las razones, tal vez, como indica Delacroix en el diario de Bucaramanga, para el Libertador esta era útil para «la intriga». Hay que recordar que Santander, quien se fue transformando en uno de sus adversarios y el hombre, posiblemente, más importante de Nueva Granada, era masón. Sobre el atentado al Libertador, la mayoría de los involucrados eran cercanos a él, eran parte de la masonería. Por estas razones no es muy difícil relacionarlo.


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Colaboración de Alejandro Remiro

Fuente
Diario de Bucaramanga Decreto de 1828

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