ADVERTENCIA: el contenido puede generar rechazo para algunas personas, pero nos apegamos a la línea de conservar el acervo histórico, lejos de afectar a la Iglesia Católica, a sus feligreses, a sus clérigos, a los caraqueños, a los familiares sobrevivientes de los protagonistas de este hecho, a las instituciones implicadas de alguna forma como, PTJ actual CICPC, o FUNDAPATRIMONIO, o a la Alcaldía de Caracas, así como cualesquiera ciudadanos, que en un supuesto negado, se pudieren sentir resentidos por esta reseña.
La capilla de Nuestra Señora de Lourdes
Localizada en el, actual, «Parque Ezequiel Zamora» también conocido a lo largo de su historia como «Paseo Guzmán Blanco«, «Paseo Independencia«, «Parque El Calvario«, y «El Calvario«, espacio público de Caracas, construido bajo el gobierno del General Antonio Guzmán Blanco, el 3 de abril de 1883.
En 1884, el gobierno Joaquín Crespo se empeña en hacer ciertas ampliaciones al paseo, además del cambio de nombre a Paseo Independencia. Así en 1885 se incluyó otro templo, la capilla, Nuestra Señora de Lourdes, de estilo arquitectónico gótico. Durante gran parte del siglo XX fue usada por muchas personas en la ciudad para celebrar matrimonios y realizar otros eventos religiosos. El conjunto del que forma parte la capilla fue declarado monumento histórico de la nación el 15 de abril de 1994. La capilla está rodeada de un entorno de plazas, jardines y caminerias.
La tragedia en la Capilla
Un oscuro hecho dio cabida en aquel entonces al cierre del templo de culto religioso, la capilla de Nuestra Señora de Lourdes. Se dio durante el transcurso del siglo XX y hoy está casi olvidado entre los saqueos y las rehabilitaciones, además de un marcado tabú sobre el tema; fue un encuentro sexual entre un célibe sacerdote y una casta, hasta entonces, novia, en vísperas de una boda que nunca llegó a celebrarse. Para el sacerdote, el público arrepentimiento y las penitencias terrenales no fueron suficientes para enmendar el error de ese pecado, la culpa lo atormentaba, llevándolo a cometer un terrible acto. El sacerdote murió ahorcado en la propia Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, la cual fue clausurada tras bochornosa situación, la capilla fue entregada totalmente al abandono, al punto que por muchos años la cuerda con que se ahorcó el cura se mantuvo dentro de la capilla, donde vándalos la usaban para bromas y burlas. Por las noches se apropiaban de ese espacio frente a la falta de interés del sitio por parte de autoridades eclesiásticas y civiles.
Con el tiempo, la ciudadanía fue retomando la capilla, con eventuales y parciales apariciones en películas y cortometrajes venezolanos. Las autoridades locales realizaron reparaciones del espacio físico de la capilla. Mas la historia ha seguido en el olvido, y donde, hasta ahora, solo en la memorias de los más viejos, está el recuerdo de ese oscuro pasado de la Capilla de Nuestra Señora de Lourdes, quienes al pasar a su lado aún ven su ventanal redondo como si por casualidad o gran imaginación pudiesen ver nuevamente la cuerda en la que se ahorcó el cura.
Colaboración de Alejandro Martínez.
Fuente:
Libro de oro, patrulla Impalas, tropa masculina, G.S. Lezard. (2001)
Fotografías: G.J.Jiménez