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El petróleo ha sido de gran importancia en Venezuela por el impulso económico que le dio al país. Sin embargo, su importancia se remonta a mucho antes de de lo que muchos se imaginan. Ya en el imaginario se dice que se le conocía como «La mierda del diablo», y en 1799 Humboldt lo había descubierto, pero fue para la década de 1870 que empezó su historia nacional.
El descubrimiento
Luego de un terremoto en 1875, en la Hacienda de la Alquitrana, de quien era dueño Antonio Pulido, se empezó a denotar el petróleo. Según Rómulo Betancourt, en su libro Venezuela, política y Petróleo fue el médico Carlos González Bona, quien lo descubrió mientras recorría los caminos en mula para prestar sus servicios. El médico vio que sobre los riachuelos una sustancia de aceite negro. José María Vargas fue designado para investigar aquella sustancia, que identificó como «más rica que la plata por sus propiedades».
La primera explotación
Bona, convencido de la importancia de aquello, convenció a Pulido de crear una empresa dedicada a la extracción y la investigación de aquella sustancia. Así Pulido creó la «Compañía Nacional Minera Petrólia del Táchira» y envió a José Rafael Rincones a Pensilvania, Estados Unidos para estudiar sobre el petróleo y adquirir las maquinarias que les permitiera obtener kerosene de primera calidad.
En 1878, con el regreso de Rincones, de trasladar los equipos al Táchira, que viajaron en barco y mulas, fue en 1883, tres años después, que el pozo llamado «Eureka» empezó a generar 230 litros de petróleo diarios. En 1884, el Presidente Guzmán Blanco firmó el título definitivo de la concesión.
Se disuelve la compañía
A pesar del duro trabajo que implicó, la compañía no contó con el apoyo del gobierno de entonces, la mirada de los gobernantes estaban en otros horizontes. Por ello, con el tiempo esta se disolvió, pero siendo el antecedente más notorio de el recurso que ha generado ingresos económicos a la nación, así como todos los conflictos alrededor de él.
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