La historia no debe ser una meretriz de la política

Germán Jiménez

Autor

Apóyanos en Patreon

Únete a nuestra comunidad en Patreon y apóyanos suscribiéndote. Tan solo $3 mensuales nos ayuda a mantener este proyecto.

 


Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí


No es nuevo que las diferentes partes que hacen política en el país traten de usar a nuestros próceres y padres fundadores para sus fines políticos. Es una búsqueda para crear narrativas argumentativas de sus posturas. Así se ha hecho a lo largo de nuestra historia, donde podemos destacar a Guzmán Blanco, Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez. El tema está empezando a llegar a otro nivel, puesto que la tendencia pro aborto está entrando con fuerza en Venezuela, y ha empezado utilizando a imágenes simbólicas de nuestra historia republicana para hacer eco en la sociedad sin ningún respeto por nuestra historia.

Iniciaron con María Lionza, quién forma parte del culto de una parte de la población, no menor, y ahora, han seguido su paso, usando al Generalísimo Francisco de Miranda para lo mismo. 

Más allá de una postura a favor o en contra de una política pública, creemos que ya es suficiente con el uso indiscriminado de nuestra historia. Chávez la usó para crear la narrativa de su propaganda y con ello vulgarizó a todos nuestros próceres, poniéndolos al nivel de una limosna, promovió cambiar nuestros símbolos patrios y dividió la nación entre quienes estaban a favor y en contra. 

Si queremos armonizar las diferentes partes de nuestra nación, uno de los primeros pasos está en promover el respeto por nuestros símbolos, respeto por nuestra historia, y para ello es necesario tener una legislación que impida que estos sean usado de forma trivial. Sin respeto, el conflicto será una constante irremediable. 

Respeto por nuestra historia

Nuestra historia no puede seguir siendo sujeto de experimentos sociales y políticos, está para ser estudiada como forma de poder entender quiénes somos y cómo tomar las mejores decisiones en el presente, y así construir un mejor futuro. Esta es, la historia, motivo de cohesión nacional y de construcción, no una meretriz de la política diaria y transitoria de nuestra República. Hacemos un llamado a tener respeto por nuestra historia y que en un futuro, donde sean recuperadas nuestras instituciones, se pene a aquellos que la usen de forma banal. Si no se establecen límites, todo el caos toma fuerza.


Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí


 

Más para leer

Redes sociales

Más para leer