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La disputa entre don Uslar Pietri y Lord Kenneth Clark

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí En el año 1969, el canal BBC2, dio a luz un programa televisivo llamado Civilización (Civilisation) el cual vendría acompañado de una versión escrita realizada por el mismo presentador, el historiador Lord Kenneth Clark. Esta serie es una de las referencias más importantes en la producción documental y estaba orientada a dar a conocer todos los rasgos de la civilización occidental. La producción tuvo éxito en su época e incluso, personajes lejanos pero no de menor importancia como la de nuestro respetado don Uslar Pietri, quien, en su gran deseo de conocimiento puso su atención en aquel trabajo. De este interés surgió un artículo realizado por don Uslar, producto de una afirmación que realizara Ser Kenneth Clark en su programa y libro: «… cuando se me pregunta ¿qué ha hecho España para ampliar la mente humana unos cuantos pasos hacia arriba?… ¿qué es la civilización? Ruskin decía: » las grandes naciones escriben su autobiografía en tres manuscritos: el libro de sus hechos, el libro de sus palabras y el libro de su arte». Ninguno de esos libros puede ser entendido si no leemos los otros dos». La reacción de Uslar Pietri Don Uslar no pudo contenerse y escribió una respuesta a Kenneth Clark sobre aquello que aseguraba el reconocido inglés. La misma se tituló «Los expulsados de la civilización»  y en ella, don Arturo enumeró un grupo de razones por la cual España era un factor fundamental para occidente y que es «absolutamente imposible escribir la historia de la civilización occidental dejando por fuera a España». Para don Uslar, aquella afirmación es producto del prejuicio creado por la división de occidente, luego de la reforma, entre los luteranos y los católicos. Desde ahí don Arturo nos habla sobre la importancia de España para occidente con breves pinceladas: «Los árabes fueron los que salvaron la herencia griega y todo lo que quedó de Bizancio, luego del declive de Roma, y fue a través de España que se dio el contacto más cercano con el mundo islámico. Euclides, Platón, las matemáticas, la historia y la poesía occidental, volvieron gracias a ese contacto. Entre la guerra y la convivencia entre cristianos y musulmanes se dieron grandes obras de arte y arquitectónicas. Córdoba fue la capital del mundo europeo, con su mesquita se transformó en un punto de encuentro para Europa. En Toledo se formó la escuela de traductores, lugar de conservación y difusión de las culturas, en la Edad Media. Otro punto, posiblemente el más trascendental, fue la empresa de Indias. El descubrimiento fue el paso más grande que se dio para su momento. Se crearon las leyes de Indias, cambiaron las artes, la historia, el pensamiento, la economía. España fue el único Estado en el mundo que se preocupó, perturbó mental y espiritualmente, por su instalación en América y por ello Francisco de Vitoria aparecerá como el creador del derecho internacional, al formular normas donde afirmaba que esos indios tenían derechos naturales y divinos sobre los cuales el Rey de España no tenía autoridad. Por otro lado está la contrarreforma, que no solo es la lucha de luteranos contra cristianos, también es la aparición de la arquitectura y el arte barroco. De los cuatro grandes personajes de la literatura, Hamlet, Fausto, don Quijote y don Juan, dos son españoles. Velásquez nunca es nombrado por Clark, que al omitirlo, expulsa de la historia al creador y su obra «Las meninas», sobre la cual el mismo Foucault llega a analizar. Para Clark, en el libro de las artes no debió existir el impresionismo ni Goya, quien fue estudiado por sus colegas europeos. Omite también a Juan Gris, a Dalí, a Juan Miró y a Picasso.» Es así como don Uslar, bajo estos argumentos, responde que la historia de la civilización, basado en los ters libros de Ruskin, no se puede describir sin nombrar al mundo hispánico. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez Fuente Pietri Uslar, Los expulsados de la civilización. 1973, Embajada de Venezuela en España. 

Los nombres del metro de Caracas

Caracas es una que se caracteriza por la denominación de sus calles. Muchos se quejan de la falta de enumeración y el poco uso que se le ha dado aunque la gran riqueza histórica que hay detrás de cada nombre de las esquinas caraqueñas podrían llegar a ser un atractivo turístico si alguien le dedicara lo que merece.  El 2 de enero a las dos de la tarde, en la plaza Pérez Bonalde, en Catia, se reunieron los caraqueños para asistir a la inauguración del Metro de Caracas. Luis Herrera Campins afirmó que era «la obra más compleja que conoce la historia del país». Así como las esquinas guardan sus historias, el  metro de Caracas no se queda atrás.   Propatria Durante la primera mitad del siglo XX, al oeste de Caracas se instalaron un gran número de tenerías y fábricas lo que hizo de la zona un espacio común para trabajadores. El Gobierno Nacional, para dar vivienda a todos esos trabajadores que provenían de zonas rurales funda las veredas de casas con el nombre de Propatria, construyendo el primer barrio obrero del país. De ese grupo de personas nace el Sindicato de Trabajadores Propatria. De ahí proviene el nombre de la estación Propatria, edificada en los terrenos donde estuvo el Cuartel Urdaneta. La estación inició su servicio el 02 de enero de 1983, junto con el tramo Propatria – La Hoyada de la Línea 1. Gato Negro Esta estación debe su nombre al emblema de una taberna decorada con un Gato Negro que se volvió punto de referencia para quienes transitaban por la zona y necesitaba una ubicación común. Por esta razón la parroquia fue llamada Gato Negro. Los colores de la estación eran bastante oscuros para recordar aquel lugar con el gato negro. Esta estación entró en funcionamiento junto con el tramo Propatria – La Hoyada de la línea 1. El Silencio Inicialmente la zona se conocía como El Tangaral, una zona que se dice, estaba poblada de personas de poca moral. Por esa razón el sacerdote José de Carabante maldice el lugar con una peste que acabó con al población. La urbanización «El Silencio» deriva su nombre a aquella maldición y la estación a aquella zona del centro de la Capital. La Hoyada Antiguamente la zona donde se construyó esta estación era un lugar pantanoso donde existía una laguna. En ella los habitantes de la zona solían beber agua. Al urbanizar Caracas toda la naturaleza desapareció por lo que la estación lleva colores tierra, en recuerdo a como era el lugar en su pasado. Sabana Grande En 1743, por el gran parecido que tenía con la Gran Sabana es llamado el sector como Calle Real de Sabana Grande, en el cual se llevaba al ganado a pastar. Chacao El sector y la estación llevan el nombre en honor al cacique Chacao, quien murió enfrentándose a los españoles en 1567. Petare Su nombre viene del caribe y significa «lugar de cara al río». Esta zona estaba bordeada por el río Guaire y era muy fértil. En ella se practicaba la agricultura. FUENTE Últimas Noticias Web. El Metro de Caracas Web.

La Venezuela que soñó un día Blanco Fombona

Rufino Blanco Fombona El escritor, historiador y político venezolano, Rufino Blanco Fombona, fue un hombre polémico de su época. Estuvo en La Rotunda, fue enemigo de Gómez y un hombre de terrible temperamento. Usó su idioma nativo como si de un arma de guerra se tratara. Era, sin duda, de corriente bolivariana, aunque también se puede visualizar en sus escritos históricos la influencia del positivismo. El 5 de septiembre de 1904, estando en Amsterdam, cavila, reflexiona y analiza sobre su país. Una de sus prácticas literarias fue la construcción de un diario íntimo, aunque muchas de sus partes desaparecieron por quienes le adversaban en la época de Gómez, otras páginas de más vieja data han quedado para la historia. Ese día escribe en su diario lo que el considera que necesita Venezuela para transformarse en la nación que tanto se anhela. Su análisis corresponde a la época, pero puede que en alguno de sus planteamiento nos encontremos con un hombre de gran visión sobre todo lo que refiere a la nación; en otros veremos como roza con el dogma del Libertador, soñando con Colombia, la grande. Acá dejamos extractos de su diario de aquella mirada de aquel hombre. 5 de septiembre ¡Cuánto hay que hacer en provecho de nuestro país! Hay, lo primero y ante todo, que llevar cueste lo que cueste, inmigración, principalmente italiana y española, que tan bien se asimila; pero sin olvidar fundar algunas colonias con gente del Norte de Europa: alemanes, suecos, etc. Esta gente nos dará virtudes que los latinos no poseen… sin olvidar las lecciones que nos enseñan en cuanto a problemas de inmigración, los Estados Unidos. Lo segundo que debe establecerse sobre sólidas bases es la instrucción pública; no la instrucción superior, sino antes que nada la instrucción elemental y técnica. Necesitamos técnicos: muchas escuelas de minas, muchas escuelas de agricultura, de ganadería, de artes y oficios; y necesitamos que el último indiecito en la última aldeúca sepa leer y escribir… los ingenieros, abogados y médicos vendrán después. Al contrario, creo que los hay de sobra; y que esos médicos sin clientela, esos abogados sin pleitos, esos ingenieros desocupados son vivero de ambiciones política, perturbadores del desarrollo normal del país. Crear ciudadanos es la mejor venganza que se puede tomar contra los bárbaros y su desgobierno. Necesitamos buenas Escuelas Normales. Y, sobre todo, necesitamos crear caracteres de alta temperatura moral. No debemos fabricar leyes y leyes, en serio. Basta con que las que existen se cumplan. Una ley mediocre que se aplica es preferible a una ideal que todos burlan. Hay que crear el respeto a la ley, principalmente en los que deben aplicarlas. Hay que establecer vías de comunicación por todo el país y que no permanezca el Norte separado del Sur, ni el Este tan extraño del Oeste como si no se tratase de una sola nación. ¿Desde cuándo no se tiende un kilómetro de riel en Venezuela? ¿Es comprensible que los productos de una región del país no puedan se conducidos a otra región, al punto de que resulte más barato traerlos del extranjero? Sin comunicaciones, no hay vida común. Sin vida común, no hay sentimientos comunes. Sin sentimientos comunes, no hay patria. Conviene mandar jóvenes en número de millares —no menores de veintiún años y ya con sentimiento nacional bien desarrollado en los hogares, en las escuelas y en las lecturas— a formarse o terminar de formarse técnicamente en Europa… En Alemania para que aprendan disciplina social; para que allí estudien la medicina, la química, la filosofía, las industrias; los que vayan a estudiar para ingenieros mecánicos y para marinos, para banqueros y comerciantes, a Inglaterra; militares y escritores, a Francia; pintores, a España; escultores, a Italia, a pesar de las últimas pastas italianas de escultura. Y así a cada país sacarle su mejor substancia. Alejarnos política y económicamente de Estados Unidos, mientras se pueda, sin dejar de estudiarlos; fomentar el hispanoamericanismo y estrechar lazos con las pequeñas potencias de Europa como Bélgica y Holanda, que nos puedan prestar dinero y fomentar nuestras riquezas, sin que temamos por nuestra independencia. España es uno de los países de Europa cuyo acercamiento puede sernos más provechoso. Venezuela debe armarse: no se respeta sino a los fuertes. Ya se ha dicho: el hierro fortifica. Debe establecerse el servicio obligatorio. Algún será quizás un progreso que no lo haya. Hoy no… Nuestras costas están a merced del primero que se presente con media docena de buques… Es necesario fomentar el espíritu marinero de nuestras poblaciones costaneras. Es necesario fundar arsenales, astilleros, darle a nuestras costas y a nuestro país la seguridad que dan en una casa la cerradura, la policía, el derecho del amo… y su revolver. Es necesario crear un plantel de hombres aptos, preparados, técnicos, en cada uno de los ramos de la administración del Estado. Son indispensables especialistas de talento, de carácter y muy patriotas para la carrera diplomática y no escoger solo a los diplomáticos entre los que tienen don de gentes o buena figura. Es necesario acabar con la ignominia de las reclamaciones extranjeras, que es el mejor negocio de los diplomáticos europeos y yanquis. Los financistas profesionales faltan. Debemos modificar la administración del país. Hay que darle nuevas bases a la economía nacional. No es posible que cada contrato que firme el Estado con cualquier empresa sea ruinoso a la postre para el país por imprevisión. No es posible que nuestras propias riquezas naturales lleven los millones al extranjero y nos dejen pauperismo y descrédito. Nuestro código de minas merece atención especial. … Hay que crear una guardia civil, sobre el modelo español y con especialistas de España, para que acabe con ese bandolerismo que tan a menudo se llama revolución. No existe un solo ramo de la Administración del Estado que no esté pidiendo reformas… Nuestros desiertos y fronteras de Guayana deben ser colonizados con gentes y curas nacionales. Debemos allí multiplicar las escuelas, fundar pueblos, fundar fuertes, abrir comunicaciones, crear intereses, crear vida civilizada

El señor de los refranes, Santos Erminy Arismendi.

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El origen etimológico de algunos refranes populares puede ser rastreable, mas muchos fueron creados gracias a la creatividad criolla.  Los refranes son utilizados constantemente como complemento lingüístico en nuestra vida diaria, logrando recopilar un gran número de ellos. Si algo caracteriza a el venezolano es que «vuela con todo y jaula» y pese a la situación, nunca pierde las esperanzas pues «al mal tiempo, buena cara». El primero que se interesa en recopilar esta costumbre nacional fue; el escritor y profesor Santos Erminy Arismendi, que nace en Carúpano, estado Sucre el 15 de agosto de 1896. Se residencia en Caracas pasando gran parte de su vida en la primera avenida de Las Delicias que actualmente lleva su nombre. El señor de los refranes. Formación: Erminy obtuvo doctorados en universidades de Venezuela y México y en el Instituto de Estudios Superiores de Roma, Italia; se destacó por ser un prolífico escritor en temas relacionados con la historia y las tradiciones de Venezuela. Poseedor de un gran conocimiento sobre el tema, Santos Erminy escribió en 1950 refranes que se oyen y dicen en Venezuela, libro en el que se explica el significado de estos dichos populares, frecuentemente usados por gran parte de los criollos, ya que, para la época, la picardía y la sabiduría popular eran parte importante del habla cotidiana. Otras obras publicadas por Santos Erminy Arismendi fueron: Por entre pueblos e indios, Arismendi y la Guerra a Muerte y Huellas folklóricas: tradiciones, leyendas, brujería y supersticiones. Además de escritor, fue miembro fundador de la Asociación Venezolana de Escritores, de la Asociación Venezolana de Periodistas, de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, entre otros. Perteneció a importantes organizaciones dentro y fuera de nuestras fronteras, como la Academia Nacional de la Historia, la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia, la Sociedad de Geografía e Historia de París, el Centro del Folklore de Brasil y asociaciones dedicadas a labores humanitarias convirtiéndolo en una persona de reconocida reputación no solo en su comunidad, sino a nivel nacional e internacional. Oscar Yanes en su libro: Del Trocadero al Pasapoga, historia de mujeres buenas (1993) revive a Santos Erminy Arismendi en su ocupación de profesor en la Universidad Central de Venezuela, dictando clases de «costumbres nacionales» a los inmigrantes… «aquello se armó en una gran galleta, cuando comenzaron a explicarle a los inmigrantes el significado de los refranes»: Los italianos se reían mucho cuando les explicaron que «Zamuro no come hueso, porque no tiene serrucho», «A muerto no le faltan velas, ni a borracho aguardiente», «Aguanta más resuello que un buzo», «Quedó pidiendo caldo en totuma», «Sáqueme de su maleta, porque no viajo». La clase aplaudió a un joven portugués, porque fue el único que explicó el significado correcto de «Cuando San Juan agache el dedo» «—Yo soy sastre -habló el portugués— y me habían dicho que en San Juan de los Morros podía conseguir trabajo. Me fui allá, pero, que va, durante todo un día recorrí la ciudad y no encontré nada. Hambriento, cansado y decepcionado, me senté en la tardecita en una plaza y me puse a conversar con un señor, quien al conocer mis intenciones me dijo: «Mire joven, mejor es que se vaya para Caracas, porque usted aquí trabajará como sastre cuando San Juan agache el dedo». Yo me quedé en la luna y él me mostró la estatua gigante del santo, con el dedo parado. «Nunca San Juan bajará el dedo ¿verdad? -dijo-. Pues bien, usted aquí nunca cortará un traje a nadie, porque en San Juan sobran los sastres»» Scotto cuenta que gozó un puyero explicándole a una señora francesa el significado de «Menéalo, que se empelota». Los españoles se morían de la risa con aquello de «Muy chico el pájaro, para tener tan grande el nido», por lo que Santos Erminy se vio obligado a llamar al orden, advirtiendo que, cuidado con «Meterse a brujo, sin conocer las yerbas». La cita es un ejemplo acertado del contraste entre dos culturas antagónicas; si bien el europeo asimila “elementos criollos” el venezolano también toma como suyos elementos europeos, “venezolanizándolos” en la jerga popular. Las expresiones más utilizadas son muestra de ello: Chamo: una palabra que nos distingue en muchos países de Latinoamérica. Viene de “Chum” que en inglés significa amigo o camarada. Corotos: el expresidente Antonio Guzmán Blanco tenía una gran colección de cuadros del artista francés Jean Baptiste Corot.  Cada vez que tenía que cambiar de residencia le pedía a los empleados y personas de la servidumbre “¡Cuidado con los Corots! Para que tuvieran precaución al embalar y trasladar los cuadros. Luego estos empleados fueron generalizando la palabra a todos los objetos de la casa. Cotufas: es nuestro popcorn o palomitas de maíz, y como ha sucedido con otras palabras derivadas de inscripciones en inglés, viene de los sacos con granos de maíz que tenían la inscripción “Corn to fry”. Echar un Camarón: en las excavaciones petroleras, los capataces gringos de vez en cuando querían echar una siesta. Pero para no ser vistos por los obreros venezolanos se excusaban diciendo “I come around” (Ya vuelvo). Esta frase al venezolanizarse quedó como camarón para definir el sueñito que se echa en medio de una jornada. Guachimán: vigilante o sereno. Viene del inglés venezolanizado Watchman. Los Macundales: las transnacionales que venían a explotar el petróleo en nuestro país generalmente utilizaban herramientas de la marca “Mack and Dale”. Cuando culminaba el día de trabajo, los obreros tenían que “recoger los macundales” haciendo referencia a dichas herramientas de trabajo. Hoy en día esa palabra también se refiere a objetos o cosas. Mamarracho:  una persona generalmente mal vestida o extravagante, y proviene del árabe muharrig, que significa bufón o payaso. Musiú: lo usamos para referirnos a un extranjero o alguien con apariencia de forastero. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”. Muérgano: proviene del siglo XIX. Cuando el pirata inglés Morgan y sus compañeros los “Moranger” invadieron Maracaibo, realizando saqueos y crímenes por donde pasaban. La palabra

Hojas de Servicio del Libertador

El Libertador, el 14 de enero de 1797, ingresa como cadete al batallón de Voluntarios Blancos de los Valles de Aragua, siguiendo los pasos de su padre, quien había sido coronel. Ahí aprende materias necesarias en la formación castrense: las matemáticas, el dibujo topográfico, la física, lanzamiento de proyectiles, entre otras.

José Antonio Ramos Sucre El Insomne Visionario

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El sobrino bisnieto del Mariscal Antonio José de Sucre Cumaná, la primogénita ciudad de tierra firme del continente americano, fue la que vio nacer al poeta venezolano,  José Antonio Primo Feliciano Ramos Sucre, el día 09 de junio de 1890, en ese año la ciudad de Cumaná pertenecía al Estado de Oriente, división político territorial que existió entre los años 1881-1891. Fueron sus padres, Jerónimo Ramos Martínez  y Rita Sucre Mora de Ramos, sobrina nieta del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, por tanto nuestro conspicuo poeta era sobrino bisnieto de uno de los más grandes estrategas militares del continente americano en su tiempo. Durante su infancia, Venezuela sufría de las vicisitudes políticas y conflictos armados entre caudillos regionales, en un país donde la mayor parte de sus habitantes, estaban conformados por la población rural que a su vez era analfabeta y una minoría erudita sumamente instruida, poseedora de amplias bibliotecas, en  el año 1895 empieza sus estudios primarios en la escuela de Don Jacinto Alarcón, en Cumaná,  a los diez años de edad recibe las primera lecciones de latín y lecturas varias de parte de su tío paterno José Antonio Ramos Martínez, un sacerdote letrado como muchos de su tiempo, ingresando al Colegio Santa Rosa de la ciudad de Carúpano, fue un niño introvertido e impersonal, muy poco dado al juego con otros niños. En el año 1905, Ramos Sucre demuestra ser un gran aficionado a los idiomas modernos, comenzando a estudiar francés, italiano, inglés y alemán, siendo un estudiante destacado, se convierte en ayudante del Rector del Colegio Nacional de Cumaná, llegando a graduarse de Bachiller en Filosofía en el año 1910, al año siguiente viaja a la ciudad de Caracas para proseguir sus estudios, donde vive en una pensión e imparte clases en el Colegio Sucre; es así como en 1911 aparece su primer escrito en la revista Ritmo de Ideas, de Cumaná. El Universitario y su poesía Ramos Sucre en su poesía dista mucho de la prosa dominante de su tiempo,  es difícil de catalogar para los eruditos en la materia, pero sin duda se aleja del criollismo propio de su tiempo;  su poesía está cobijada por una atmosfera de relato exquisito adelantándose a los simbolistas, donde el aura de la muerte orbita sus frases escritas en prosa, donde la belleza es hallada en la fealdad y lo tétrico de la muerte. En el año 1912, inicia sus estudios de Derecho y Literatura en la Universidad Central. Publica gran cantidad de artículos en diarios y revistas de la capital, hasta que el general Juan Vicente Gómez cierra la Universidad. Ramos Sucre decide estudiar de Derecho de manera autodidacta, dedicando abnegadamente mucho de su tiempo al estudio del idioma danés y griego. Posteriormente da clases de latín y griego en el Liceo Caracas, cuyo director para el momento era el conspicuo novelista Rómulo Gallegos;  hoy día el Liceo es conocido como Liceo Andrés Bello. Es justo en el año 1914, cuando Ramos Sucre es nombrado Oficial de la Dirección de Derecho Público Exterior de la Cancillería, donde trabaja como traductor e intérprete, dado su condición de políglota, combinando este oficio con su afición de escribir artículos para periódicos y revistas. En el año 1916, realiza publicaciones traducidas del idioma alemán; al año siguiente luego de graduarse con honores en Derecho, inicia sus estudios de los idiomas sueco y holandés. En el año 1919, el gobierno de Juan Vicente Gómez lo hace preso por sus opiniones políticas. Esto lo lleva a dar clases de inglés en la Escuela Militar, su paso por la cárcel sólo fue de una semana. El Escritor El año 1921 vio nacer su primer libro, intitulado Trizas de papel, que resulta ser una gran síntesis de muchas cosas publicadas por él en periódicos y revistas en años precedentes,  justo en este año, comienza a padecer de insomnio. Publica un ensayo a manera de panfleto intitulado Sobre las huellas de Humboldt, en donde pretende exponer la vida y acciones de Alexander Von Humboldt; en 1925 tiene la dicha de recibir el título de Doctor en Ciencias Políticas, posteriormente publica ese mismo año La Torre de Timón, un libro de poemas en prosa y ensayos de naturaleza histórica. Luego de recibir la Orden del Libertador en 1927, publica sus dos últimos libros: Las formas del fuego y El cielo de esmalte. En noviembre de este año es nombrado Cónsul en Ginebra. El primero de diciembre viaja a Europa; sus problemas de insomnio y desórdenes mentales se complican en 1930, recibiendo tratamiento en el Bernhard-Nocht-Institut für Tropenmedizin de Hamburgo en Alemania, una institución médica dedicada de enfermedades tropicales, luego pasa al Sanatorio Stephanie, en Merano, Italia, viaja a Ginebra, en donde intenta suicidarse por primera vez el 17 de marzo de 1930 con la ingesta de veronal. Se recupera y escribe el poema Residuo; en abril de ese año por escrito expresa su angustia. Al no poder, los médicos europeos, mejorar su condición de salud, entra en depresión e intenta suicidarse con una sobredosis. Esto ocurrió en su cumpleaños 40, el 9 de junio, muriendo 4 días después el  13 de junio de 1940. En noviembre de 1993, la Universidad de Salamanca abre la «Cátedra Internacional de Literatura Venezolana José Antonio Ramos Sucre».  Su prisión fue el insomnio y la soledad, su libertad la escritura Sergio Díaz Yaguarán   [/mp_code] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_heading] COMPARTE NUESTRA HISTORIA [/mp_heading] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_social_buttons align=»motopress-text-align-center» mp_style_classes=»motopress-buttons-32×32 motopress-buttons-square» margin=»none,none,100,100″] [/mp_social_buttons] [/mp_span] [/mp_row]

Fanny, amor eterno del Libertador.

Cuando se piensa sobre la vida amorosa del Libertador, suele ser común que el primer nombre que se hile sea el de Manuelita Saenz, seguido por Pepita Machado, pero rara vez se nombra o se habla de Fanny Du Villars. Pasa que cuando nos introducimos más en este episodio de la historia del Libertador terminamos en una inevitable ucronía ¿Qué sería del Libertador si no hubiese conocido a Fanny? Esta mujer representa uno de los elementos determinantes entre el hombre entregado al placer ante el dolor de la pérdida y aquel que alcanzó la máxima gloria del siglo XIX. Regreso a Europa Tras la dolorosa pérdida que significó la muerte de su esposa, María Teresa del Toro, viaja el joven Simón a España donde se encuentra con su suegro, Bernardo Rodríguez del Toro, para entregarle las pertenencias de su única hija. El futuro Libertador se encontraba en Madrid, ignorante de su futuro y aturdido por el presente. Desconsolado como estaba tuvo que enfrentar, al poco tiempo, otra situación inesperada: debía salir de España inmediatamente. Por decreto de la Corona, “…a todas las personas forasteras y extranjeras de cualquier estado y condición que fuesen, si no tenían domicilio verdadero de precisa residencia” tenían que irse de la ciudad por el peligro de hambruna debido a una fuerte escasez de trigo y víveres. Simón Bolívar, huérfano y viudo, viaja a Francia para terminar hospedado en París, lugar donde se están dando los cambios más importantes de la época. En aquella París, Simón se entrega a los placeres y el azar; derrocha el dinero en el juego, paga 500 francos mensuales en el Hotel de los Extranjeros provistos de caballeriza, se dice que llega a gastar hasta 100 mil francos en una noche. Vive de los placeres para dejar atrás los recuerdos hasta que sus días se ven interrumpidos por su antiguo maestros, Simón Rodríguez, quien lo alienta a dejar aquella clase de vida. Este cambio lo lleva matricularse en la Escuela Politécnica, y en la Normal Superior como pasante, y dar con el salón Du Villars. Louise Jeanne Nicole Arnalde Denis de Trobriand (Fanny Du Villars) Fanny, quien nació en Bretaña el 29 de junio de 1775, se  casó a los 16 años con el Conde Du Villars con el que tuvo tres hijos. Algunos historiadores dicen que Simón la conoció en Bilbao, otros que fue en París, aunque sea cual sea la verdad, fue en el último donde se fraguó aquel romance. Hay que tomar en cuenta que, además, existe una discusión sobre el parentesco entre el Libertador y Fanny, sobre el cual no existe acuerdo; era común que la llamaran como su prima, pero el origen del parentesco no ha sido aclarado, donde algunos afirman que era una Aristeguieta, hasta decir que era una de las 7 musas caraqueñas; tantas variantes dejan abierto el misterio sobre este particular. Fanny se caracterizaba por tener un cutis de porcelana, una elegancia inusual, cabello negro, ojos azules con fina cejas y senos firmes, su belleza era indudable. Aquellas cualidades debieron llamar la atención del joven Simón, lo que hizo que empezara a visitarla constantemente, enviarle cartas y hasta alquilar un palco en el teatro para ellos. Esto para el Conde y Coronel Du Villars, pasaba sin cuidado, hacía poco caso de las aventuras sociales de su esposa. Fanny fue fundamental para que se profundizara el cambio en Bolívar, la unión y pasión de ellos le permitió mejorar su francés, dedicar más tiempo a sus estudios y alejarse, en lo posible del juego; se dice que en más de una vez, Fanny tuvo que pagar con los fracasos de su vicio. Es conocido, también, que el joven Simón era bastante dado a las discusiones y retos, lo que llevaron a ciertos roces con Eugène de Beauharnais, quien fuera un hijo adoptivo de Napoleón, Príncipe de Francia, entre otros títulos. En estos casos tuvo que intervenir Fanny para que no pasara a mayores, sobre todo en el último, donde ella era el objeto del inconveniente, Beauharnais había estado cotejando a Fanny por lo que Bolívar decidió retarlo a un duelo; por obra de su amada, este duelo no ocurrió. Libertador o nada Aquel idilio apasionado que solo los grandes literatos hubiesen podido medir con palabras su magnitud y ardor, fue apagándose en el corazón del joven Simón. Otro llama, una imperecedera, había cobrado fuerza llevando sus ojos al horizonte americano. Nada podía evitar que volviera a su tierra, ni siquiera la belleza embriagadora de Fanny podía hacerlo. Cuando, Simón, decide decirle su decisión de volver, Fanny se derrumba en sollozos y le ruega quedarse, había intentado de todo, trató de generarle celos, de llenarlo de placeres, nada había funcionado y ya estaba resuelto a volver. Simón le entrega un anillo de oro con la fecha grabada del 6 de abril de 1805. Muchas cartas salieron desde entonces dirigidas al Libertador por la bella Fanny, pero la respuestas del máximo hombre de América fueron más que escasas. Un dato curioso es sobre uno de los hijos de Fanny, de quien ha quedado la duda de pertenecer al Libertador a pesar de su supuesta esterilidad; polémica afirmación que no ha sido confirmada hasta hoy. El Libertador fue un hombre de grandes pasiones y si hubiese que hablar de un verdadero amor en su vida, sería errar en el intento. Mejor sería tomar a aquellos amores como un símbolo de una época de su vida, y si hubiese que medirlos entre ellos, sería el de Fanny el más feliz, tranquilo y nostálgico. ¿Quién sería el Libertador si no fuese por Louise Jeanne Nicole Arnalde Denis de Trobriand? ¿Qué sería de nuestra Nación si este no hubiese pisado Francia? Fuentes Dávila-Pesta Vergara, Jorge. Pasión en París. Marcano, Alecia. El verdadero amor del Libertador Blanco Fombona, Rufino. Mocedades de Bolívar.

19 de abril de 1810

Esta fecha es conocida por ser el paso que marcó nuestro camino hacia la independencia de España, aunque la conocida declaración de independencia tuvo un trasfondo de mayor profundidad en el que no todo es como se cuenta comúnmente. Antes de abordar esta fecha debemos entender la realidad histórica que se vivía; debemos trasladarnos a aquel antaño lugar y ver de cerca, en la antigua Caracas, quienes eran nuestros antepasados, como pensaban y que ocurría alrededor de esos años en toda España. Para aquel entonces no podías hablas de venezolanos como lo hacemos hoy en día, éramos una Capitanía General de España, y por lo tanto, todos los que nacían en ella eran españoles. Al entender esto es evidente que todo lo que ocurriese en la península tenía un efecto sobre la América española y es de ahí donde debemos partir para analizar esta fecha de forma puntual, iniciando en el año 1808 con la desintegración de la monarquía española. Crisis en España Producto de las abdicaciones reales españolas la monarquía se desintegró y las provincias, españolas y americanas, reaccionaron ante aquel suceso rechazando al invasor francés que tomaba el trono. Se crearon juntas de gobierno locales y en América, que no eran neófitos del todo de lo que ocurría, abogaron al derecho de retroversión de la soberanía que indicaba que al estar acéfalo el poder, este regresaba a su origen, los pueblos. Para enfrentar aquel desastre se creó la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino reconociendo los derechos de las provincias, pero esta junta fracasó y ante el avance de los franceses se creó el Consejo de Regencia a principios de 1810. El Consejo fue rechazado por la mayoría de las provincias americanas, estas crearon sus propias juntas en defensa de los derechos de Fernando VII y decidieron asumir el poder hasta el retorno del monarca. El Trasfondo de las juntas americanas Hubo un rechazo ante la propuesta de los cabildos de crear las juntas, inclusive cuando estas levantaban la bandera de la lealtad hacia Fernando VII. Se sospechaba que aquellas juntas tenían intenciones más radicales y autonomista, siendo aquel discurso de fidelidad una máscara para aprovechar el momento. La Junta Suprema Central dio los primeros pasos en 1809 cuando en un decreto, inicia un proceso de igualdad política entre los españoles peninsulares y los americanos, pero esto no hizo más que promover el fuego independentista, siendo la población española americana mayor a la peninsular era inaceptable para ellos que aun al proclamar una supuesta igualdad, era inferior la influencia política de los americanos ante los peninsulares; el distanciamiento entre España y América era inevitable. En un inicio los españoles americanos mostraron su lealtad al rey y a sus tradiciones, pero ya las ideas provenientes de la Revolución Francesa habían influenciado a muchos muchos americanos, lo que generaría un bando más radical que miraba hacia la separación absoluta de España. La homogeneidad inicial que hubo en las provincias americanas evidenció la fortaleza del imperio español, pero esto se fue perdiendo con el tiempo, entre los múltiples debates y la escasa autonomía de las provincias. Hacia el 19 de abril de 1810 A finales de febrero de 1810 llegó a la Guaira la goleta Rosa trayendo las noticias de los últimos sucesos en la península, lo que generó un rumor en la Capitanía. En la  Gaceta de Caracas se anunció la reunión de las Cortes Generales y extraordinarias del Reino donde se entregarían las instrucciones. Los primeros días de abril Emparan hacía un llamado de calma ante la intriga y las habladurías que se estaban dando: «Esperemos tranquilos ver la suerte que tiene destinada a nuestro amado Fernando, y a la Madre Patria, que no dudo será favorable, pues por lo que hemos experimentado vamos bien que obra la mano del Todo Poderoso”. Ya para el 14 de abril había llegado a Puerto Cabello el bergantín Palomo, con las noticias de la toma de Sevilla y del nuevo Consejo de Regencia que suplantaba a la disuelta junta. La tensión caraqueña era cada vez mayor y el 18 de abril, con la llegada de dos emisarios del Consejo de Regencia se terminó por impulsar una sesión extraordinaria para el día siguiente. Ante la presión de los criollos. Martín Tovar y Ponte y Nicolás Anzola,  pidieron a José de las Llamozas, vicepresidente del Cabildo, que organizara la sesión. El Consejo de Regencia representaba la desigualdad que venían rechazando los criollos y esto provocó la discordia que se venía a debatir, luego que habían aceptado la junta, no podían ahora aceptar al Consejo de Regencia como el depositario de la soberanía de Fernando VII. Las principales familias apoyaron la creación de la junta, entre ellos Martín Tovar, Anzola, Del Toro, López, Palacios, Mendez, entre otros; las oficialidad dio su apoyo y algunos representantes eclesiásticos como el Padre Madariaga y Francisco José Ribas, presbítero y hermano de nuestro Padre Fundador y tío del Libertador, José Félix Ribas. Emparan, el Capitán General, fue llamado a un Cabildo extraordinario el cual solo él podía convocar. La mayoría negaba la autoridad de la Regencia, ellos reconocían a Fernando VII pero no aceptaban que la soberanía cayera sobre el Consejo de Regencia, mientras estuviera acéfala la corona este debería volver a su lugar de origen. Es importante entender este apartado sobre aquel momento histórico; el poder, para entonces, lo tenía el pueblo y este lo entregaba al rey, quien era elegido por Dios para ejercerlo, al no haber rey, el poder debía volver a su origen: el pueblo. Emparan no aceptó aquello y decidió cortar el debate, era Semana Santa y debía volver a sus oficios. Emparan se dirigió a la Catedral seguido por una multitud enardecida que empezó a gritar: ¡A Cabildo! ¡A Cabildo! Francisco Salias, primera autoridad civil y militar detuvo a Emparan y le exigió volver al Cabildo. Los granaderos apretaron sus armas, pero Luis de Ponte les señaló mantenerse firmes. Aquel desacato ante Emparan demostraba que no reconocían su autoridad y que no podía ejercer más resistencia; decidió volver. Hombres

Funes, la pesadilla del Amazonas

El Gobierno de Juan Vicente Gómez, conocido como el Benemérito, fue muy polémico, teniendo tantos defensores como detractores. Uslar Pietri, hombre de grandes méritos y ahijado del Benemérito, fue uno de sus defensores, veía que era un hombre de su época y que «corona el esfuerzo de reconstruir un país… Juan Vicente Gómez crea el Estado venezolano» también afirmando que los «venezolanos no conocen su historia», apoyado en la deformación que esta ha recibido por quienes han sido los vencedores. Nuestros Padres Fundadores hicieron lo imposible por probar que todo antes de ellos era inferior, así mismo lo hicieron los gobernantes que tuvo Venezuela durante su formación como República. Difícil tarea, la de nosotros, para traer al presente aquellos hechos, comparando entre quienes nos dejaron sus registros. Muchos han modificado la historia a conveniencia de su postura con respecto a los hechos, lo que hace difícil discernir y poder tomar lo que parece ser objetivo.  Con todo esto, hemos aprendido a identificar la anacronía, en muchos casos, y las intenciones parcializadas, aunque esto no representa una garantía. Al hablar de Funes, entramos en un espacio complejo, donde el antigomecismo y el gomecismo nos dejan vertientes antagónicas en las que navegar, por lo que se cuenta la historia como nos ha caído en las manos. El soldado bastardo Tomás Funes nació en 1855, en Río Chico, de la unión del General Manuel Guevara y una mestiza de Cupira.  Fue conocido despectivamente como «indio» aunque su mezcla de sangre estaba muy lejana a ser de pureza nativa.  Se alistó a temprana edad en el ejército para participar en la Revolución Legalista de Joaquín Crespo. Cuando Crespo asume el mando, Funes deseó poder optar a un cargo, pero fue ignorado. Cuando empezó la Revolución Libertadora, no dudó en unirse, para enfrentar al gobierno de Cipriano Castro.  La batalla de la Victoria de 1902, donde el mismo Cipriano comandó al ejército vencedor; y la Batalla de Ciudad Bolívar, fueron derrotas significativas para aquella revolución que se vino a pique y llevó a Tomás Funes a la cárcel, en el Castillo de San Carlos de La Barra. Funes logró escapar de la cárcel y se mantuvo alejado, se conoce que en 1908 vivía en Río Negro, pero su condición de vida era muy precaria, por lo que se aventuró al amazonas para aprovechar la fiebre del caucho controlando la explotación del mismo y la del balatá. La masacre de Atabapo Si han leído La Vorágine de José Eustasio Rivera, los hechos a continuación les serán conocidos; la novela se inspiró en ellos. Hay que destacar que la época era una muy diferente, la nación aún estaba en proceso de unificación. Venezuela no es como la conocemos ahora, esa transformación estaba en proceso. Veníamos de una llamada federación donde las regiones no se consideraban parte del todo nacional. El proceso de Castro y Gómez fue determinante para consolidar, como en la cita de don Uslar, el Estado venezolano. El Territorio Federal de Amazonas se encontraba muy alejado de la realidad del centro del país. En aquel territorio era común el tránsito de neogranadinos y brasileros. Roberto Pulido era quien administraba el territorio y había establecido un control rígido sobre el comercio del caucho, lo que originó malestar en Funes. El castizo Funes reunió personas con la denuncia dirigida hacia Pulido de sacar provecho de la renta pública y de la riqueza de la región, lo que permitió que agrupara a personas que se veían afectadas por el control que se ejercía. El 8 de mayo de 1913, Pulido descansaba de un viaje que había realizado a San Carlos de Río negro. Las sombras cayeron sobre la gobernación con Tomás Funes a la cabeza, guiados por una lámpara. Roberto Pulido, al darse cuenta de lo que ocurría, sacó su rifle Winchester y disparó al azar, pero estaba perdido, Funes tenía 300 a su mando y él había licenciado a su gente. Un tiro dio en el estómago del Gobernador, y luego, Balbino Ruiz le dio un machetazo en la nuca. La esposa de Pulido fue violada y luego asesinada, así como hubo varios decapitados. Gómez y Funes Tomás Funes sabía que la iba a tener difícil si no conseguía la aceptación del Benemérito. Decidió enviar una carta a Juan Vicente Gómez para que aprobara su gobierno. El Benemérito, astuto, no respondió, pero tampoco tomó represalias, así que Funes insistió: el Gobierno neogranadino le había propuesta ratificarlo si se adhería a Colombia, propuesta que iracundo rechazó y escribió de nuevo al Benemérito, esta vez para avisar de lo ocurrido. El General Gómez decidió enviar a Abelardo Gorrochotegui para que asuma el gobierno de la región, pero al ver el poder que tenía Funes sobre la zona decidió regresarse. Era poco inusual que el Benemérito hiciera caso omiso sobre Funes, pero se dice que este vio una utilidad en él, pues azotaba la frontera con Nueva Granada.  Así inició el terror de 8 años de Funes sobre Atabapo y la región amazónica. La caída de Funes El general Emilio Arévalo Cedeño remontó el Orinoco junto con un grupo pequeño de expedición. Viajó en sigilo, lo que permitió interceptar la mercancía de caucho y balatá. Poco a poco lograron sitiar a Funes y luego de penetrar el Tití, sorprendieron al déspota. La batalla no fue para menos, Funes se defendió hasta donde pudo, pero le iban a incendiar y se entregó. Ofreció dinero en abundancia a Arévalo para que le diera la libertad, pero este lo rechazó. A primera hora del 30 de enero de 1921, un pelotón conformado por varios hijos de las víctimas se presentó. A las 9 de la mañana fue fusilado Tomás Funes, junto a su oficial de confianza, Luciano López; el Indio Funes había muerto. Tras su paso de 8 años murieron 420 personas, sin contar indígenas y negros.  Fuentes: De Armas Chitty, el farol, 1969. Carlos Emilio Fernández, Hombres y sucesos de mi tierra.