José Rafael Lovera: Gastronomía e historia

«Lo que la gente llamaba «historia» se limitaba a historia política, historia militar, historia del arte tal vez. Pero historia de la vida cotidiana, prácticamente nada; e historia de la alimentación menos todavía». La gastronomía tiene un lazo estrecho con el folclore y la historia de una nación. Es una característica única de cada cultura, la forma, el cómo y lo que comen, sus platos típicos, en una relación directa con los personajes y los hechos históricos. Por ello, es necesario conocer a José Rafael Lovera, un historiador y especialista en gastronomía que ha dejado obra tangible de su aprendizaje a través del tiempo. Una infancia en el fogón «Era la que cocinaba en casa de mis padres, a quien le dediqué mi primer libro que fue ‘Historia de la Alimentación en Venezuela». ¿De dónde viene el hombre? Ese lugar no es tan solo una ubicación geográfica, también habla de quienes lo rodean, padres, hijos y pareja. José Rafael nació en Caracas, en la parroquia «La candelaria», el 12 de febrero de 1939. Sus padres fueron el Sr. Lovera y la Sra. Perla González León matrimonio que tuvo otros cuatro hijos (Antonio José, Vicente Ignacio, Carmen Margarita y María Isabel). Según el propio José Rafael, su familia proviene de Antonio José Zamora, hermano del Gral. Ezequiel Zamora. Se casó con Maritza Montero, con quien tuvo dos hijas, a las que llamaron María Alexandra y María Gabriela. Fue en su hogar donde nació su interés por lo culinario, gracias a una señora, que cocinaba en la casa de sus padres, llamada Paula Tovar y Tovar. Con ella se introdujo en los cuentos de Tío Tigre y Tío Conejo, cuentos de aparecidos y otras historias venezolanas. Sus primeros estudios los realizó en la antigua sede del Colegio San Ignacio, ubicado entonces, en la esquina de Jesuitas. Ya en la universidad, estudió derecho en la Universidad Central de Venezuela, egresando como abogado en el año 1961. Aquí el camino apenas empezaba a mostrarse. La historia y la gastronomía «Empecé a trabajar en eso como quien empieza a cocinar, buscando un plato que pudiera ser distribuido y eso fue ‘Historia de la Alimentación en Venezuela». Su interés por la historia lo llevó a comprar el libro «Historia Universal» de Cesaré Cantú. Al final de cada época, este libro tenía unos anexos, en los que dio con que algunos tenían información sobre la gastronomía, cosa que le pareció interesante. Decide estudiar historia y ahí conoce el historiador Carrera Damas, quien era el director de la escuela. Este se transformó en el medio que lo llevaría a conectar con otros historiadores alrededor del mundo. Este nuevo camino lo llevo a escribir el libro «Historia de la alimentación en Venezuela». Esta investigación, dice que llegó a tener más de 4.000 fichas de datos. El liro fue un éxito, ganador del Premio Municipal de Literatura, Mención Historia. Lovera intentó que en la UCV se creará la catedra de Historia de la Alimentación en la Escuela de Historia, pero tuvo cierta resistencia. Su obra no se detuvo, y fue llevada a la academia de la historia, gracias a la invitación que recibió para presentar su investigación que denominó «La política del convite» y recibir su nombramiento como individuo de número en la academia. Su presentación habló sobre Manuel de Guevara Vasconcelos y una estrategia que utilizó el Capitan General para mantener en paz a los mantuanos, convidándolos de vino y comida. El centro de estudios gastronómicos y otros logros «Tenemos ciento y pico de recetarios; el más antiguo es de 1838 de los manuscritos… y de varias regiones en el país. Para hacer un estudio de lo realmente comido, ahí está» Junto con amistades, Lovera fundó el Centro de estudios gastronómicos (CEGA9, en el cual dio vida a una de las bibliotecas gastronómicas más abundante. Entre sus obras se encuentran Historia de la Alimentación en Venezuela (1988), Gastronáutica (1989), Gastronomía caribeña (1991), Manuel de Guevara Vasconcelos o La política del convite (1998), El cacao en Venezuela, una historia(2000), Food Culture in South America (2005) y El retablo gastronómico(2009). Es miembro de la Academia Francaise du Chocolat e de la Confiserie, Invididuo de número de la Academia Nacional de la Historia y miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia de España. Fuente Caracas Chronicles Voz de los creadores
El enano de la torre de la catedral

«No le des fuego al tabaco del enano» Hace mucho tiempo, cuando Venezuela era una provincia del Imperio español, una época donde la luz eléctrica aún no existía y la oscuridad invadía cada rincón al caer el sol, se dice que un enano se aparecía por las noches a los hombres adúlteros que luego de dormir con su amante, regresaban a su hogar. Esto se transformó en una leyenda, contada por los abuelos, que casi quedaría olvidada cuando llegó la modernidad. Para algunos, se trata de una historia para evitar el adulterio, pero puede que haya quienes no estén tan de acuerdo. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El enano de la torre de la catedral A inicios del siglo XX, un hombre, buen mozo, salió a escondidas de su esposa, para ver a una enamorada, pasada la medianoche. Llevaba una botella de ron para calmar el frío y los nervios. Sin embargo, mientras avanzaba, un temor crecía dentro de él sin saber por qué. Sintió que alguien le seguía, por lo que volteó en varias ocasiones pero no divisó nada cerca de él. «Tal vez sería un ladrón, o algún espanto de esos que cuentan las historias», pensó el hombre, sin detenerse. Aquella sensación no se iba de él y cada vez era más fuerte. Volteó a su derecha y de nuevo solo encontró la soledad de la calle. Un aullido rompió el silencio y lo hizo saltar de miedo. Cuando logró mirar de donde venía aquel sonido vio a un perro callejero. Sus hombros se relajaron y sus nervios se transformaron en una carcajada. Al pasar frente a la Catedral observó una pequeña silueta de lo que ser parecía un niño. Era un enano, sonriente, vestido con un sombrero de alas anchas y punta chata, con un estilo de ropa de antaño, cuando Venezuela era una provincia. Le hizo señas al hombre para saludarlo y pedirle que se acercara. Este respondió al saludo y se dirigió para ver que quería. —Joven, pudiese usted encenderme el tabaco—, dijo el enano con voz estridente—. Para no ser descortés con el hombrecillo, el hombre sacó un yesquero para ayudarle. Estaba preocupado por la hora, ya que hacía mucho que había salido de casa. —Puede decirme la hora, señor— preguntó al enano— —Son las doce y cinco de la madrugada en Caracas y en el reloj de San Pedro, en Roma, son las seis en punto…— Dijo el enano señalando al reloj de la catedral—. Pero la voz había cambiado y fue entonces cuando el hombre descubrió aquello que tanto advertía la olvidada leyenda. El enano reveló su verdadero rostro, el de un demonio del infierno que aterroriza a aquellos que cruzan luego de la medianoche por aquellas calles donde fue anclado. Largos colmillos salieron de su boca y su cuerpo creció hasta ser tan grande como la catedral y con voz gutural aturdió los pensamientos del joven. —Gracias por encender mi tabaco, ahora os llevaré a conocer el verdadero fuego—. Una risa resonó y dejó al hombre paralizado ante aquella escena, al reaccionar, inició una carrera buscando alejarse de aquella criatura. De uno de sus bolsillos traseros sacó su billetera y de ella una cruz de palma que siempre guardaba con él, como es costumbre en Venezuela. A pesar de la larga carrera, cayó desmayado y fue descubierto más tarde por un oficial que hacía su rutina por la zona. Fue trasladado a su casa y atendido por diferentes médicos. Pasó mucho tiempo en recuperarse y siempre se negó a hablar sobre lo que le vivió aquella noche. Aquel hombre no volvió a salir ebrio pasada la medianoche y repitió a sus hijos hasta el fin de su vida: «No le des fuego al tabaco del enano». Dicen que el enano desapareció con el tiempo, pero su leyenda sigue caminando por los alrededores de la Catedral y hay quienes aún escuchan su risa. Origen Se cuenta que aquel enano era un sujeto que en vida fue molestado por los habitantes por su condición. Unas mujeres lo persiguieron, burlándose e insultándolo, hasta que este se escondió en la Catedral y no salió más hasta su muerte. Guzmán Blanco y el enano de la catedral Una noche, el autócrata civilizador, Antonio Guzmán Blanco, salió de la Casa Amarilla, donde estaba ubicado el antiguo palacio presindencial, para ver por donde iba a empezar a realizar las remodelaciones de la catedral, que veía fuera de lugar frente a su sueño afrancesado de Caracas. Cruzó la Plaza Bolívar, recién inaugurada donde antes estaría la Plaza Mayor. Caminó alrededor de la fachada, para ver por donde iniciaría las demoliciones y a lo lejos vio a un enano fumando un tabaco. Del susto, Guzmán se devolvió al palacio y no salió hasta el día siguiente, decidiendo dejar tranquilo el templo. La música y el enano Billo Frómeta tendrá un tema llamado «El muerto de Gradillas que se dice, trata del enano, pero no lo nombra por respeto. También existió una agrupación de Punk, de finales de los 80, que usó el nombre «El enano de la catedral». Adaptación G.J.Jiménez
Educación pública y gratuita de Martín Sanabria

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Para el año 1870, la realidad venezolana era bastante crítica en lo que se refería a la educación. Las guerras por el poder habían ocupado la mayor parte de las acciones políticas, dejando de lado el desarrollo nacional. En aquellos días, Guzmán Blanco promueve el decreto 1723 sobre la «Instrucción primaria pública, gratuita y obligatoria». Este decreto se vio rodeado de una serie de dificultades como la infraestructura inadecuada e insuficiente, pocos profesores, problemas económicos y la resistencia política y religiosa. Antecedentes Desde los inicios de la República de Venezuela se contempló la educación como un factor de gran importancia. En la constitución de 1811, en el capítulo IX, artículo 200, se habla de la responsabilidad de las provincias sobre el proceso educativo de sus ciudadanos y se promueve a la construcción de escuelas, colegios y academias con el fin de que los ciudadanos aprendieran sobre religión, moral, política, artes y ciencias. Aquel que alguna vez fue el guía académico y doctrinal del Libertador, Simón Rodríguez, planteó una serie de elementos sobre la educación que se mantuvieron en la conciencia de muchos de los venezolanos que ejercieron los altos cargos, contando entre ellos los guzmancistas. Para él, el Estado debía ser el administrador de las políticas de la educación y esta debía llegar a la mayoría de la población. El Libertador se influenció en Rodríguez y se expresó sobre ello en el Congreso de Angostura en el año 1819: «La educación ciudadana debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una república; moral y luces son nuestras primeras necesidades» Mientras que sobre la función del Estado dijo: «El gobierno forma la moral de los pueblos, los encamina a la grandeza, a la prosperidad, al poder. Porque teniendo a su cargo los elementos de la sociedad, establece la educación pública y la dirige» Igual que en un decreto en Bolivia afirma que: «El primer deber del gobierno es dar educación al pueblo, uniforme y general y administrada en establecimientos organizados de acuerdo a la ley porque la salud de la República depende de la moral que por la educación adquieren los ciudadanos en su infancia» José María Vargas, luego de renunciar a la presidencia, bajo el mandato de Soublete, intenta proyectar la educación, defendiendo que la República debe tener «…una escuela elemental, básica gratuita y obligatoria”. El informe que Vargas da sobre el estado de la educación para entonces mostraba un panorama muy deprimente, porque de las 537 parroquias existentes, 416 no tenían infraestructura alguna para dar la instrucción primaria y las restantes no estaban adecuadas para ello. Para 1843, según Bonilla, solo «existían en el país 377 planteles con 11.929 inscritos… uno de cada 114 niños recibía educación». Sin embargo, con Juan Crisóstomo Falcón se empiezan a dar avances, ya con un decreto que dice: «La libertad de enseñanza será protegida en toda su extensión. El poder público queda obligado a estar gratuitamente en la educación primaria de artes y oficios». Juan Bautista Dalla-Costa, hijo, antes que Guzmán Blanco, realizó una circular en donde en el Estado de Guayana se obligaba a dar educación gratuita y obligatoria a todos sus ciudadanos. El decreto de Guzmán Blanco «La instrucción pública en Venezuela es de dos especies: obligatoria o necesaria, y libre o voluntaria». Martín Sanabria fue el autor y ejecutor del decreto, anunciado el 27 de junio de 1870, sobre enseñanza primaria pública, obligatoria y gratuita. Sanabria mantuvo amistad y correspondencia, al igual que Aníbal Dominicci, con Guzmán Blanco, incluso en sus últimos años, por lo que era alguien cercano a él y formó parte de ese círculo que buscó la transformación de la República. Dicho decreto incluía a toda la sociedad venezolana, sin ningún tipo de discriminación social, racial o de género: «La instrucción obligatoria es aquella que la ley exige a todos los venezolanos de ambos sexos, y los poderes públicos están en el deber de dar gratuita y preferentemente. Comprende por ahora los principios generales de moral, la lectura y la escritura del idioma patrio, la aritmética práctica, el sistema métrico y el Compendio de la Constitución federal» Este decreto iba dirigido a la educación primaria, que era la que había sido más ignorada durante los gobiernos anteriores expresando que: «La instrucción obligatoria hace parte de la primaria». La educación, que en el Gobierno Federal, correspondía a cada provincia su dirección, pasó a ser responsabilidad del gobierno central, ya que cada una de ellas no podía costearla. Para Martín Sanabria, autor del decreto, la familia formaba una parte fundamental en la educación y la incluye dentro del sistema que se estaba formando, creando el deber de formar cada hijo: «Todo padre, madre, tutor o persona a cuyo cargo esté un niño o niña mayor de siete años y menor de edad, está obligado a enseñarle los conocimientos necesarios o pagar un maestro que les enseñe, y en caso de no poder hacer ni una ni otra cosa, deberá mandarlo a la escuela pública del lugar» También se toma en cuenta a los adultos en la instrucción primaria, ya que había una alta tasa de población analfabeta, ergo, esta indica que «Las escuelas primarias de adultos pueden ser dominicales y nocturnas». Se busca estimular a los profesores con beneficios, haciendo atractiva a la profesión. Para ello se ofrecieron ingresos extraordinarios a aquellos profesores que enseñaran al mayor número de alumnos al año y se les otorgaría una pensión a aquellos que «enseñen por quince años consecutivos las primeras letras en las escuelas de la Nación» y tendrían «una pensión igual al sueldo que disfrutaba y que se pagará de las rentas de instrucción primaria». Por la débil situación económica, se establece una estrategia para poder financiar el nuevo sistema educativo, siendo este «un impuesto nacional sobre la circulación de los valores en la forma que se expresará; y su producto íntegro se destina a la fundación y sostenimiento de escuelas primarias». En lo administrativo se creó una Dirección Nacional de Instrucción Primaria con juntas
La pelea de los compadres

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El escenario político nacional ha vivido una gran cantidad de separaciones entre amistades y familiares, rupturas que han creado polémicas e interpretaciones dando fuerza a los llamados chismes o historias locales sobre la razón de los hechos. Entre ellos destaca la ruptura entre los compadres, Cipriano Castro y su segundo, Juan Vicente Gómez, a quien se le ha acusado de traición pero muy poco se conoce sobre las razones por las cuáles, ellos se vieron enfrentados, luego de una larga amistad. De Caracas a Encontrados La llegada de Cipriano a Caracas inició una nueva etapa conocida como la “Hegemonía Andina”. Gómez fue nombrado por su compadre como Gobernador de Caracas, pero quedaba un Estado sin controlar y paradójicamente se trataba del Táchira, lugar de origen de ambos. Ante esa situación, Cipriano considera que el hombre indicado para aquella tarea era Juan Vicente. Caracas era ajena para el ganadero andino, mientras que en el Táchira otra era la historia. Juan Vicente viajó por mar, para llegar a Maracaibo y luego desde la “tierra del sol amada” volvería a navegar para llegar a Encontrados, donde se dirigirá hacia Táriba. Era su primer viaje por barco, medio por el cual se logró trasladar a las tropas desde Caracas hasta el Táchira con el menor desgaste posible para la época. Al entrar al Táchira, los caudillos que controlaban la región, el general Juan Pablo Peñaloza y Joaquín Corona, huyeron sin hacer resistencia. La recepción de Gómez fue de bienvenida, pero aquel hecho marcaría el tránsito hacia el primer desencuentro con su compadre, Cipriano Castro. Liderazgo y Paranoia «Me propongo a desarrollar una política amplia y de garantía para todos» Juan Vicente Gómez Uno de los errores que se puede considerar que cometió Gómez, fue llevar a su lado como Secretario al Dr. Samuel Niño, un hombre dado a las intrigas triviales. Este no tenía buena estrella entre los seguidores de Cipriano. Gómez, al llegar, se encontró con un Estado caótico, y tuvo que poner control sobre la situación de forma rápida. Aunque Corona había dejado a los presos sueltos, al poco tiempo, las tropas de Juan Vicente ya se habían hecho cargo. El cultivo del café y la ganadería se vieron fortalecidos con la presencia del nuevo gobernador. El éxito de su gobierno se transformó en prestigio y Cipriano no tardó en enterarse. El primer inconveniente se da, cuando Celestino Castro, hermano de Cipriano Castro, se opone a la presencia del Dr. Niño como Secretario de Gómez, pero esto solo formó una parte de las intrigas que afectaron la situación. Los más cercanos a Castro se dedicaron a conspirar. El presidente, ante la información que recibía, preguntó en una carta a Gómez si estaba dispuesto a volver, donde la respuesta, terminó de desatar los miedos que tenía: «No tengo inconveniente alguno en acompañarlo y velar por su existencia, pero de todos los mozos que nos acompañaron a Caracas y de todo lo que sirve, pues el Estado solo confía en mi y a mi solo obedecen… Hoy en el Táchira ya no se sabe lo que es un muerto a bala o machete ni a nadie se veja o estropea como venía siendo la costumbre… » Juan Vicente Gómez Aparte, Gómez tenía acusaciones de haber usado fondos del Estado para sus negocios personales, y en carta, afirmó a Castro que tenía intereses personales en el Táchira y le preocupaba en las manos que quedarían si él se tuviese que ausentar El resultado fue que el 22 de agosto, Cipriano nombra a su hermano como Presidente del Táchira y destituye a Gómez. Esta acción molestó mucho a su compadre, quien se dice, estuvo a punto de separarse por completo de la vida política. Aquel hecho lo retiró por varios días a su hacienda, recién adquirida, «La mulera». Gómez regresó a Caracas y al tiempo era el Vice-Presidente de la República, Castro no podía arriesgarse de perder su apoyo, aunque este siguiese en el Táchira, atendiendo sus negocios o en la Capital como segundo al mando. Los negocios de los compadres «Jamás he tenido el deseo de ser político. Fue usted quien me hizo salir de mi hacienda y entrar en la vida pública y al contraer las graves obligaciones que ese paso me imponía, solo me guió como único móvil mi gran cariño y sincero afecto por usted». Juan Vicente Gómez. Luego que Juan Vicente y Cipriano lograran vencer las rebeliones y la «Revolución Libertadora», parecía que las diferencias entre los compadres habían desaparecido. Gómez había logrado salvar a Castro de la derrota y lo ayudó a volver triunfador. Juan Vicente era llamado «El pacificador» por su labor en el combate. Sin embargo, en lo privado, Castro trataba a Gómez con una fría cordialidad, mientras que este se andaba con cuidado de cada palabra y acción, para evitar una reacción del «Cabito». En 1905, Gómez y Castro inician negocios ganaderos de los cuales Gómez termina siendo deudor. Se dice que luego de esto, el Presidente le exigió el pago, sabiendo que este no podía pagarle. En este proceso, el General Pimentel, amigo de Gómez, pasó a ser su deudor y lo ayudó a pagar la deuda y dar un buen fin a aquel hecho. Empero, Gómez se resentiría aún más por la forma de actuar de Castro. El teatro político de Cipriano Ocurre el 9 de abril de 1906 un hecho curioso: Castro designa a Gómez, encargado de la República, y se retira a Los Teques. De ahí, se dirige a La Victoria, desde donde realiza, el 23 de mayo, día en que se celebraba el inicio de la Revolución Restauradora, un manifiesto en el que indica su deseo de separarse temporalmente del poder. De ahí, se inicia un contrapunteo entre Gómez y Castro en donde el Juan Vicente le pide que vuelva a la presidencia pero Cipriano se niega a dar su brazo a torcer. Gómez, buscando como acercarse a su compadre, usa la
La revolución de Coro o la rebelión de Colina y Pulido

«La revolución de Coro» o la «Colinada» fue un alzamiento en contra del gobierno de Guzmán Blanco, durante el mes de octubre de 1874 y febrero de 1875, por parte de los generales León Colina, en Coro, y José Ignacio Pulido en el Oriente de la República. Entonces, Guzmán Blanco, quien se encontraba débil de salud, se lanzó a enfrentar la sublevación. Pulido y Colina «La Revolución tiene en Occidente un Ejército sin general y en Oriente un general sin Ejército» Guzmán Blanco imitando a Julio Cesar. En primera instancia, Guzmán tenía la insurrección de Colina que había su Jefe del Estado Mayor y había participado en el Consejo de Guerra contra Matías Salazar, en 1972. Para ese momento era el Presidente del Estado Falcón. Colina, a partir del año 1973, inicia un movimiento en contra de Guzmán acusándolo de tener una autoridad «atentatoria, tiránica y usurpada». Usaron como bandera de lucha, volver a la constitución de 1864. La Asamblea Legistaltiva del estado Falcón realizó una acta-manifiesto donde denunciaban los agravios cometidos por Guzmán Blanco contra la República. En ellos, se hacían notar la prisión del general Eduardo Ortega y el diputado y Gral. Santos Carrera, la residencia forzosa al senador de Barquisimeto Fernando Adames y al diputado de Portuguesa Luis Felipe Orá. También se rechazaban las amenazas de una posible invasión d e Coro por parte de Guzmán si fuesen electos Pulgar o Pachano como presidentes del Estado. Por otro lado tenía a José Ignacio Pulido, el cual era un general de gran preparación y experiencia, pero que no estaba preparado para sostener la insurrección. Pulido era parte del guzmancismo, había ocupado la Inspectoría General del Ejército y dirigió el movimiento insurrecto en Oriente. Al ataque Guzmán sufría males digestivos y mucha tos, acababa de pasar un quebranto. A pesar de todo, se puso al frente de la operación al tomar el mando del ejército, con 18.000 hombres bajo sus órdenes. Atacaría a Colina por mar desde Puerto Cabello, y por tierra desde Barquisimeto hacia Coro, gracias a su centro de operaciones creado en el eje Puerto Cabello-Valencia. Nombró al general Víctor Rodríguez jefe de la expedición de Oriente y Diego Bautista Urbaneja comisionado especial. En el Zulia, envió al ministro Jacinto Gutierrez. Al llegar a Barquisimeto, la población lo recibió con gran aprecio. La lucha fue desproporcionada, Guzmán usó una fuerza inusual, posiblemente con la intención de disuadir cualquier otra insurrección futura. El 27 de noviembre se enfrentó al general Colina en Barquisimeto, y lo hizo retirarse a Coro. Cerca de Urica, en el Cacao, las fuerzas guzmancistas derrotaron y detuvieron a Pulido con todo su Estado Mayor. Colina, al ver que no tenía fuerzas, pactó una capitulación el 3 de febrero de 1875, con el Gral. Miguel Gil, jefe del Gran Estado Mayor. Guzmán le perdonó la vida, a diferencia de lo ocurrido con Matías Salazar, por considerar que fusilarlo lo haría ver como «cruel y sanguinario», además que con aquella victoria, su poder quedaba más afianzado. Esta revolución no hizo más que mostrar el control que tenía Guzmán sobre los caudillos. Aquella operación para enfrentar a la revolución, según la declaración al Congreso, le costó a la nación 1.138.080,9 venezolanos, que era la moneda para entonces. Un golpe al espíritu «Yo no puedo más; mi espíritu y mi naturaleza están postrados… estoy aburrido de esta vida para la cual no tengo ya ni espíritu ni salud… Qué destino el mío no tener un día de tranquilidad…» Guzmán Blanco a Ana Teresa. A pesar de la gran victoria, el Ilustre Americano se encontraba bastante afectado. Muchas veces se le ha juzgado como megalómano, pero las cartas que se intercambiaba con su familia, principalmente su esposa, evidenciaban un cansancio y fuerte deseo de separarse de la política del país. Como la historia lo ha demostrado, el deseo y la acción suelen andar por distintos caminos en la vida de los hombres. Durante aquellos días, sus hijos pasaban difíciles situaciones de salud, dos enfermaron y esto le causó a Guzmán un derrame de Bilis. Fuente Polanco Alcántara. Guzmán Blanco. Página 263. Venezuela Tuya G.J.Jiménez
El puente de Curamichate

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El puente de Curamichate fue una de las obras realizadas durante el gobierno de Guzmán Blanco, en su transformación de la ciudad de Caracas. Este estuvo ubicado en la calle Ustáriz. Su nombre está relacionado al desembarco en Coro, específicamente en Curamichate, de Guzmán el 14 de febrero de 1870, al estallar la Revolución de Abril. Comprende entre el grupon de puentes que fueron construidos durante 1870-1877, entre ellos el de Caño Amarillo al oeste, Puente de Hierro al sur y Guanábano al norte. Curamichate estaba al oeste. La ceremonia de inauguración tuvo como padrinos al general José Ignacio Pulido, el general Juan B. García, Diego Bautista Urbaneja, el general Miguel Gil y el coronel Andrés Ibarra. El puente desapareció, pero quedó el nombre. Fue un lugar de recreo, rodeado de pilastras coronadas de jarrones etruscos enlazados por una reja. Ofrece cómodos asientos para los transeúntes. El puente estaba dividido en dos partes que cortaban en un ángulo recto y servía de enlace con las calles que ahí concurren. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuente Esteva Grillet, Roldán. Fuentes documentales y críticas de las artes plásticas venezolanas.
El Patíbulo de Tinaquillo

«Asumí entonces, asumo hoy y asumiré siempre la total responsabilidad histórica del patíbulo de Tinaquillo… Ese muerto es mío». Guzmán Blanco. La muerte de Matías Salazar fue un hecho que marca la vida del Ilustre Americano, como pocos. Por un lado, muestra una costumbre habitual en Venezuela de no seguir la constitución de la República, por otro, el temple de quien es verdugo y no niega su culpa, sino que acepta vivir con su conciencia, sacrificio menor ante el fin que buscaba entonces. Un enemigo en sus filas Guzmán sabía que al vencer al gobierno azul, tendría a su alrededor a sus más cercanos colaboradores y enemigos. Algo que temía y lo atormentaba, tener que luchar con sus amigos. Entre ellos, Salazar era el que menos esperaba ver en su contra. Se trataba de un hombre al que respetaba y que rara vez criticaba. Más eran sus elogios, escritos en cartas dirigidas a su esposa, Ana Teresa. Se trataba de un hombre salido del régimen de abril, Presidente del estado Carabobo, Segundo Designado y segundo Jefe del Ejército; fue parte fundamental en el triunfo del 27 de abril de 1870. Para el mes de marzo, todo cambió. Salazar empezó a hacer honores y medallas a sus hombres, sin estar facultado, y a tomar una línea táctica diferente. Incluso, realizó críticas respecto a las decisiones del gobierno respecto al Arzobispo Guevara. Todo estó desembocó en una sublevación en mayo, que se fue de frente a Guzmán. ¿Cuáles fueron los motivos? Existen varias teorías, una se refiere a un distanciamiento personal y la otra, a la influencia de adversarios de Guzmán que buscaban su ruptura, donde figuraba Felipe Larrazabal. Los hechos que pudieron facilitar ese rompimiento fueron varios. En primera instancia tenemos la distancia social que existía entre Salazar y Guzmán. No es nuevo que la envidia o la comparación, suele generar conflictos. Todos los que rodeaban a Guzmán tenían un tipo de vida más holgada que los que estaban cerca de Salazar. Aparte, Ana Teresa, en la celebración del aniversario de abril, se negó a bailar con él, lo que pudo afianzar su posible resentimiento. El perdón de Guzmán «El error de una noche no podía borrar en la conciencia del Jefe de la Revolución tantos días de gloria» La rebelión de Salazar se vio disminuida apenas se dio. Guzmán, aún ante aquel acto de desobediencia, lo perdonó pero lo destituyó de la dirección del ejército. Quiso seguir en el cargo de Presidente de Carabobo, pero los liberales de Guzmán se negaron, por lo que simularon un destierro mientras pasaba el momento. Guzmán enviaría a Salazar y a Larrabal a Estados Unidos a los Estados Unidos desde Puerto Cabello, al primero con 20.000 pesos y al segundo con 10.000. Antonio Guzmán hizo todo por evitar que la prensa difundiera el hecho y se generara ruido de lo ocurrido. Sin embargo, Salazar demostró no querer dar brazo a torcer. El engaño Salazar llegó a las Antillas y desde ahí lanzó una proclama a los venezolanos, donde juró no dar descanso a su espada hasta que la Nación venezolana entrera en el camino de la ley. Se dice que Salazar entró en contacto con Manuel Herrera, el líder de los conservadores. Larrazabal se unió a aquella aventura, junto con Salazar y Herrera. Todo aquello pone a Guzmán de nuevo en la carrera, hasta que, es derrotado en Tinaquillo, Matías Salazar. El patíbulo «Instantáneamente y como por encanto, cesó la guerra… si no se hubiese hecho un escarmiento del tamaño del atentado, hubiéramos seguido expuestos a que todo vagabundo de valor, pudiera comprometer la paz del país». Guzmán Blanco. Es importante saber que para estos días, ya había sido decretado la abolición de la pena de muerte. Salazar era un hombre muy peligroso, y generó el debate sobre que decisión tomar con él. Se llamó a un gran tribunal conformado por Pulido, León Colina, Julián Castro, entre otros. Salazar se excusó diciendo que había sido influenciado por Larrazabal y aceptó haber delinquido en contra del gobierno y al general Guzman Blanco «a quien tanto le debo». «El patíbulo de Salazar fue un verdadero cauterio» Por unanimidad de votos, todos los generales firmaron, la decisión fue la pena de muerte. El 17 de mayo, Julian Castro dirigió la parada del Ejército y fue fusilado Matías Salazar. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí G.J.Jiménez
El encuentro de Castro y Gómez

«En la batalla de Colón, que tuvo lugar el 29 de marzo de 1892, en la cual Castro derrotó a las tropas de Eliseo y Pedro Araujo… Gómez participó en el combate con tal intensidad que al término del mismo, el comandante del Batallón de línea, General José M. González, lo ascendió al grado de Coronel» Polanco Alcántara. Los compadres siempre han sido cita segura, cuando se quiere hablar de nuestro pasado y sus intrigas políticas. La traición de Gómez a Castro es de conocimiento común, pero pocos saben el contexto y los hechos que llevaron a aquella acción. Pocos saben cómo se conocieron los compadres. La fama de Cipriano En 1888, Cipriano Castro es nombrado gobernador de la Sección Táchira del Gran Estado de Los Andes. Durante ese tiempo, el gobernante viajó por todo el Táchira, donde participó en múltiples fiestas y peleas de gallos. Muchos de sus enemigos, posteriormente hablarán de lo mucho que le gustaba a Castro bailar y andar de fiesta en fiesta. Rufino Blanco Fombona será uno que describirá con pasión aquella forma del presidente de atender los asuntos de estado o de usar el poder para su diversión. Pero para 1888, el gocho generaba admiración. Gómez conoce a Castro Gómez, quien sabía de la fama de Castro, pidió a los hermanos Rojas Fernández que le presentaran a Castro. Ellos eran quienes dirigían la cuerda de los galleros de Rubio. Así fue, como en 1888, Gómez se presentó a Cipriano y apostó a sus gallos. Posterior a eso, siguiendo la cortesía, lo invitó a una fiesta en su hacienda La Mulera. El compadrazgo Luego de aquel paso por La Mulera, siguieron los intercambios entre Castro y Gómez y al nacer José Vicente Gómez, primer hijo de Juan Vicente, son elegidos Cipriano y su esposa como los padrinos. Consolidando la amistad de los compadres. El futuro de los compadres Castro, servirá a Andueza Palacios y frenará parte de la revolución legalista de Crespo. Gómez saldrá de La Mulera y será su comisario de guerra, un cargo netamente administrativo, ya que principalmente ayudaba a financiar la lucha. Durante la batalla de Colón, el benemérito alcanzará su bautizo de fuego con una participación muy activa. El destino les deparará la máxima magistratura, y los llevará a formar parte de la historia de la República de Venezuela. Fuente Alcántara, Polanco. Gómez, un acercamiento biográfico. G.J.Jiménez
El hijo desconocido de Guzmán Blanco

Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí La promiscuidad de Guzmán Blanco fue una de sus facetas más conocidas, además de la fama de corrupción, que cierta o no, siempre le ha acompañado. Sus obras palidecen ante su reputación y personalidad poco dada a buenas palabras. Entre tantas historias que le rodean, está la de un hijo no reconocido llamado César, hijo de Tomasa Zumeta. La protección del padre anónimo «César es un hijo que usted tiene aquí y sus buenos sentimientos, unidos a mis constantes prédicas darán por resultado que no vivirá sino por usted y para usted». Tomasa Zumeta La correspondencia entre Tomasa y Guzmán, dentro del Archivo de Guzmán Blanco de la Fundación Boulton, revela que el Ilustre Americano le «proporcionó atención personal», así como dinero, educación y ropa. Constantemente, Guzmán recibía las notas y avances de la educación del pequeño César Zumeta, así como estuvo presente cuando recibió el título de Bachiller, acto que pagó. Incluso la casa, donde vivió César con su madre, fue obsequiada por el propio Guzmán. De la admiración al adversario «El juicio de los demás no me importan, mi conciencia no me acusa y solo me falta obtener la seguridad de que su estima por mi en nada ha disminuido». César a Guzmán. Zumeta, sin embargo, creció y con el tiempo albergó en su corazón una batalla, en donde su deber con su protector luchaba contra su línea de pensamiento. Inició una campaña de descrédito contra Guzmán Blanco escribiendo artículos en su contra en El despertador. Luego fundó un diario que le costó la cárcel y el destierro. A pesar de aquella admiración y respeto, se transformó en enemigo de Antonio Guzmán y de Crespo. Un hijo desconocido Las múltiples cartas y la actuación de ambos, parecen demostrar que posiblemente hubo un lazo sanguíneo entre ambos. César tuvo una gran educación, donde manejó el castellano, el francés, el inglés y el alemán. Escribió múltiples obras y dirigió varios periódicos venezolanos, entre ellos El Universal. También, como Guzmán Blanco, perteneció a la masonería y fue Gran Maestro de la Gran Logia de Venezuela Se enemistó también con Cipriano Castro pero fue uno de los que levanto la bandera de «Orden y progreso» y defendió el gobierno de Juan Vicente Gómez. Falleció en París, en el año 1955, y sus restos fueron repatriados por Marcos Pérez Jiménez. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí Fuente Alcántara, Polanco. Guzmán Blanco. Venezuela Tuya Venezuela e historia
Bushmaster, el superhéroe venezolano de DC Comics

Venezuela, como país petrolero, aunque era desconocido para algunos, era muy conocido por otros que sabían de su gran importancia en el norte de suramérica. DC Comics publicó, a finales de los años 70, a un superhéroe de origen venezolano llamado Bernal Rojas, un herpetólogo nacido en Caracas, especialista en toda clase de reptiles. Su primera aparición fue en el cómic «SuperFriends #8» titulado «The Mind Killers». Su alias era «Bushmaster» y su traje le permite duplicar habilidades reptilianas, con las que combate el crimen en Venezuela. Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El traje En este caso, no se trata de un metahumanos sino de un científico cuyos trajes le dan sus cualidades de superhéroe, como trepar paredes, correr por encima del agua o planear como un dragón. Posee unos anteojos que le dan un amplio visión infrarroja y una pistola cargada de cartuchos tranquilizantes.Aparte, es capaz de detectar el calor y la luz, resistir las balas y camuflarse con el entorno. Tiene armamento pesado y un escudo a la mano, en sus aventuras justicieras. Global Guardians Bushmaster forma parte del equipo conocido como The Global Guardians, una asociación de superhéroes de todo el planeta supervisada por la «Cúpula» una organización donde participan todas las naciones menos Rusia y Estados Unidos de América. Su cede está ubicada en la nación ficticia de DC Bialya, posiblemente ubicada al norte de África, o en el Medio Oriente. También llegó a participar en la Liga de la Justicia. El villano Su rival o antagonista es el villano hechicero conocido como Fain Y’onia. Sus secuaces le causarían la muerte en un enfrentamiento en un banco, desapareciendo Bushmaster del Universo DC. Fain seguirá batallando contra los guardianes, asesinando a Thunderbolt y otros más. Los héroes que mueren serán honrados con una estatua. Bushmaster tendrá una estatua donde tiene una serpiente con él. Fuente Wikipedia y colaboración de nuestros seguidores Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí