José Antonio Ramos Sucre El Insomne Visionario
[mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_heading] SIGUE NUESTRA HISTORIA [/mp_heading] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_social_profile facebook=»https://www.facebook.com/hechoscriollosve» twitter=»https://twitter.com/hechoscriollos» instagram=»https://www.instagram.com/hechoscriollosoficial/» align=»center» mp_style_classes=»motopress-buttons-32×32 motopress-buttons-square»] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full» margin=»20,none»] [mp_span col=»12″] [mp_code margin=»none,none,100,100″] «…Siempre será necesario que los cultores de la belleza y del bien, los consagrados por la desdicha se acojan al mudo asilo de la soledad, único refugio acaso de los que parecen de otra época, desconcertados por el progreso…» Elogio de la soledad, La Torre de Timón, 1925. El sobrino bisnieto del Mariscal Antonio José de Sucre Cumaná, la primogénita ciudad de tierra firme del continente americano, fue la que vio nacer al poeta venezolano, José Antonio Primo Feliciano Ramos Sucre, el día 09 de junio de 1890, en ese año la ciudad de Cumaná pertenecía al Estado de Oriente, división político territorial que existió entre los años 1881-1891. Fueron sus padres, Jerónimo Ramos Martínez y Rita Sucre Mora de Ramos, sobrina nieta del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, por tanto nuestro conspicuo poeta era sobrino bisnieto de uno de los más grandes estrategas militares del continente americano en su tiempo. Durante su infancia, Venezuela sufría de las vicisitudes políticas y conflictos armados entre caudillos regionales, en un país donde la mayor parte de sus habitantes, estaban conformados por la población rural que a su vez era analfabeta y una minoría erudita sumamente instruida, poseedora de amplias bibliotecas, en el año 1895 empieza sus estudios primarios en la escuela de Don Jacinto Alarcón, en Cumaná, a los diez años de edad recibe las primera lecciones de latín y lecturas varias de parte de su tío paterno José Antonio Ramos Martínez, un sacerdote letrado como muchos de su tiempo, ingresando al Colegio Santa Rosa de la ciudad de Carúpano, fue un niño introvertido e impersonal, muy poco dado al juego con otros niños. En el año 1905, Ramos Sucre demuestra ser un gran aficionado a los idiomas modernos, comenzando a estudiar francés, italiano, inglés y alemán, siendo un estudiante destacado, se convierte en ayudante del Rector del Colegio Nacional de Cumaná, llegando a graduarse de Bachiller en Filosofía en el año 1910, al año siguiente viaja a la ciudad de Caracas para proseguir sus estudios, donde vive en una pensión e imparte clases en el Colegio Sucre; es así como en 1911 aparece su primer escrito en la revista Ritmo de Ideas, de Cumaná. El Universitario y su poesía Ramos Sucre en su poesía dista mucho de la prosa dominante de su tiempo, es difícil de catalogar para los eruditos en la materia, pero sin duda se aleja del criollismo propio de su tiempo; su poesía está cobijada por una atmosfera de relato exquisito adelantándose a los simbolistas, donde el aura de la muerte orbita sus frases escritas en prosa, donde la belleza es hallada en la fealdad y lo tétrico de la muerte. En el año 1912, inicia sus estudios de Derecho y Literatura en la Universidad Central. Publica gran cantidad de artículos en diarios y revistas de la capital, hasta que el general Juan Vicente Gómez cierra la Universidad. Ramos Sucre decide estudiar de Derecho de manera autodidacta, dedicando abnegadamente mucho de su tiempo al estudio del idioma danés y griego. Posteriormente da clases de latín y griego en el Liceo Caracas, cuyo director para el momento era el conspicuo novelista Rómulo Gallegos; hoy día el Liceo es conocido como Liceo Andrés Bello. Es justo en el año 1914, cuando Ramos Sucre es nombrado Oficial de la Dirección de Derecho Público Exterior de la Cancillería, donde trabaja como traductor e intérprete, dado su condición de políglota, combinando este oficio con su afición de escribir artículos para periódicos y revistas. En el año 1916, realiza publicaciones traducidas del idioma alemán; al año siguiente luego de graduarse con honores en Derecho, inicia sus estudios de los idiomas sueco y holandés. En el año 1919, el gobierno de Juan Vicente Gómez lo hace preso por sus opiniones políticas. Esto lo lleva a dar clases de inglés en la Escuela Militar, su paso por la cárcel sólo fue de una semana. El Escritor El año 1921 vio nacer su primer libro, intitulado Trizas de papel, que resulta ser una gran síntesis de muchas cosas publicadas por él en periódicos y revistas en años precedentes, justo en este año, comienza a padecer de insomnio. Publica un ensayo a manera de panfleto intitulado Sobre las huellas de Humboldt, en donde pretende exponer la vida y acciones de Alexander Von Humboldt; en 1925 tiene la dicha de recibir el título de Doctor en Ciencias Políticas, posteriormente publica ese mismo año La Torre de Timón, un libro de poemas en prosa y ensayos de naturaleza histórica. Luego de recibir la Orden del Libertador en 1927, publica sus dos últimos libros: Las formas del fuego y El cielo de esmalte. En noviembre de este año es nombrado Cónsul en Ginebra. El primero de diciembre viaja a Europa; sus problemas de insomnio y desórdenes mentales se complican en 1930, recibiendo tratamiento en el Bernhard-Nocht-Institut für Tropenmedizin de Hamburgo en Alemania, una institución médica dedicada de enfermedades tropicales, luego pasa al Sanatorio Stephanie, en Merano, Italia, viaja a Ginebra, en donde intenta suicidarse por primera vez el 17 de marzo de 1930 con la ingesta de veronal. Se recupera y escribe el poema Residuo; en abril de ese año por escrito expresa su angustia. Al no poder, los médicos europeos, mejorar su condición de salud, entra en depresión e intenta suicidarse con una sobredosis. Esto ocurrió en su cumpleaños 40, el 9 de junio, muriendo 4 días después el 13 de junio de 1940. En noviembre de 1993, la Universidad de Salamanca abre la «Cátedra Internacional de Literatura Venezolana José Antonio Ramos Sucre». Su prisión fue el insomnio y la soledad, su libertad la escritura Sergio Díaz Yaguarán [/mp_code] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_heading] COMPARTE NUESTRA HISTORIA [/mp_heading] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_social_buttons align=»motopress-text-align-center» mp_style_classes=»motopress-buttons-32×32 motopress-buttons-square» margin=»none,none,100,100″] [/mp_social_buttons] [/mp_span] [/mp_row]