El sabio, Arístides Rojas.
Arístides Rojas fue uno de los polígrafos venezolanos más importantes del siglo XIX. Su conocimiento y obra dejó un gran legado para la cultura venezolana.
La leyenda de Ricaurte
En 1814 se da la batalla de San Mateo, una de las más duras de la independencia. Ahí se da la leyenda de Ricaurte, patriota que se inmoló por la República, dando el ejemplo del deber por encima de la vida.
Breve historia de los Bomberos de Caracas
Creado el 5 de julio de 1937, día del aniversario de la firma del Acta de Independencia, los Bomberos de Caracas velan por la seguridad de los caraqueños en calamidades.
El señor de los refranes, Santos Erminy Arismendi.
Si quieres recibir nuestros artículos más recientes suscríbete aquí El origen etimológico de algunos refranes populares puede ser rastreable, mas muchos fueron creados gracias a la creatividad criolla. Los refranes son utilizados constantemente como complemento lingüístico en nuestra vida diaria, logrando recopilar un gran número de ellos. Si algo caracteriza a el venezolano es que «vuela con todo y jaula» y pese a la situación, nunca pierde las esperanzas pues «al mal tiempo, buena cara». El primero que se interesa en recopilar esta costumbre nacional fue; el escritor y profesor Santos Erminy Arismendi, que nace en Carúpano, estado Sucre el 15 de agosto de 1896. Se residencia en Caracas pasando gran parte de su vida en la primera avenida de Las Delicias que actualmente lleva su nombre. El señor de los refranes. Formación: Erminy obtuvo doctorados en universidades de Venezuela y México y en el Instituto de Estudios Superiores de Roma, Italia; se destacó por ser un prolífico escritor en temas relacionados con la historia y las tradiciones de Venezuela. Poseedor de un gran conocimiento sobre el tema, Santos Erminy escribió en 1950 refranes que se oyen y dicen en Venezuela, libro en el que se explica el significado de estos dichos populares, frecuentemente usados por gran parte de los criollos, ya que, para la época, la picardía y la sabiduría popular eran parte importante del habla cotidiana. Otras obras publicadas por Santos Erminy Arismendi fueron: Por entre pueblos e indios, Arismendi y la Guerra a Muerte y Huellas folklóricas: tradiciones, leyendas, brujería y supersticiones. Además de escritor, fue miembro fundador de la Asociación Venezolana de Escritores, de la Asociación Venezolana de Periodistas, de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, entre otros. Perteneció a importantes organizaciones dentro y fuera de nuestras fronteras, como la Academia Nacional de la Historia, la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia, la Sociedad de Geografía e Historia de París, el Centro del Folklore de Brasil y asociaciones dedicadas a labores humanitarias convirtiéndolo en una persona de reconocida reputación no solo en su comunidad, sino a nivel nacional e internacional. Oscar Yanes en su libro: Del Trocadero al Pasapoga, historia de mujeres buenas (1993) revive a Santos Erminy Arismendi en su ocupación de profesor en la Universidad Central de Venezuela, dictando clases de «costumbres nacionales» a los inmigrantes… «aquello se armó en una gran galleta, cuando comenzaron a explicarle a los inmigrantes el significado de los refranes»: Los italianos se reían mucho cuando les explicaron que «Zamuro no come hueso, porque no tiene serrucho», «A muerto no le faltan velas, ni a borracho aguardiente», «Aguanta más resuello que un buzo», «Quedó pidiendo caldo en totuma», «Sáqueme de su maleta, porque no viajo». La clase aplaudió a un joven portugués, porque fue el único que explicó el significado correcto de «Cuando San Juan agache el dedo» «—Yo soy sastre -habló el portugués— y me habían dicho que en San Juan de los Morros podía conseguir trabajo. Me fui allá, pero, que va, durante todo un día recorrí la ciudad y no encontré nada. Hambriento, cansado y decepcionado, me senté en la tardecita en una plaza y me puse a conversar con un señor, quien al conocer mis intenciones me dijo: «Mire joven, mejor es que se vaya para Caracas, porque usted aquí trabajará como sastre cuando San Juan agache el dedo». Yo me quedé en la luna y él me mostró la estatua gigante del santo, con el dedo parado. «Nunca San Juan bajará el dedo ¿verdad? -dijo-. Pues bien, usted aquí nunca cortará un traje a nadie, porque en San Juan sobran los sastres»» Scotto cuenta que gozó un puyero explicándole a una señora francesa el significado de «Menéalo, que se empelota». Los españoles se morían de la risa con aquello de «Muy chico el pájaro, para tener tan grande el nido», por lo que Santos Erminy se vio obligado a llamar al orden, advirtiendo que, cuidado con «Meterse a brujo, sin conocer las yerbas». La cita es un ejemplo acertado del contraste entre dos culturas antagónicas; si bien el europeo asimila “elementos criollos” el venezolano también toma como suyos elementos europeos, “venezolanizándolos” en la jerga popular. Las expresiones más utilizadas son muestra de ello: Chamo: una palabra que nos distingue en muchos países de Latinoamérica. Viene de “Chum” que en inglés significa amigo o camarada. Corotos: el expresidente Antonio Guzmán Blanco tenía una gran colección de cuadros del artista francés Jean Baptiste Corot. Cada vez que tenía que cambiar de residencia le pedía a los empleados y personas de la servidumbre “¡Cuidado con los Corots! Para que tuvieran precaución al embalar y trasladar los cuadros. Luego estos empleados fueron generalizando la palabra a todos los objetos de la casa. Cotufas: es nuestro popcorn o palomitas de maíz, y como ha sucedido con otras palabras derivadas de inscripciones en inglés, viene de los sacos con granos de maíz que tenían la inscripción “Corn to fry”. Echar un Camarón: en las excavaciones petroleras, los capataces gringos de vez en cuando querían echar una siesta. Pero para no ser vistos por los obreros venezolanos se excusaban diciendo “I come around” (Ya vuelvo). Esta frase al venezolanizarse quedó como camarón para definir el sueñito que se echa en medio de una jornada. Guachimán: vigilante o sereno. Viene del inglés venezolanizado Watchman. Los Macundales: las transnacionales que venían a explotar el petróleo en nuestro país generalmente utilizaban herramientas de la marca “Mack and Dale”. Cuando culminaba el día de trabajo, los obreros tenían que “recoger los macundales” haciendo referencia a dichas herramientas de trabajo. Hoy en día esa palabra también se refiere a objetos o cosas. Mamarracho: una persona generalmente mal vestida o extravagante, y proviene del árabe muharrig, que significa bufón o payaso. Musiú: lo usamos para referirnos a un extranjero o alguien con apariencia de forastero. Viene del vocablo francés “Monsieur” que significa “Señor”. Muérgano: proviene del siglo XIX. Cuando el pirata inglés Morgan y sus compañeros los “Moranger” invadieron Maracaibo, realizando saqueos y crímenes por donde pasaban. La palabra
José Antonio Ramos Sucre El Insomne Visionario
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El sobrino bisnieto del Mariscal Antonio José de Sucre Cumaná, la primogénita ciudad de tierra firme del continente americano, fue la que vio nacer al poeta venezolano, José Antonio Primo Feliciano Ramos Sucre, el día 09 de junio de 1890, en ese año la ciudad de Cumaná pertenecía al Estado de Oriente, división político territorial que existió entre los años 1881-1891. Fueron sus padres, Jerónimo Ramos Martínez y Rita Sucre Mora de Ramos, sobrina nieta del Gran Mariscal Antonio José de Sucre, por tanto nuestro conspicuo poeta era sobrino bisnieto de uno de los más grandes estrategas militares del continente americano en su tiempo. Durante su infancia, Venezuela sufría de las vicisitudes políticas y conflictos armados entre caudillos regionales, en un país donde la mayor parte de sus habitantes, estaban conformados por la población rural que a su vez era analfabeta y una minoría erudita sumamente instruida, poseedora de amplias bibliotecas, en el año 1895 empieza sus estudios primarios en la escuela de Don Jacinto Alarcón, en Cumaná, a los diez años de edad recibe las primera lecciones de latín y lecturas varias de parte de su tío paterno José Antonio Ramos Martínez, un sacerdote letrado como muchos de su tiempo, ingresando al Colegio Santa Rosa de la ciudad de Carúpano, fue un niño introvertido e impersonal, muy poco dado al juego con otros niños. En el año 1905, Ramos Sucre demuestra ser un gran aficionado a los idiomas modernos, comenzando a estudiar francés, italiano, inglés y alemán, siendo un estudiante destacado, se convierte en ayudante del Rector del Colegio Nacional de Cumaná, llegando a graduarse de Bachiller en Filosofía en el año 1910, al año siguiente viaja a la ciudad de Caracas para proseguir sus estudios, donde vive en una pensión e imparte clases en el Colegio Sucre; es así como en 1911 aparece su primer escrito en la revista Ritmo de Ideas, de Cumaná. El Universitario y su poesía Ramos Sucre en su poesía dista mucho de la prosa dominante de su tiempo, es difícil de catalogar para los eruditos en la materia, pero sin duda se aleja del criollismo propio de su tiempo; su poesía está cobijada por una atmosfera de relato exquisito adelantándose a los simbolistas, donde el aura de la muerte orbita sus frases escritas en prosa, donde la belleza es hallada en la fealdad y lo tétrico de la muerte. En el año 1912, inicia sus estudios de Derecho y Literatura en la Universidad Central. Publica gran cantidad de artículos en diarios y revistas de la capital, hasta que el general Juan Vicente Gómez cierra la Universidad. Ramos Sucre decide estudiar de Derecho de manera autodidacta, dedicando abnegadamente mucho de su tiempo al estudio del idioma danés y griego. Posteriormente da clases de latín y griego en el Liceo Caracas, cuyo director para el momento era el conspicuo novelista Rómulo Gallegos; hoy día el Liceo es conocido como Liceo Andrés Bello. Es justo en el año 1914, cuando Ramos Sucre es nombrado Oficial de la Dirección de Derecho Público Exterior de la Cancillería, donde trabaja como traductor e intérprete, dado su condición de políglota, combinando este oficio con su afición de escribir artículos para periódicos y revistas. En el año 1916, realiza publicaciones traducidas del idioma alemán; al año siguiente luego de graduarse con honores en Derecho, inicia sus estudios de los idiomas sueco y holandés. En el año 1919, el gobierno de Juan Vicente Gómez lo hace preso por sus opiniones políticas. Esto lo lleva a dar clases de inglés en la Escuela Militar, su paso por la cárcel sólo fue de una semana. El Escritor El año 1921 vio nacer su primer libro, intitulado Trizas de papel, que resulta ser una gran síntesis de muchas cosas publicadas por él en periódicos y revistas en años precedentes, justo en este año, comienza a padecer de insomnio. Publica un ensayo a manera de panfleto intitulado Sobre las huellas de Humboldt, en donde pretende exponer la vida y acciones de Alexander Von Humboldt; en 1925 tiene la dicha de recibir el título de Doctor en Ciencias Políticas, posteriormente publica ese mismo año La Torre de Timón, un libro de poemas en prosa y ensayos de naturaleza histórica. Luego de recibir la Orden del Libertador en 1927, publica sus dos últimos libros: Las formas del fuego y El cielo de esmalte. En noviembre de este año es nombrado Cónsul en Ginebra. El primero de diciembre viaja a Europa; sus problemas de insomnio y desórdenes mentales se complican en 1930, recibiendo tratamiento en el Bernhard-Nocht-Institut für Tropenmedizin de Hamburgo en Alemania, una institución médica dedicada de enfermedades tropicales, luego pasa al Sanatorio Stephanie, en Merano, Italia, viaja a Ginebra, en donde intenta suicidarse por primera vez el 17 de marzo de 1930 con la ingesta de veronal. Se recupera y escribe el poema Residuo; en abril de ese año por escrito expresa su angustia. Al no poder, los médicos europeos, mejorar su condición de salud, entra en depresión e intenta suicidarse con una sobredosis. Esto ocurrió en su cumpleaños 40, el 9 de junio, muriendo 4 días después el 13 de junio de 1940. En noviembre de 1993, la Universidad de Salamanca abre la «Cátedra Internacional de Literatura Venezolana José Antonio Ramos Sucre». Su prisión fue el insomnio y la soledad, su libertad la escritura Sergio Díaz Yaguarán [/mp_code] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_heading] COMPARTE NUESTRA HISTORIA [/mp_heading] [/mp_span] [/mp_row] [mp_row stretch=»full» width_content=»full»] [mp_span col=»12″] [mp_social_buttons align=»motopress-text-align-center» mp_style_classes=»motopress-buttons-32×32 motopress-buttons-square» margin=»none,none,100,100″] [/mp_social_buttons] [/mp_span] [/mp_row]